Princesa Uchiha (Tobirama Senju)

Tristeza

Narra ___:

Pasaron 4 años desde que Madara fue descubierto.

Desde ese día, papá nos entrena a los 3 para que cualquiera esté listo para tomar el liderato del clan si algo le llega a pasar.

Lo que me causa un poco de tristeza, a pesar de que con el pasar de los años ha cambiado demasiado, al punto de ya no vernos como sus hijos, sino que como objetos.

Hoy nuevamente partirán a una batalla. Madara con 16 años ya es considerado uno de los mejores guerreros, lo que me hace sentir sumamente orgullosa de él. Sin embargo ha tomado una actitud más fría frente a todo, conmigo sigue siendo el hermano más amoroso del mundo, pero a la vez, en el campo de batalla, es un asesino a sangre fría, lo que hace sentir tremendamente orgulloso a papá. Por otra parte, Izuna, ya tiene 14 y está intentando seguirle el paso a Madara, pero se ha vuelto arrogante desde que despertó su sharingan, tengo miedo por él.
Tengo miedo que por confiar tanto en el poder de sus ojos finalmente esto le juegue en contra, pero siempre que intento hablar con él sobre esto me dice que no sé nada, que solo soy una niña, que cuando pueda desarrollar otro nivel en mi sharingan lo entenderé.

Ahora, tengo 12 años, he seguido estudiando y siendo una princesa ejemplar, pero nunca deje de recibir entrenamiento por parte de Madara y papá.

Recordando a Madara... Hace unos meses comenzó a llegar decaído después de las batallas, he intentado hablar con él, pero me lanza evasivas. Siento que tiene algo que ver con Hashirama, quizá se están encontrando en el campo de batalla... ¿Qué puedo hacer? Estaba concentrada pensando en cómo ayudar a mi hermano cuando llegan todos los guerreros.

Confundida de que hayan llegado a tan poco tiempo de irse me acerqué corriendo. Vi un cuerpo tendido en una camilla. Me asuste al no ver a Madara ni a papá.

Iba llegando cuando alguien me toma de la cintura.

- No lo veas - ¿Izuna?

- ¿Dónde está Madara Nii-san? ¿Dónde está papá? - Dije sintiendo mis ojos arder. Pude sentir como apretaba más su agarre.

- Imouto - Madara... Me lancé a sus brazos. Si no fue él, entonces...

- ¿Qué le sucedió? - Pregunté aún oculta en su pecho.

- Dio una pelea formidable contra Butsuma Senju... Ambos murieron en batalla - Explica abrazándome al sentir que rompía en llanto.

Izuna se acerca a nosotros y Madara lo une al abrazo.

- ¿Qué sucederá ahora? - Pregunto preocupada.

- Madara-sama asumirá cómo líder - Dijo uno de los consejeros.

- Espero me ayuden - Dice Madara con una pequeña sonrisa, revolviendonos el cabello.

- Siempre estaremos para ti - Le dice Izuna, a lo que asiento.

- Chicos, es hora de que se despidan de su padre... - Nos avisan.

Madara e Izuna toman cada uno una de mis manos y caminamos detrás de los guerreros que llevan a mi padre en la camilla.

Cuando veo como la gente va dejando una pequeña flor en su tumba no lo aguanto más, fuera como haya sido en los últimos años, fue mi padre, uno de los hombres de mi vida, de la forma que fuera lo amaba y era mi héroe, quería en algún momento poder ser tan buena líder como él. Tan buena guerrera como él y poder estar al nivel de mis hermanos.

Caí de rodillas llorando y sintiendo un fuerte dolor de cabeza, llevé mis manos a la misma, mientras soltaba fuertes sollozos.

Sentí como los chicos se arrodillaban a mí lado y me abrazaban. Ellos sabían como dolía.

- A papá no le gustaría ver a su princesa de esta forma - Dice Izuna con dulzura quitando mis manos de mi cara, puedo ver su mirada de sorpresa. Miro con atención y puedo ver que mi vista ha cambiado.

- Lo siento, lo he activado sin querer...

- Mi niña... Se ha activado por su evolución - Dice Izuna acariciando mi mejilla. Solo pude bajar la mirada. Papá era quien me enseñaba a usar mi sharingan...

- Tranquila... - Madara extiende sus manos para que nos levantemos - Yo seguiré entrenandote.

- Gracias...

Luego de despedirnos de nuestro padre, los del consejo llamaron a mis hermanos para conversar sobre algo, por lo que sin que los guerreros lo notarán corrí al bosque. Quería estar sola un rato.

Sin darme cuenta llegué al río donde solían juntarse Madara y Hashirama.

- Es peligroso estar tan cerca de la frontera entre el clan Uchiha y el clan Senju - Levanto mi mirada y veo a un alto chico de cabello castaño largo.

- Sigo en mi clan... No debería tener problema...

- Eres una princesa ¿Cómo es que te descuidaron? - ¿Cómo sabe que soy una princesa? Lo analizó con la mirada, esa piel canela, cabello castaño... Esos ojos de mirada tierna.

- ¿Hashirama-san? - Pregunto sorprendida.

- Hola - Dice dándome una tierna sonrisa. Se la devuelvo y me acerco a él para darle un corto abrazo - Te ves preocupada...

- Supongo que supiste lo que pasó con papá... - Le respondo.

- Claro que si, fue una lucha admirable - Dice mostrándome una sonrisa triste, algo extraño en él - Supongo que Madara es el nuevo líder...

- Así es... Y usted también - Veo como se tensa.

- Quiero detener las guerras... Ahora que soy líder intentaré que mi clan entre en razón... Pero es como si lo único que quisieran es venganza - Dice decaído.

- Ahora que ambos están a la cabeza de sus clanes... Podrían cumplir sus sueños - Digo esperanzada - Podrían detener las guerras, podrían construir la aldea que tanto desearon cuando pequeños.

- Haré todo lo posible para que Madara considere un tratado... Pero no es suficiente con nosotros. Cargamos con la responsabilidad de un clan entero ¿Crees que el lo considerará si su clan entero está en su contra? - Pregunta haciendo que comience a pensar.

- Madara Nii-san es respetado por todos, pero también temido... Lo que hace que no sea muy cercano a su pueblo. Creo poder hacer algo al respecto, pero soy muy pequeña aún - Respondo frustrada. Si quería ser escuchada, debía crecer y hacer que comiencen a tomarme en cuenta - Pero, no dude Hashirama-san que lograré que mi hermano me escuche.

Acaricia mi cabello con cariño - Mientras creces, cuida a tu hermano y haz que se mantenga fiel a sus ideales de paz. Yo me encargaré del resto - Me regala una de sus típicas sonrisas y desaparece, dejandome confundida.

Al minuto escucho a alguien mover unos arbustos.

- ___ ¿Qué haces aquí? - Pregunta Izuna con enfado.

- Quería pensar un poco... Lo siento.

- Madara esta preocupado, vamos.

Nos dirigimos al clan. Si algo tengo claro es que, de alguna y otra forma, habrá paz entre el clan Senju y el clan Uchiha.