Capítulo 4:

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-¿Se puede saber que haces durmiendo a las siete de la tarde?- me despierta la voz de Julietta. Aún medio dormida intento abrir los ojos pero la luz me lo impide. -Maldita Juls- pienso.

-Apaga la luz y cierra la puerta- digo con la voz ronca y tapándome con el edredón hasta el cuello.

-Habíamos quedado hace media hora con las chicas y llegamos tarde, así que estás tardando en darte una ducha- me regaña mientras retira el edredón de encima de mí.

-Te odio- susurro y ella sonríe satisfecha. Me levanto a regañadientes y entro al baño. Me deshago de la ropa y entro a la ducha. Abro el grifo y el agua fría impacta sobre mi cara despejándome. Se me escapa un grito ahogado y la cambio rápidamente a caliente.

-¿Vas a decirme que hacías durmiendo?- pregunta Julietta entrando en el baño.

-Estoy de resaca Juls- digo desganada.

-¿Te emborrachaste tu sola?- dice sorprendida. Si ella supiera…

-Técnicamente no- digo y hago una breve pausa mientras el agua cae sobre mi cara- Me emborraché con Enzo- finalizo.

-¡¿Con el profesor?!- exclama abriendo la cortina de la ducha.

-Sí- digo y la cierro conforme el frío empieza a calarme los huesos.

-¿Y desde cuando quedan los profesores y los alumnos para ir de botellón?- pregunta con ese tono irritante que tanto odio.

-No quedamos, me lo encontré en un bar- intento aclarar.

-¿Y qué hacías tu sola en un bar bebiendo?- pregunta como cual madre echándole la bronca a sus hijos.

-Ay no sé Juls- digo irritada- Me agobié. Byron no dejaba de mandarme correos y de llamarme así que decidí salir a tomar el aire y acabé allí. El también estaba, así que se acercó y empezamos a beber- hago una breve pausa antes de soltar la bomba- Y luego me llevó a su casa- concluyo.

-¡¿Te lo tiraste?!- vuelve a exclamar abriendo la cortina de la ducha y esta vez la cierro rápidamente.

-¡No digas tonterías Julietta!- contesto ofendida- Me llevó a su casa porque iba tan ebria que ni si quiera podría haber metido la llave en el contacto del coche- concluyo y suspira aliviada.

-¿Tiene la casa bonita?- pregunta curiosa.

-¡Juls!- reclamo.

-Simple curiosidad- se defiende.

-Pues tu curiosidad me pone nerviosa- digo saliendo de la ducha al mismo tiempo que le hago una señal a Juls para que me pase la toalla.

-Si que te ha sentado mal la resaca- dice un poco dolida por mi contestación y frunzo el ceño.

-No todos los días duermo en casa de mi profesor de literatura y me despierto sin acordarme de nada- digo indignada y me mira con cara de preocupación.

-O sea que puede ser que…

-No Juls, no pasó nada- contesto cortante.

-¿Y cómo lo sabes? Acabas de decir que no lo recuerdas

-Me lo ha dicho él- digo y veo la incredulidad en su expresión- ¡Por dios Julietta, es mi profesor no un psicópata!- exclamo y suspira rendida. Mi expresión se relaja y ahora me siento un poco decaída.

-¿Y qué te preocupa entonces?- pregunta y nota mi sorpresa. -¿Cómo narices sabe lo que me pasa en cada momento?- se pregunta mi yo interior indignada.

-Lo último que recuerdo es que quería besarle- voy disminuyendo mi tono de voz mientras pronuncio esas palabras y la cara de perplejidad de Juls es notable- Y no sé si lo intente ¿comprendes?- digo y asiente- Esta mañana me ha dicho que no pasó absolutamente nada, pero tal vez hice alguna tontería que no haya querido contarme…-digo. Ni siquiera yo sabía cuan preocupada estaba hasta este momento.

Everything has changed.Where stories live. Discover now