Inmortales

Capitulo 17

Capitulo 17

"Pausa"

Alis decidió que no iría con guardias y que tendría solo a Gabriel y Sebastian como acompañantes, ya que el Consejero tampoco viajaba con guardias. Decidieron que era una buena idea porque asi tendrían menos riesgos de que la información se filtrara. Un auto aparte iría con las maletas de todos, exactamente como lo habia hecho Gabriel al llegar a la estancia de Alis.

Los tres vampiros iban recorriendo entre milenarios bosques su camino hacia el Norte. Eran dos días de viaje para un vampiro, por lo que Sebastian pensó que ese lugar quedaba prácticamente al final del mundo, ya que viajaban a una velocidad considerablemente rapida.

Cuando se despidieron de Ezequiel, este le adviritió a Sebastian que no dejara sola a la Reina por nada del mundo, que debia volverse su sombra, siempre tener una habitación al lado de ella, para cualquier cosa que necesitara.

Sebastian no pudo evitar lo que él necesitaba de la Reina, desde la noche pasada.

En el viaje se detenían para alimentarse, Alis se quedaba acompañando a Sebastian para su caza y luego él la acompañaba a cazar. Sebastian no pudo evitar pensar que era muy delicada con los humanos que usaba para alimentarse.

—¿Qué estas pensando, Sebastian? —dijo ella, cuando estaba apoyada en un árbol, limpiando su menton y su cuello, con un pañuelo —¿estoy limpia? —pregunto, exponiendo su cuello.

—Si —susurró él, mirando hacia otro lado, esquivando aquella imagen —¿de verdad no lees mi mente?

—Fue una promesa, de corazón —dijo haciendo una cruz con su meñique, en el lugar donde debia ir su corazón latiente —aunque presiento, que lograrías que me sonrojara con tus pensamientos.

Sebastian fruncio el ceño.

—Solo es una broma, por Dios...

Antes que Sebastian pudiera confirmar o no esa teoría, Gabriel ya habia llegado con ellos.

—¿Todo bien? —pregunto el Consejero.

—Todo perfecto, gracias Gabriel – dijo ella.

—Perfecto, sigamos.

Sebastian se tomo unos segundo antes de seguirlos, queria cierta distancia. Alis se veía muy comoda corriendo al lado de Gabriel, este era un vampiro extraordinario. Sebastian ni siquiera podía llegar a pensar en las habilidades que manejaba, pero presentia que para vivir tan alejado y donde siempre habían inviernos eternos y muy brutales, debia manejar una habilidad como la del hielo, igual que él.

Alis corria a su lado, como si fuera lo más natural. Llevaba el mismo vestido que la noche anterior, de hilos color blanco.

Sebastian comenzaba a sentirse como un idiota, al correr siempre detrás y observarla como si fuera algo inalcanzable, aunque luego comenzaba a regañarse por los pensamientos que estaba teniendo. No habia pensando en su vida en otra mujer que no fuera su difunta esposa y comenzaba a sentirse mal por ello, no era natural y además no tenia sentido, considerando que todos parecían encontrarlo como el peor candidato para Alis.

Y no estaban del todos equivocados, según el propio pensamiento de neófito, considerando que hace solo unos meses estaba pensando en acabar con su vida. Prácticamente era un vampiro bebé, que no sabia el potencial de sus habilidades, Alis le dejo en claro que sus entrenamientos seguirían una vez llegaran a la residencia de Gabriel.

Sebastian decidio concentrarse en ello, mejorar para poder liberar a Alis pronto...y para poder escapar de ella, que estaba logrando acabar con su cabeza.