Capítulo 50

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Narrador Omnipresente:

Todo era silencio en aquel muelle.
Todos se miraban entre ellos con rostros serios.

_Esto me recuerda al genio de la lámpara -dijo de la nada Alis- lo primero que pidió fue ser un príncipe, después riqueza y por último que el genio fuese liberado. ¿Quieres eso último?

_-para la sorpresa de todos niega- lo que quiero es otra cosa -bajo la cabeza- tardáis demasiado, Alis-nee-san   -levantó la cara- serás tu

Todos permanecieron en silencio sorprendidos, y más la albina, aunque en parte era lo lógico, después de todo fue ella quien pasó más tiempo con Lilith.

De la nada, Alis junto a la niña desaparecieron, dejando boquiabiertos a presentes.

La chica de ojos carmín cerró los ojos con fuerza al notar aquel resplandor, y cuando los abrió, se encontraba en una sala totalmente blanca, en aquel sitio, solo había una mesa con dos sillas, además de que en la mesa había una pistola, y por último había un televisor gigante.

_¿Qué significa esto?

_Alis-San, soy una diosa -sonrió como si nada-

_A-ah...

_No es difícil de creer, tienes de amigo a un dios también, bueno, en teoría era un dios...-se quedó pensativa-

_¿Te refieres a Chuuya?

_-asiente- De todas formas te explicaré las reglas del juego -sonrió- Este es mi espacio, un espacio en donde lo puedo ver todo -señaló el televisor- yo nací, y vi todo desde el primer hombre en la tierra.
No puedo morir -bajó la cabeza algo frustrada- no puedo morir a no ser de que alguien me gane

_¿A qué te refieres?

_Solo concedo tres deseos por una razón, lo que pide la gente suele ser cosas demasiado grandes o que cuestan un gran precio. Y la verdad... Conceder sus deseos cuesta un precio. Y ese precio son años de sus vidas, aunque no simplemente se los resto y ya, no, claro que no, ellos se quedan conmigo hasta que se cumplan los años pactados, viendo todo, viendo como sus familias son felices al lado de otros.
Por eso la pistola en la mesa, cuando no lo soportan más... Mueren, al no cumplir el pacto, todo lo que pidieron se desvanecerá -mira a la mayor- Podríamos decir que tengo el poder de cambiar tus años por lo que quieras

_Entonces... Si ganó tu juego ¿tu morirás?

_Exacto, viví por siglos, y ya no puedo más, lo único que puedo hacer es observar... Además, solo puedo bajar al mundo humano cada un siglo por un mes y medio

_¿Normalmente elijes a la gente con el resplandor puro del poder? ¿Por eso Atsushi era necesario?

_-Asiente- normalmente esas personas son puras, sus deseos suelen ser ingenuos y no aguantan y se acaban suicidado

Las dos permanecieron en silencio, mientras que Alis pensaba mucho el tema, al final, ¿la novela resultó ser una niña? Bueno, niña no sería, ya que tendría siglos de años.

_¿Qué pasaría si no tengo ningún deseo? ¿Así podrías irte ya a descansar y yo no perder mis años de vida?

_El juego no funciona así -suspira- tienes obligado pedirme 3 deseos, podrías pedirme unos chicles y así te podrías ir, pero... Creo que quieres revivir algo que hace poco dejó de crecer -apunta a su vientre- dime... ¿Aceptas?

Alis acarició su vientre, revivir a alguien le costaría bastante seguramente... Además, si lo revive y no aguanta los años que se pactan, el que revivió moriría...

¿Qué podía hacer ante eso?

Lo único que le quedaba era aceptar, la idea de tener un aborto tras las espaldas de Dazai era algo que realmente no le agradaba y no quería.
Además de que su pequeño tendría que tener que vivir ¿no?











































Continuará_

VíҽղԵօ ժҽ Ӏɑ RҽѵօӀմϲíóղ  (Bungou Stray Dogs) (Dazai Osamu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora