Estaciones de una vida

No hablaré de mi amor

Ni una simple sonrisa
ni un poco de luz en sus ojos profundos.

Sus garras delineaban la curva de su cintura y volvía a deleitarse con el aroma y la magia de su piel.

-Rin...

Ni siquiera reflejo
de algún pensamiento que alegre su mundo

Abrió sus ojos y miró a su señor, se abrazó a él y espero que hablara.

-Ya no podrás volver a estar con nadie más...-Acariciaba su cabello mientras le besaba las mejillas.

Hay tristeza en sus ojos
hablando y callando y bailando conmigo.

-Ya somos uno solo...

Una pena lejana
que llega a mi alma y se hace cariño.

Suspiró y una lágrima cristalina recorrió su rostro.

El muchacho de los ojos tristes
vive solo y necesita amor.

-Nunca te dejaré...-Sentenció ella y cerró sus ojos...

-Nunca...

Como al aire necesita verme
como al sol lo necesito yo...

-¿Qué te parecería una cita con mi papá?

El muchacho de los ojos tristes
ha encontrado al fin una razón.

La miraba como si quisiera concentrar toda su atención la humana.

-Papá...

Para hacer que su mirada ría
con mis besos y mi gran amor.

-¿Te agrada la vida del palacio?- Le preguntó y Rin tardó un poco en contestar. No sabía cómo controlar las palpitaciones en su cuerpo.

No lo conozco
y ya quiero volver a encontrármelo a solas

Su corazón corría desbocado por la fuerte mirada que tenía ante ella.

Y en sus ojos de otoño
dormir poco a poco olvidando las horas.

-Estás muy roja...

-¡Ah debe ser el calor!

-Estamos en Enero...

-Emmm...

Yo pretendo saber
por qué extraña razón hoy sus ojos no ríen.

Cayó en un hechizo. No se dieron cuenta pero al encuentro de sus ojos, sus rostros se acercaron un poco más. Rin sintió el golpeteo de su corazón.

¿Qué es esta sensación?

Yo pretendo lograr
con ternura y amor ver sus ojos felices.

La situación se volvió realmente comprometedora, la mano de Rin que descansaba sobre el barandal del pasillo fue aprisionada por la suavidad de la mano de Sesshomaru. No había vuelta atrás...

Cada vez la distancia se acortaba más y más...

-¿Ya llegamos?

-No Kagome, aún no... Pero estamos cerca de la frontera del Lord, así que eso significa que no es mucho lo que nos falta.

Rin había despertado al escuchar la voz de ambas mujeres, abrió sus ojos aturdida, había estado durmiendo por un tiempo, estaba recargada en la cabeza de Ah mientras se daba cuenta de que había estado cubierta por una manta.

-Parece que me he dormido de nuevo.-Murmuró aunque con la voz aún cansada.

-Sí, pero parecías tan cansada que no quise despertarte.-Le contestó Kagome.