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"No quiero decepcionarte, pero estoy atado al infierno..." Demons; Imagine Dragons.

Frank

El resto de la semana Gerard dejó de venir a clases, el viernes llegó pero el pálido no. ¿Acaso era mi culpa por haber sido tan idiota aquel día?, no quería presionarlo. Me sentí cansado de esperar a aquel azabache y ver cómo su hermano llegaba de la mano de Lindsey, el rubio me odiaba y no había espacio para las dudas.

— ¿Buscas a Gerard? —Jamia se acercó a mí con recelo— A veces solo desaparece por días o semanas, siempre regresa.

— Claro —bajé la mirada, mis converse estaban demasiado sucios por el lodo de la ciudad.

— Volverá, solo debes ser paciente —encogió sus hombros— ¿Te interesa?

— ¿Qué? No —reí divertido.

— Genial —suspiró aliviada— Nadie tiene oportunidad con Gerard, y es bueno que lo sepas.

— ¿Nadie? —una mezcla de desilusión y decepción llegó a mi como un huracán.

— Ya sabes, jamás sale con nadie —ella explicó— Su hermano tampoco, Ray lo ha intentado tantas veces...

— Tranquila, no me interesa Gerard —sonreí, tratando de convencerme a mi mismo en primer lugar.

El día pasó volando, hoy iría al centro comercial tras terminar las aburridas clases. Una vez listo tomé las llaves de mi motocicleta, todo completo para largarme de una vez por todas, necesitaba pensar. Y por más que quería evitar pensar en aquel idiota con el humor cambiante no podía hacerlo, o no parecía ser capaz de hacerlo.

[...]

La mayoría de las prendas que había comprado eran grandes y de colores deprimentes. Mi madre jamás habría aprobado ni la mitad de las prendas que llevaba en las bolsas de papel.

— Supe que te encontraría aquí —alguien susurró en mi oído, provocando que soltara las bolsas por el susto.

— Eres un idiota, Way —me quejé para poder recoger las bolsas del suelo.

— Lo siento —me ayudó con una— No debí haberme comportado como un idiota el otro día.

— Maldita sea, ¿acaso eres bipolar? —las palabras me salieron solas, sus ojos hazel estaban clavados sobre mi.

— Am, no —su ceño estaba fruncido, pero parecía nervioso, además tenía una sonrisa divertida— Soy un adolescente con cambios de humor, eso es todo.

— Pues vaya que eres... cambiante —dije con desagrado, su sonrisa se desvaneció.

— Lo siento, de verdad, Frank —me tomó de la muñeca con delicadeza— Es solo que, no podemos ser amigos según Mikey.

— No éramos amigos —dije en un susurro leve, su mirada viajó al suelo con desconcierto.

— Yo... creía que si —me soltó— Debería marcharme.

— ¡No! —ésta vez fui yo quien tomó su pequeña muñeca— Me estoy volviendo un idiota.

— No tienes que disculparte, yo he comenzado con esto —su sonrisa a medias era preciosa.

— Bien, am... ¿tienes hambre? —le pregunté, jamás había visto a aquel idiota comer algo que no fuese fruta en la preparatoria, al menos conmigo no lo había hecho.

— Realmente no, pero tú seguramente sí, ¿no es así? —miró mi agarre en su muñeca, aún no lo había soltado.

— Oh, si, estoy hambriento —lo solté con nerviosismo.

bipolar || FrerardDove le storie prendono vita. Scoprilo ora