Después de una pequeña pelea interna con él mismo se arriesgó a leer la página que su amigo leía. Con sumo cuidado jaló lentamente el cuaderno, vigilando los movimientos y reacciones que el rubio tenía, preparado para correr en caso de que así fuera. Tuvo éxito y tenía ese libro misterioso en sus manos, notando que una pluma hacía función de separador. Quizá no tendría el tiempo sificiente para leer todo su contenido, así que solamente se dispuso a leer esa página seleccionada por el destinatario.

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"¿Será extraño decir que mi mamá ya sabe de ti? Si, creo que lo es. Después de todo es muy poco probable que entre tú y yo exista algo. Y no sé cómo le diré después que nunca fuimos novios o tuvimos esa interacción de película romántica.

Todo empezó gracias a un día lluvioso que coincidió con mi estado de ánimo. Vaya qué original soné. Ella se dio cuenta de lo desanimada que me encontraba aquel día y aunque tratara de disimularlo o poner otra excusa no  hubiera logrado convencerla, después de todo es mi madre.

Mi tristeza surgió gracias a los pensamientos negativos que daban vueltas en mi cabeza, donde tú eras el más importante. Es molesto tener esa sensación de no ser lo que la otra persona espera o el tipo de persona que se desea para tener una relación. Permanecía frustrada por creer que si te confesaba mis sentimientos tu me rechazarías. Creo que esta es la parte negativa de estar enamorada... pero no se lo dije.

A cambio de eso le conté todo lo bueno de estar enamorada de ti. Esas sensaciones cálidas y agradables que siento cuando te pienso, te escucho hablar cerca...

Eijiro dio vuelta a la página para continuar su lectura.

... o te veo. Provocas un gran cosquilleo en todo mi ser, haces que mis manos suden sin razón alguna y que hormiegueen a la vez, así como mis pies. Cuando te veo cerca me siento débil para caminar y pasarte sin mostrarme nerviosa o emocionada. Siento esa maldita corriente eléctrica que me provoca escalofríos a pesar de ser casi inmune al frío.

Tal vez quien me conozca muy bien, como mi madre, pueda diferenciar mi forma de mirar. "Te conozco de tantos años y es la primera vez que tus ojos brillan con gran ilusión" fue lo que que dijo ella cuando le hablé de ti.

Le dije que no encontraba la forma de expresarte mis sentimientos. Que no sabía cómo hacerlo y me dio la opción de escribirte. Algo que vengo haciendo desde tiempo atrás sin esperar a que leas todo esto porque me moriría de vergüenza. Pero ahora desearía que lo hicieras, que tuvieras la oportunidad de ver todo esto que escribo.

Que me digas que piensas. Si he llegado a provocar algo en ti que me haga tener esperanzas, de permitir que este sentimiento crezca más y más o... si es lo contrario, para buscar una forma de no pensarte, de no emocionarme al verte, de ya no creer que tu voz es perfecta en cada una de sus entonaciones.

Quisiera saber si me ves como yo te veo...

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—¿Qué mierda haces aquí, Kirishima? —la voz furiosa de su mejor amigo lo asustó. Un tono al cual temerle ya que era la primera vez que lo escuchaba. Hasta aquí llegó su vida. Con una rapidez que ni él sabía que tenía dió media vuelta para encontrarse con Katsuki rodeado de una aura oscura que destacaba su ojos rojos. Como un par de cuchillas de un asesino teñidas se sangre y listas para su siguiente víctima.

Diario perdido  •Katsuki Bakugō•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora