Cuando fuimos a acompañarlos a la entrada del edificio, la mamá de Chang ofreció llevarme a la casa sin problema alguno, aunque le expresé que mis planes eran irme una hora más tarde después de que mi papá saliera del trabajo y viniera a buscarme, idea que raramente fue pensada por él.

A penas pusimos un pie dentro del apartamento el rostro de Christopher pareció iluminarse para luego mirar a Minho y preguntarle si aún recordaba dónde estaba su Wii y los juegos que lo acompañaban, llevándose una respuesta no muy clara por su parte para luego terminar buscando la dichosa consola entre todos, sí, todos, porque también sumamos a la mamá de Minho a la búsqueda.

Después de conseguir el mamagüevo Wii nos sentamos los tres en la sala como los propios niños de kinder a jugar Mario Car, pero como hoy simplemente no tenía ganas de ponerme a pelear con los otros dos nada mas me quedé viendolos y metiendo cizaña a ver cual de los dos se molestaba primero.

Ni siquiera hizo falta que hablara mucho para que se arrecharan.

Y así fue como terminamos en esta etapa del día, acostados en el piso viendo pal techo como si eso nos fuera a ayudar en algo.

ㅡLo mantengo, Christopher es sendo pajúo.

ㅡAh vaina, ¿van a seguir?ㅡ ya estaba a nada de pararme y meterle una patada a cada uno a ver si dejaban la wachafita.

ㅡCoño, pero es que él fue el primerito que salió con la vaina de que "sin trampa, mano", y dos minutos más tarde ya me había lanzado un cambur el maldito ese.

ㅡBueno, pero si te duele anda a farmatodo y te compras una curita, nojoda, ya pareces una mamiㅡ respondió Chan con cierto desdén cruzando su manos sobre su pecho.

ㅡ¡Ya dejen la mariquera!, suelten una historia qué sé yo, pero ya relajen el tieso nojoda.

ㅡMe gusta un carajo.

Ya fue.

ㅡVergación, Chan, ¿tan rápido?ㅡpregunté volteando mi cabeza en su dirección.

ㅡNo vale, debe ser que tú no lo conoces, lo vio buena gente y ahí fue, Christopher Bang del pueblo y para el pueblo otra vezㅡ de los betas que se entera uno de la boca de Minho.

ㅡBien guardadito que te lo tenias, ¿oíste?, y eso que me dijiste que me ibas a contar si alguien te tocaba el corazón.

ㅡDeja el show, Ji... es más, ¿y tú qué tal?, ¿y los novios?.

ㅡ¡Verdad!, tú ya no nos cuentas de tus admiradores y admiradorasㅡ dijo Min con la intención de quejarse.

Quién me manda a estar de salio'.

ㅡNada, aún no sé si tengo.

Buena, Jisung.

Me paré del piso en busca de más comodidad, recuperando la postura con la que comencé a verlos jugar. Pude ver cómo Min desviaba su vista del techo y la clavaba en mis ojos dándome a entender que podía seguir hablando, sin embargo no tenía que decir, no me iba a inventar un cuadre imaginario y menos les iba a contar de mi inesperado encuentro con Beom. Solo sonreí y fingí demencia.

ㅡ¿Y tú?ㅡ le pregunté a Minho, devolviendole la misma mirada atenta de hace unos segundos.

ㅡEs una historia para después, aunque es trágicomediaㅡ noté cómo intentó restarle algo de importancia al asunto, haciendo una especie mueca que solo me hacía dudar sobre su nivel confianza con el tema.

c a r r e t e r a   c a r a c a s  -  l a  g u a i r a ⊙  h a n   j i s u n gWhere stories live. Discover now