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- Joder! dijo muy por debajo pero pude sentir su frustración, salió de mi agarre dándole la espalda a las escaleras tratando de esconder su erección...

Adler entro a la bodega mientras yo me bajaba de la mesa y alistaba con las manos la falda de mi vestido...

- Todo bien? me pregunto serio viendo todo el escenario...

- Si le respondí.

Mi diablita interior estaba sentada en posición de meditación, llena de frustración al igual que Richard.

- Pensé que quizas necesitabas ayuda - Dijo arrugando el seño extrañado al ver mi sonrisa.

Yo lo ignore, tomé dos botellas y me dispuse a salir de la bodega:

- Nos vemos luego Sr. Kruspe - le dije mientras empezaba a subir las escaleras.

Antes de regresar a la terraza Adler me jalo del brazo y me llevo a la cocina.

- Siéntate! - me dijo secamente, tenía la mandíbula tensa - Que coño Mina?... Que a sido todo eso?

- Adler - iba a empezar a protestar, pero simplemente el siguió.

- Ahora eres el plato de segunda del padre de Khira - sus palabras fueron como cachetadas.

No me jodas!

- Adler - volví a repetir pero el no quería escuchar...

- No te bastó con hacer y deshacer en California, ahora también te vas a meter con ese tío! - Me grito, está vez fueron flechas directo a mi pecho.

- No te permito! - Grite levantándome de la silla, dándole un manotazo a la mesa...

Adoraba cómo a mi propia vida a mi hermano, y era mucho lo que le debía, y no podría haber una persona más agradecida de tenerlo, pero no iba a permitir que se metiera en mi vida privada de esa manera.

Los dos estábamos alterados.

- Si voy a empezar una relación con Khira ten la decencia de no involucrarte con su padre ... No la cagues - dijo con desazón y salió de la cocina...

Las lágrimas de rabia corrieron por mi rostro, no lo pude evitar...

Corrí y me encerré en mi habitación.

Simplemente ya no me apetecía nada.

Sus palabras eran ciertas, y por mucho que me molestaran, el dolor que me producían era mayor...

Había sido una maldita, y no había una forma más delicada con la cual describir mi comportamiento anterior.

Pudiera haber culpado a la adrenalina del momento, a mi eterna fascinación por las decisiones impulsivas, nunca me había detenido a pensar en las consecuencias de mis actos, la realidad no hay justificaciones.

En mi defensa, llevaba un año limpia de todos mis vicios...

No, no era drogadicta pero si había tenido problemas con el alcohol, bebía mucho y mis borracheras me hacían hacer cosas que mayormente no hacía mientras estaba en mi sano juicio. Me había involucrado con muchos de los amigos del bufete de abogados dónde trabajaba Adler, y muchos de estos eran hombres casados.

Había quedando como una puta facil...

Con ninguno pasaba más de una noche, había pagado bien caro mis borracheras, en California no tenía ni una sola amiga, solo ha Adler, por mucho que lo hubiera decepcionado, él seguía ahí para mí...

Al regresar a Alemania y reencontrarme con Merlin, había decidido intentarlo con él, pero para mí desgracia, ahora estaba ahí boca arriba acostada en mi cama pensando en su padre.

El Sr. Kruspe...

Muchas personas pueden pensar que al tenerlo todo estás tocando el cielo, pero la verdad para mi esto siempre había sido un infierno...

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Eres Prohibido... • Richard Z Kruspe • (Editando)Where stories live. Discover now