𝑯𝒂𝒑𝒑𝒚 𝒃𝒊𝒓𝒕𝒉𝒅𝒂𝒚, 𝑱𝒐𝒉𝒏𝒏𝒚

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Nueve de febrero, era el cumpleaños de Johnny. Se celebraba en la casa de Taeyong, así que iba apurada para llegar un poco antes. Supuestamente era sorpresa.

Entré a la casa y vi todo a oscuras, casi siento el "sorpresa" pensando que era Johnny, pero el chico de pelo rojo, les dijo quién yo era en verdad. Sí, hablo de Taeyong.

Me escondí detrás de unos sillones junto a Yoonoh, desde que supo que el castaño y yo estábamos teniendo "algo" se había alegrado mucho.

Al llegar el cumpleañero todos gritamos "¡sorpresa!", Johnny agradeció a todos sus amigos y familiares. Quiero destacar lo tierna que es su madre, le llevó la torta con una sonrisa muy pura. Y me di cuenta que sonreían igual.

Se me vino el recuerdo de cuando Johnny le dijo a su madre que yo era su novia, creo que mis mejillas se estaban sonrojando.

Al llegar Johnny a mi, me esperaba un abrazo, en cambio recibí un lindo y suave beso, me dejó sorprendida y me escondí entre sus brazos, escuchar su risa fue lo más lindo del mundo.

-No pensé que estarías, ni siquiera te había dicho sobre mi cumpleaños.- hablaba mientras arreglaba mis cabellos, era una ternura. Era verdad, este idiota nunca lo mencionó, fue mi hermano quién me dijo.

-Exactamente, es por eso que hoy no te tengo un regalo. Mañana tendrás uno.- su sonrisa traviesa se dejó ver.- ¡Eh! No he dicho eso, idiota.

Después de eso, sus familiares se fueron y quedamos solo los jóvenes, empezó la música y salió el alcohol. Los distintos olores de humo se hicieron presentes y ahí empezó la verdadera fiesta.

Johnny y yo no nos despegabamos, el ritmo de la música se sentía a flor de piel. El alto no parecía dar tregua a mi trasero, entonces empecé a jugar con él.

Sentir su aliento chocar en mi oído fue gratificante, besaba mi lóbulo y yo solo me deshacía en pasos de bailes mal hechos por sus caricias. Si bien todo estaba oscuro, me daba vergüenza ver como mantenía nuestros cuerpos casi como imanes.

Manteníamos nuestros ojos cerrados, con la mente relajada. Aunque por mi parte sentía una grave atracción hoy hacía él. Quizás su regalo sí iría a ser placentero.

Me tomó de la muñeca y nos llevó a los alcoholes, ambos pedimos algo fuerte, hoy solo había que disfrutar.

Nada nos paraba, nunca me había sentido tan a gusto bailando con alguien, y menos con un chico que bailara tan bien, era sumamente sensual. Las miradas coquetas que me dedicaban, los besos con hambre, todo indicaba que iba a ser mi noche favorita.

...

Llegamos al baño hechos un desastre, la escena de la fiesta en que nos vimos se me repetía en la cabeza y no hacía más que reírme. Johnny me miraba confuso.

-Es que... Recordé que en este mismo baño casi me rompes el culo hace un par de meses...- la risa de Johnny sonó junto a la mía esta vez.- Espero que no llegue Yuta otra vez...

Johnny se me abalanzó haciéndome chocar con el lavamanos, me subió encima de este y siguió besandome con parsimonia, lentamente, sin apuros. Sabía bien que no haríamos nada, pero me encantaba sentirlo cerca. Que esos labios me dejaran sin aire.

Mis dedos se enredaban en sus suaves cabellos, y sus manos se adentraban en mi blusa, haciéndome tener escalofríos por sus heladas manos.

Ataqué su cuello al verlo parar un momento, me encantaba su perfume. Quería tenerlo pegado en mi almohada todos los días.

Salimos del baño de la mano, contagiada por su risa y sus ojos tan sinceros y tiernos. Me estaba acostumbrando a tener a este chico en mi vida, me asustaba pero me gustaba.

...

Seguimos bailando hasta que todo acabó, eran aproximadamente las 4 de la mañana y ya todos estaban apagados. Demasiado rápido.

Johnny me llevó hasta mi departamento, en el camino fue todo risas y miradas coquetas, al dejarme en la entrada de mi hogar, me besó apasionadamente. Tiró de mi labio inferior, se acercó a mi oído y susurró un "hasta mañana, Megan". Dejándome casi sin aire, se fue hacía el ascensor, dándose vuelta de vez en cuando con una sonrisa victoriosa.

Entré al departamento encontrandome con todo a oscuras, solté un gran suspiro recuperando todo el aire perdido al instante.

Fui a mi habitación y me tiré encima de la cama, sentía una molestia entre mis piernas y sabía exactamente qué era.

...

Desperté y vi el reloj, marcaban las cinco en punto. La agitación en mi cuerpo producto del sueño que había tenido se estaba dejando ver.

No perdí minutos y volví a vestirme a como estaba hace unas horas, salí del departamento nublada por mis pensamientos.

Creo que tu regalo se adelantó, Johnny.

...

Bueno esta mierda fue hecha lo más rápido posible y x eso está tan malo bueno xau.

Cyber sex • Johnny SuhWhere stories live. Discover now