Princesa Uchiha (Tobirama Senju)

Sonrisas

Narra ___:

Sentí una leve presión a mi lado así que abrí lentamente mis ojos y lo primero que vi fue una bandeja con fruta picada, jugo, té y un sándwich.

- Es hora de despertar Imouto - Dice suavemente Madara.

- Buenos días nii-san - Digo sentándome con cuidado en la cama. Al verme ya sentada, se acerca y me da un beso en la frente.

- Solo por hoy, te consentiré - Dice con una pequeña sonrisa - Anda, come. Te esperaré abajo con Hashirama - Solo asiento, mientras pruebo el jugo.

Al terminar busco en el bolso un traje de entrenamiento, el cual consistía en un pantalón negro ajustado, junto a mis sandalias y para arriba me puse una polera del mismo color, también ajustada junto a un haori azul con el logo del clan en la espalda. Arreglé mis armas y bajé.

- Hey, pequeña - Saluda Hashirama sentado en la mesa de la cocina.

- Hashiii - Digo como niña pequeña abrazándolo por el cuello.

- ¿Cómo dormiste? - Pregunta mientras le da un último sorbo a su café.

- Bastante bien ¿Ustedes?

- Igual que tú - Dice Madara apoyándose en un mueble mientras se cruzaba de brazos - Cariño...

- Lo sé - Digo suspirando - Tengo que ir a ver a Tobirama.

- Iremos contigo, no te dejaremos sola - Dice Hashirama tomando mi mano y dándome una leve sonrisa.

- Gracias.

Apenas Hashirama terminó su desayuno comenzamos a caminar, durante el camino el pequeño Akita corrió a mis brazos y me pidió llevarlo conmigo, no pude decirle que no, así que llegamos a casa cogidos de la mano.

Suspiré - Akita, cariño ¿Podrías esperar aquí fuera un momento? No demoraré mucho. Mientras, puedes ir a jugar con aquellos niños - Digo apuntando un pequeño grupo de niños de su edad.

- Claro, princesa - Me da un beso en la mejilla y corre.

- Bien - Digo mirando a los chicos - Entremos.

Abro la puerta con cuidado y lo primero que veo son unas botellas de sake y dos vasos en la mesa, nos miramos extrañados y seguimos caminado. Cuando llegamos al salón lo único que puedo hacer es llevar mis manos a mi boca y dar un paso atrás, chocando con Hashirama, quien inmediatamente me sujetó.

- Hijo de puta - Pude escuchar a lo lejos a mi hermano.

- Madara - Habló Hashirama en voz más alta de lo normal, logrando despertar a las dos personas que dormían abrazadas en el sofá.

Narra Tobirama:

Escuché ruido a mi alrededor y comencé a abrir los ojos, sentía algo pesado en mi brazo derecho y lo primero que vi fue a la pelirroja desnuda apoyada en mi pecho.

- Hijo de puta - Escuché e intenté pestañear para aclarar mi visión y dejar un poco atrás mi dolor de cabeza.

- Madara - ¿Madara? Me levanto con rapidez mirando hacia el frente y los pude ver. Hashirama, Madara y... Mi esposa. Quien era sostenida con cuidado por mi hermano.

- Mmmh ¿Tobirama-kun? - Escucho la voz de Sumi mientras no quito la mirada de ___, quien solo evita mirarnos.

- Lo mataré - Susurra Madara, lo miro para ponerme en guardia pero ___ toma su mano y niega.

- Nii-san ¿Puedes ir a ver a Akita? Voy en unos minutos - Dice dándole una sonrisa tranquilizadora, a la cual él solo asiente, y me mira con su sharingan activado.

- Pero antes debo hacer algo - Lo miramos confundidos y sin alcanzar a reaccionar siento su puño en mi cara.

- ¡Madara! - Escucho la voz de ___ y Hashirama.

- Espero aceptes las consecuencias de tus actos - Susurra antes de darse media vuelta y salir de la casa.

Hashirama suspira y dice:

- Bien, princesa Uzumaki, Tobirama, les pediría amablemente que se vistieran - Ella como si recién se diera cuenta de que no estamos solos se levanta con rapidez y coge su ropa, dándole una mirada de superioridad a ___, a la vez tomé un pantalón y me lo puse con rapidez - Si vas a decir algo creo que es el momento, Tobirama.

- Yo... ___ -

- No, mejor cállate, si tu disculpa no será sincera será mejor que te calles - Dice mi hermano con dureza - ¿En qué estabas pensando? Golpear a tu esposa y luego engañarla. Si hubiese sabido el asco que serías de esposo nunca hubiese permitido esto.

- ___ lo siento, de verdad lo hago, no sé qué pasó - Intento explicar acercándome a ella, pero mi hermano la esconde detrás de él.

- Hablarás conmigo, no con ella hasta que me des una explicación razonable, hermano.

- Ella es mi esposa, a quien debo darle una explicación es a ella, no a ti Hashirama - Digo a la defensiva.

- Chicos - Dice ella suavemente, llamando nuestra atención, toma el brazo de mi hermano con cuidado - Hashi, no quiero que discutas con tu hermano por mi culpa, por favor ¿Pueden hablar y no discutir? Seguramente Tobirama tiene sus razones para todo esto - ¿Me está defendiendo?

- ___ - Digo intentando acercarme nuevamente a ella, pero da un paso atrás.

- Está bien, Tobirama-san - Dice con formalidad, para luego darme una sonrisa - Iré con mi hermano y Akita - Avisa dándole un apretón en el brazo a mi hermano para luego marcharse ¿Marcharse? No.

- ¡___! - Prácticamente grito intentando llegar a ella pero Hashirama es más rápido y se interpone en mi camino - Déjame hablar con ella - Digo mientras forcejeo.

- No - Dice sujetándome con más fuerza aún.

- Es mi esposa, Hashirama - Protesto y con mucha fuerza, pero me empuja logrando que termine en el suelo.

- ¿Tu esposa? ¿De verdad, Tobirama? ¿Tu esposa? - Dice con incredulidad - Pues déjame decirte que no se nota que estés casado, porque de casualidad pasaste la noche con una mujer que, adivina, no es tu esposa ¿Sabes los problemas que tendremos por esto?

- Sé que cometí un error, Hashirama. Solo, déjame hablar con ella - Digo ya cansado.

Narra ___:

Salí con rapidez de la casa y me encontré con mi hermano y el pequeño Akita. Pude ver cómo Madara le susurraba algo y el niño corría hacia a mi, lanzándose a mis brazos. No pude evitar sentir como mis ojos se llenaban de lagrimas, pero al ver los ojos preocupados de mi hermano, respiré profundo y le sonreí.

- ¿Les parece si vamos a comer algo? - Digo levantándome con Akita en mis brazos - Muero por unos dangos, yo invito.

- Si tu invitas no puedo decir que no - Dice Madara mirándome aún con preocupación.

- Entonces, vamos - Digo sonriéndole nuevamente, intentando que olvide sus preocupaciones, con un poco de duda, me devuelve la sonrisa y pasa sus brazos por mis hombros para besar mi cabeza y comenzar a caminar.