c a r r e t e r a c a r a c a s - l a g u a i r a ⊙ h a n j i s u n g

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Como si no le hubiera sangre en mi boca, se limitó a ver el piso y negó con la cabeza mientras detallaba sus propios zapatos

Por otro lado, en medio de mis quejidos recordé a Hyunjin y a consecuencia su nula presencia.

ㅡÉpa, ¿nada con Hyunjin?

ㅡNada desde las 1am, me había contado que fue a cagar y el mojón cayó vertical y se acostó.

ㅡConociendolo capaz y se quedó dormido y de paso con la camisa de la promoción, porque ese pana está enamorado de ese pedazo e' tela bicolor. No entiendo pa' qué si nadie en esta vaina va a usarlaㅡ después de terminar me aferré un poquito a su bolso, mientras veía a alumnos saludandose con alegría después de meses, semanas o días. Ciertamente sentía un poquito de envidia, porque los amigos míos estaban perdíos.

La verdad es que, la chemise de las promociones siempre es la misma, y a pesar de que no se veían tan mal desde que nos las entregaron a fines de cuarto nos sentíamos como las burlas. Porque decidimos que deberíamos intentar convencer a la directora de que nos diera carta libre para elegir qué coño nos queríamos poner pero la vieja Lidia nos dio una charla de cómo la disciplina es la base de la vida en un ser humano y una patada en el culo, como de costumbre. Desde ese día, en busca de rebelarnos o así sea demostrar un poquito de nuestro descontento no queríamos tener nada que ver con las camisitas, la mayoría ni siquiera la han ido a buscar a administración, la otra parte la tiene agarrando polvo y polilla en el closet. Si nos la poníamos tenía que ser a juro para un acto. Nada más.

Por lo que más que quiera, profe Lidia.

Sin embargo, Hyunjin al estudiar toda una vida en el colegio y posteriormente en el liceo, siempre veía a los de la promo con sus camisitas negras con dorado, y la verdad se pudría de la emoción porque él también quería usarla, llegar a quinto y tener una camisa con su apodo en la espalda. Y desde que lo logró, no puede dejar de pensar en estrenarla.

En dado momento, tras estar divagando por algunks minutos, fue el teléfono de Changbin quien me puso en orbita! empezó a sonar con uno de sus característicos ringtones, un "No puedo olvidar tus besos mojados y pasión de nuestros cuerpos encontrados esa noche en mi cuartoo" logró sacarme una pequeña sonrisa y un jadeo. No era un secreto que, para cada persona tenía uno diferente, cosa que siempre me había parecido un desperdicio de memoria absurdo y un gesto adorable. Sin embargo, Besos Mojados de Alexis y Fido es el predeterminado.

Llevó el teléfono a su oreja y respondió con una de sus mañas más admirables, decir su apellido cada vez que contestaba en vez de decir "aló". Frotó uno de sus ojos con el puño y esperó pacientemente a que la persona al otro lado de la línea respondiera algo.

Derrepente el típico "quién habla".

Asimismo tan pronto obtuvo lo que quería se levantó del banco y se dirigió a los bebederos de el frente para tener un poco más de privacidad, a simple vista parecía un poco ansioso y preocupado, como si lo que lo que pasaba por su oreja no fuera algo que él quisiese escuchar, tocaba con constancia su barbilla a la par que caminaba en círculos mientras veía constantemente al piso. Simplemente, el ceñor fruncido develaba que no parecía estar muy contento.

Tanta era su preocupación que no le importó que cuando se levantó casi tumba el bolso mio, el cual se emcontraba a mi derecha en medio de los dos. Lo que me llevó a pensar que, él esperaba la llamada, y por tanto sabía que sería algo agridulce.

Aburrido, dejé su bolso a mi otro costado libre y tras ponerlo sobre mi regazo, abrí el mio para asegurarme de que había traído todo lo necesario para sobrevivir un día en el infierno: Un cuaderno para escribir todo, mis dos porta-arepa, una regla que le partí a Hyunjin en la espalda jugando, unas cartas pa' jugar caída con Felix en caso de tener hora libre, unos zapatos que están más de allá que pa'cá por si las moscas, unos audífonos junto con el cargador, una bolsa Zip-Lock de las medianas con un rollo de papel adentro y un lápiz todo mordido y sin borra que le quité a Changbin. Y dándome cuenta de lo obvio, dejé caer el bolso de vuelta en su lugar.

Estaba seguro de que, era un güebón, y que aunque hoy no fuera el mejor día del año, por lo menos no iba a pasar roncha metido aquí... por lo menos.

Me equivoqué.

No mentira jaja.

De un momento a otro dejé de ver a las caras nuevas que pasaban por la puerta, a los marditos que se hacen llamar profesores y a la señora Bianca con su delantal viendo a al patio y tratando de calcular el promedio de cuántas empanadas, pastelitos y tequeños iba al tener que preparar hoy para las 9.

Movía mis piernas de atrás a adelante hasta donde el muro que conformaba el banco me dejaba hacerlo, de manera sutil e infantil mientras tarareaba una de la canciones que solía cantar mi papá a mis primos cuando estaban más pequeños y no podían dormir, melodía que se quedó plasmada en mis recuerdos sin mucho esfuerzo. Seguía esperando que algo bueno e interesante pasase, tal vez dos mente e' pollos peleando, aunque tal vez eso era ser un poco pretencioso. Dios, no espero mucho, solo algo para entretenerme.

Patada, katate y kung fu.

Para mi sorpresa, vi a un niño de camisa azul acercarse y tragar antes de mencionar algo, esperando que dijera algo me incliné en mi asiento para escucharlo mejor y él por consecuencia y sin anticiparlo dio par de pasos atrás. Yo sonreí, creyendo que estaba asustado y antes de decirle algo, me dio una nota que agararré casi en el aire porque así como apareció se perdió.

Yo, con el asombro plasmado en el rostro metí en el trozo de papel en mi bolsillo y me enderecé pensando en qué coño habrá en ese papelito.

"Jaja, papi. Tienes el pantalón roto y andas a rueda libre, cuando llegaste me dijeron que provocaba hacerte unas tencitas, lol"

Tan rápido como se fue, Changbin volvió a sentarse a mi lado pero esta vez en silencio, no dijo nada por unos posibles dos minutos, a mis ojos parecía algo perdido en sus pensamientos y problemas, yo por mi parte, a parte de imaginarme que boxer tenían piesto hoy más que nada esperaba a que HyunJin apareciera, tan feliz como de costumbre y con la mismas ganas de comerse el mundo que siempre. Porque si yo era el sol, el era el arcoiris, por mi cuenta brillo, pero con él a mi lado el día se hace especial. Sin olvidar que los primeros días de clase su mamá está de vacaciones por lo que le pone un cachito de cielo a desayunos del pana.

Qué arepas más divinas. Aparte, no es por eso en especifico que quiero que venga. Obvio no, qué pena.

ㅡJisungㅡ me llamó tratando de lograr que enfocase mi atención en él ㅡ¿Adivina quien tiene un infección respiratoria y quiere que vayamos a verlo hoy?

No me extraño el hecho de que algún conocido mio estuviera enfermo, sino el hecho de que Changbin parecía estar realmente preocupado cuando estaba hablando por teléfono para luego venir a decirme algo tan corriente... decidí barrer ese pequeño detalle debajo de la alfombra y sólo limitarme a responderle ㅡNo sé, ¿mi fiel amigo Salomón Rondón?, qué voy a saber yo, ¿me ves cara de la tía bruja de Felix o cómo, mamagüevo?.

ㅡPara nada, Minho otra vez anda delicadito y Christopher dijo pa' ir a darle una vueltica más tarde los dos. ㅡ sugerió sonando un poco juguetón. Él sabe y tiene muy en claro que si algo que no me molesta en lo absoluto es pasar algo de tiempo con él.

Sonreí, tal vez hoy no sería tan mierda cómo yo pensaba.

Pasando de un tema a otro en busca de aliviar mi incertidumbre, saqué la nota de mi pantalón y me dispuse a leerlo, con una sonrisa que se desvaneció muy rápido. Era una ficha doblada a la mitad, con palabras en cursiva y bolígrafo sobre ésta

"Mi hermana me dijo que hoy la "A" entra a las 8, tú eres el único que llegó a las 6".

Bueno, eso explica algunas cosas.

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¿sí sabían que votar y comentar es gratis?, porque mami, pareciera que te estuvieran cobrando, no te veo marditx.