Capítulo 15

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Capítulo 15

"Traidor"

Nuevamente se encontraba Sebastián y Alis en la oficina, escuchando el informe de Ezequiel sobre los cimientos de plata. Ambos atento y asintiendo a todas las hipótesis del Guardia, quien pudo descubrir varias pistas que los relacionaban con los Licántropos.

— ¿Cómo es posible que puedan comprar?

—Han de tener algún contacto —dijo Sebastián, leyendo atentamente sobre los planos de los cimientos —sería muy fácil poder vender a licántropos, tienen muchos puntos de salida. Solo necesitan un vampiro que sea capaz de traicionar a su Reina.

— ¿Por qué habría vampiros traicionando a la Corona? —preguntó Ezequiel, negando ante tal idea.

—Tienes que llevar esto al resto del Consejo, han de investigar sus propios cimientos de plata y ver a quien le están vendiendo, los necesitas para poder crear una trampa y atrapar a los vampiros que te están traicionando.

Alis miró unos segundos a Sebastián, pensando en su idea.

—No sería la primera vez que alguien me traiciona durante estos años.

—Por lo menos ya han de tener una idea de cuál será su final, si los encuentra —dijo Ezequiel, recordando antiguas traiciones. Sus castigos eran ejemplares, por eso no entendía cómo era posible que alguien se animara a traicionar a Alis.

—Deben estar muy seguros de lo que hacen —dijo Sebastián, tratando de entender todo el movimiento —deben ser muchos vampiros, Alis, como para que se animen a traicionarte.

—Es lo mismo que estaba pensando, solo tenemos un grupo como sospechoso, son muchos, pero jamás habría imaginado que se unirían a sus propios enemigos.

Sebastián miro a Ezequiel, buscando respuestas.

—Son los Rebeldes, dirigidos por un solo vampiro, buscan ciertas libertades que no han sido concedidas, pero odian a los licántropos, tanto como el resto de las Cortes.

—Pero tienen un enemigo en común —dijo Alis, poniéndose de pie —yo.

—Creo que lo primero es buscar a los vampiros traidores, acabar con ellos o buscar una estrategia que nos demuestre donde están las agrupaciones de licántropos, para terminar con esto de una buena vez —dijo Ezequiel, mirando preocupado a Alis.

—Sí, parte por parte —susurró la Reina de los Vampiros, mirando a través de la ventana, con sus manos entrelazadas.

Sebastián se encontraba en el lugar donde se había llevado a cabo la batalla con los licántropos, observaba atento cada detalle que demostraba que algo había sucedido. Aun le costaba creer sus propias acciones, como había sido capaz de acabar con monstruos que solo existían en las pesadillas de humanos.

— ¿Sucede algo? —pregunto Alis, acercándose a donde se encontraba Sebastián.

—Solo recordaba a los licántropos.

—Si deseas que Ezequiel te entrene, no hay problema, puedo pedírselo. Sé muy bien que no te agrada mi forma de enseñar.

Sebastián se tensó solo un segundo, pero finalmente puso su atención en algo más que el cuello de Alis. Desde que habían estado en la oficina hablando de licántropos, no había podido dejar de observarla con otros ojos, aquello lo incomodaba y principalmente lo ponía muy nervioso. A veces hasta podía agradecer no tener un corazón que palpitara más rápido de lo normal.

—No es necesario, gracias. Aprendí mucho... la última vez que estuvimos aquí.

—Claro que si —dijo ella, avanzando unos metros más, caminando —Ezequiel se está encargando de averiguar los hechos, debemos averiguar si tenemos a algún traidor dentro del castillo.

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