Parte IV

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Cuando los dos llegaron al lugar en donde estaba todo el caos, las cosas no estaban pintando bien. Era una especie de ejercito de enmascarados que rompían todo a su paso, saqueaban y amedrentaban a las personas. Evidentemente los superaban en número, pero ellos tenían convicción.
Cada uno de ellos se encargaba de por lo menos tres maleantes, pero debían trabajar con mucha rapidez para que los demás no se escaparan. Sin embargo, por más esfuerzos que estuviesen haciendo, por más gadgets que usaran, eran demasiados, y ellos eran solo dos.

A Nightwing ya lo tenían contra las cuerdas, no dos ni tres, eran cinco hombres que le golpeaban con todo. Claro, él no decaía, así fuera con uñas y dientes hacia frente a la situación. De pronto, un espeso humo les envolvió a todos, estaba intentando ver por detrás de esa densa nubosidad, pero apenas podía notar como cada uno de los maleantes era alejado de él. Podía escuchar los golpes y quejidos. Cuando la niebla empezaba a desvanecerse, lo vio, era un chico de unos 16 o 17 años, ataviado con un traje que no lograba reconocer de inmediato, pero cuando lo hizo, su sorpresa fue enorme, era Robin, vestía un trae de Robin. Su estilo era brutal, no le importaba mucho el lastimar a las personas. Dick estaba pasmado, no podía procesar lo que estaba viendo, fue tanto que ni se había fijado que todos los maleantes que estaban a su alrededor ya no estaban de pie. Su cabeza reaccionó cuando vio la mano de aquel chico frente a él, ofreciéndola para que pudiese levantarse. -

—No puedo creer que esto esté pasando justo ahora, es un gusto, soy el nuevo Robin. –Dick con la boca medio abierta tomó la mano y se puso de pie, no podía dejar de ver a aquel chico, estaba tanto anonadado como indignado. A las espaldas del chico vio a Batwoman golpeando a un hombre en la cara, dejándole caer por unas escaleras, y luego saltó hacia donde ellos estaban-

—Pensé que no ibas a venir, al igual que no lo has hecho las últimas veces. –Le habló el joven maravilla-

—Estaba tomando un tiempo para mí, creo que era necesario. –Movió la cabeza hacia un lado con un gesto de chulería y corrió hacia donde estaban los demás, la otra parte del caos. Dick seguía en silencio, no había expresado ni una sola palabra, Kate se le quedó viendo un momento y negó-

—Han pasado muchísimas cosas desde que te fuiste, pero ya habrá tiempo para contarlas. Ahora tenemos trabajo. –Le dio una pequeña palmada en el hombro y salió corriendo. –

Las cosas en la ciudad estaban siendo duras, hasta la policía había intervenido, era como si esas personas que atacaban todo y a todos, estuviesen siendo controlados, era un acto de vandalismo salvaje y atroz. Pero cuando las esperanzas de salir victoriosos estaban empezando a caer, un rayo de luz se iluminó en los cielos de Gótica; no era un ave y mucho menos un avión, era justo lo que necesitaba la ciudad en ese momento, a quien necesitaban. Todas miradas se fueron hacia el cielo, se podía escuchar a la policía vitoreando mientras salían propios y extraños a tomar fotografías. Aquello no era poca cosa, era Superman sobrevolando los cielos de Gótica, ayudando a sus vigilantes a combatir el crimen. Todo fue tan rápido, en menos de un tris tras, las cosas estaban en “orden” otra vez, todos los maleantes habían sido capturados, el héroe era alabado.
La indignación se había apoderado de Dick, veía como todos iban corriendo a felicitar a Superman, a buscar alguna foto o algunas palabras. Hasta a aquel joven, ese que se hacía llamar Robin. Respiró profundo y negó justo antes de darse la vuelta para ir hacia donde estaba su motocicleta. Kate le observó atentamente, solo pudo suspirar.


Al Kate llegar a la baticueva se quitó la máscara para ir directo hacia Dick, que solo estaba de pie frente a uno de los viejos trajes de Batman. Se veía el conflicto en sus ojos, estaba lleno de dudas, de preguntas.

—Salió bien esta noche. Creo que podríamos funcionar como un equipo. –Estas palabras en la voz de Kate le hicieron voltear con lentitud-

—¿De qué hablas? ¿Qué equipo? El que salvó el día fue Superman, el héroe, que por cierto ¿Qué hacia allá? ¿Por qué tenía que ir?

—Solo nos estaba ayudando. –Dick negó- ¿Cuál es el problema exactamente?

—No tienes idea de nada, evidentemente. –Resopló y se dio la vuelta golpeando una silla en la que luego se sentaría- Esto no es sencillo, no es venir y reunirnos para combatir el crimen como si nada hubiese pasado. Las cosas no son así, pensé que justo tú, sabiendo cómo eres, ibas a entenderlo.

—Estoy intentándolo, pero no puedo, porque no entiendo. Pensé que tus problemas eran solo con Bruce, ahora veo que también tienes problemas con Clark ¿A qué se debe?

—Es otra historia. –Unió sus manos y negó. Antes de que Kate pudiese decir algo, Clark se adentró a la Baticueva. Ahí Dick se puso de pie y empezó a aplaudir, lleno de ironía- ¡Abran paso! ¡Ha llegado la deidad! –Aplaudía con elocuencia bajo la mirada penosa de Clark. Kate frunció el ceño-

—¿Puedes dejar de ser un idiota por un momento?

—No Kate –Intervino Clark- Déjalo, me merezco ese trato.

—Al menos lo aceptas. –Dick volvió a sentarse- Todo esto es una farsa, una pantomima ¿Qué se supone que haces en la ciudad? ¿Qué pinta Superman en este mundo? Justo en este mundo. Ya veremos mañana todas las portadas de los diarios con encabezados como “Ciudad Gótica ve la luz, Superman le devuelve la esperanza a una ciudad que la había perdido desde la desaparición de Batman” –Esto lo vociferaba exageradamente- ¿No es suficiente con la admiración ciega que tiene el mundo con Superman para que también vengas a esta ciudad a dar “esperanza”? Lamento decepcionarte Clark, pero aquí ya no hay esperanza. –La cara de Clark no expresaba más que pesar-

—Yo necesito saber qué sucede aquí. –Kate estaba confundida, podía sentir la rabia y el resentimiento en la voz de Dick, pero no entendía el contexto. Antes de que siquiera alguno de los dos pudiese decir algo, el joven maravilla ingresaba en el lugar, ya sin su traje, pero con una visible emoción-

—¡Eso fue salvaje! Tenemos que repetir lo que ocurrió esta noche. –Pasó por el lado de Clark y le hizo un gesto con la mano, un saludo tocándose la frente- ¡Sup! Esto fue genial.

—Yo te he visto antes. –Comentó Dick- Eres el chico que estaba en el funeral, el que no me quitaba la mirada de encima.

—Sí, soy yo. –Corrió hacia Dick- Jason, Jason Todd. No tienes idea la ilusión que me hace esto, es como un golpe de adrenalina. Conocí a Dick Grayson, al primer Robin, y de qué manera, salvando su vida. Esto es surreal.

—Sí, es surreal. Toda esta escena es surreal ¿Qué es esto? ¿Qué quieren con todo esto? ¿Armar un equipo? No cuenten conmigo, ya he tenido suficiente con todo lo que he vivido dentro de esta casa, y en esas calles, todo lo que he vivido junto a Bruce, junto a Batman, junto a quien sea. No quiero formar parte de un equipo. No quiero formar parte de ninguna familia, no de esta familia, porque pertenecer a ella es estar bajo un régimen dictatorial. –Jason movió la boca hacia un lado, la verdad es que muy equivocado no estaba- Véanse, véanme, no somos más que un puñado de inadaptados que creen pueden hacer el bien cuando el mundo o hace más que caerse a pedazos. –Negaba. Volteó un instante haciendo un paneo rápido por el lugar, veía las caras de cada uno- No quiero estar aquí. –Tomó el maletín que tenía a su lado con la intención de salir, pero se detuvo- ¿Mi habitación en este lugar todavía está disponible o también tiene un reemplazo?

—Tu habitación está libre. –Respondió muy bajo Kate, a lo que Dick asintió, pero antes de salir, volvió a hablar-

—Contigo no quiero ni hablar. –Se lo dijo a Clark, así que ni pienses en buscarme siquiera- Y tú, niño –Le habló a Jason- ¿No podías pensar en otro nombre? ¿Por qué Robin? Eso es apropiación de identidad.

—¿Lo es? Creo que ser Robin es más que una simple identidad, es algo que va más allá, que tiene que ver con la actitud. Es algo genial que ni debería afectarte, tendría que ser como un honor para ti.

—No lo creo. –Respondió con seriedad antes de salir de aquel lugar, visiblemente molesto. Kate cubrió su cara con sus manos y respiró profundo-

—Todo esto es una locura, una que va haciendo todo más difícil. Yo sabía que sería complicado, pero ¿Ahora qué? –Clark se quedó en silencio, mientras Jason se recostó del mesón que estaba detrás de él con los brazos cruzados-

—Es que al final Dick tiene razón, pertenecer a esta familia es estar bajo un régimen autoritario. –Comentó como si nada el joven Todd-

—Como si tu siguieras las reglas. Eres el ultimo que tiene derecho a quejarse. –Le recalcó Kate- Por más que Bruce lo intentó, sigues siendo un desastre.

—Precisamente por eso tengo derecho a decirlo. Creo que soy la prueba viviente de que todas esas reglas no funcionan para nada. –La cara de Póker de Kate fue monumental- Pero eso no quiere decir que no me guste pertenecer a aquí, es divertido poder salir a la calle y patearle el trasero a cualquiera que se atraviese en tu camino ¿Y sabes qué es lo mejor? Que nadie sabe quién eres. –Tanto Kate como Clark se quedaron viendo a aquel chico, era increíble cómo podía pensar de ese modo. Luego la chica volvió la mirada al Kriptoniano-

—¿Y tú? ¿Vas a contarme lo que pasa con Dick? Porque aquí todo es un misterio, todo es un secreto. –Clark movió la boca hacia un lado-

—Es algo sin importancia que pasó hace algún tiempo.

—¿Sin importancia? ¿Y Dick te detesta?

—Que dura es la vida del superhéroe –Comentó Jason- La mayoría de las cosas cotidianas son sin importancia. –El sarcasmo reinaba en las palabras del joven-

—Sí, es algo sin importancia, al menos yo creí que era sin importancia, pero no medí las consecuencias de mis palabras, de mis actos. Y terminé haciéndole un mal Richard. Es algo que tengo que resolver yo, porque evidentemente no vas a poder avanzar sin él no avanza. –Se lo dijo a Kate- Claramente, esta noche no voy a poder hablar con él, pero lo haré pronto. –Dijo esto y desapareció a la velocidad de la luz, dejando solo una pequeña ventisca. -

—Que complicado es todo. –Lanzó sarcásticamente Jason-

(Bat) Family Business 🦇Where stories live. Discover now