Epílogo.

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Podría hacer una lista de todo lo malo que le puede pasar a una persona.
Podría hacer una lista de lo bueno que viene con ello.
Podría simplemente no hacer nada y dejar que pase.

Pude haberme quedado en esa casa ese día. Tal vez de haberlo hecho habría evitado tantas cosas.

Cada día de mi vida creía que era una cobarde, que solo me quedaba a su lado por miedo, que me quedaría sola toda mi vida aún y estuviera él conmigo.

Las grandes cosas toman tiempo, sí lo sé, es una frase desesperante, lo digo porque lo viví. Me preguntaba cada noche ¿cuánto tiempo más tardará? ¿Realmente llegará?

Pero cuando llega ni siquiera lo notas.

Aprendí que el tiempo arrastra muchas cosas al igual que un río tras su paso y que muchas de esas cosas se quedan enredadas en las piedras  o en las algas.

Hay recuerdos que no se van, que su deber es quedarse y hacerte recordar quien realmente eres, haciéndote entender que las cosas grandiosas que vives después de ellos es porque te lo mereces.

Recuerda que nunca es bueno quedarse callada, aún creyendo que te mereces el maltrato de la Bestia, aún cuando crees que es lo único que podrás tener en tu vida.

Realmente no es bueno, para mí no lo fue.

¿Crees que de haberme quedado en su casa y hacer lo que me pedía, habría estado en donde estoy y con quienes estoy?

Por eso sé que todo el amor y la paz que estoy recibiendo de mi familia me lo merezco.

Todos lo merecemos.


—Ashley Torres.

Casada Con Una BESTIA  | EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now