haikyuu ✧ one shots.

07. ayuda mutua ❀ KUROO TETSURO

—Chicos, deberían dejar el entrenamiento por hoy..—hable llamando la atención de los miembros el equipo.—Dentro de unos minutos van a cerrar la cafetería, debería ir cuando antes.

—¡Oh lo había olvidado!.—exclamó  Taketora.—Vayamos vayamos.

Observó como los chicos acomodan las cosas rápidamente y toman sus pertenecías.

—¿Tú no irás a comer (N)-chan?.—preguntó Yaku mientras se acercaba a mi.

—En un momento iré, debo avisarle primero a Kuroo, debe estar con Bokuto y Akaashi.. así que en un momento los alcanzó.

Guarde algunas cosas en mi mochila, a excepción de un cuaderno en donde estaba las estadísticas, apuntes y partidos que se han hecho en el campamento. Me puse mis zapatos y caminé o traté de caminar los más rápido hacia donde se encontraba Kuroo. Me había pedido la tarea junto con el entrenador de hacer estadísticas de los partidos, debo asegurarme de dárselos lo más pronto posible.

Camine por unos segundos, hasta que el sonido de balones chocar, me asome hacia la puerta del gimnasio. Ahí se encontraba él, practicando con Bokuto y Akaashi, reí levemente mientras me quitaba mi zapatos y me ponía los correspondientes.

—¿Podía unirme?.—pregunte juguetona.

—¡Oh (N)-chan!.—exclamó Bokuto mientras se acercaba rápidamente a mi, me abrazo de sorpresa.—¡Claro que te puedes unir!

Me sobresalte un poco por su acción aun así, no me queje, le respondí el abrazo con gusto.

—Lo digo de broma, no sé jugar voleibol, mejor se lo dejo a los profesionales.—hable mientras le sonreía.—Oh Kuroo, aquí está lo que me pidieron.

Kuroo se acercó a mi, tomó la hoja y comenzó a leerla.

—Estupendo, gracias pequeña.—agradeció mientras alborotaba mi cabello.—Por cierto Bokuto, si no la sueltas te golpeare fuertemente con el balón.

—¿No te han dicho que eres muy celoso?.—preguntó Bokuto mientras me soltaba.

Al momento de soltarme, Kuroo me abrazo, sentí mis mejillas ruborizarse, a pesar de todo me daba vergüenza esto, hace un año que salía con Kuroo. Ambos nos conocimos desde primero y bueno, ambos entramos al equipo de volleyball.. soy desde entonces la manager de Nekoma. Kuroo colocó su barbilla en mi cabeza mientras seguía leyendo al hoja que le di.

—Oh cierto..—hable llamando la atención de los tres.—La cafetería va a cerrar dentro de poco, deberíamos ir.. no es bueno dormir con el estómago vacío.

—(N) tiene razón, vayamos.

[...]

Un día más había pasado, los chicos hacían los que les placiera, algunos entrenaban y otros se iba a pasar el rato, me encontraba haciendo un conteo de las victorias y derrotas de cada equipo.

—(N)..hablo Kuroo, lo volteo a ver por un momento. En su rostro se encontraba una sonrisa.—Acompáñame.

Agregó, tomó mis cosas y me quito de manos el libro en donde hacía anotaciones, guardo el cuaderno en mi mochila y posteriormente tomó mi mano jalándome a él. Me llevo hacia uno de los gimnasios, dejo mi mochila en el piso y posteriormente tomó un balón.

—Ayúdame a practicar.—habló mientras me mostraba el balón.

—¿Practicar?.—pregunte sorprendida.—Kuroo no sé jugar voleibol, aparte no puedo ayudarte yo a tus bloqueos. Le hubieras pedido ayuda a Bokuto.

Kuroo sonrió, me acercó a mi y me abrazo con algo de ternura, su colonia invadía mis fosas nasales y un cálido calor embargaba de él.

—Desde que inició este campamento, no hemos tenido tiempo para estar juntos.—hablo él con seriedad.—Por al menos, estemos juntos por un momento.

Mis mejillas estaba ruborizadas, sonríe con ternura mientras tomaba su rostro con mis manos, acaricié su mejilla con cuidado y bese rápidamente sus labios, en los labios de Kuroo se encontraba dibujada una leve sonrisa.

—Eres tan dulce.—hable mientras le volvía a dar otro beso.—Te ayudaré en tus remates.

—Y terminado yo te ayudaré con tus estadísticas.

Y como le había dicho, comencé a lanzar varios balones al aire mientras Kuroo los remataba, así estuvimos por un rato, después de ello le ayude a estirar un poco. Me encontraba sentada en el piso, con las piernas estiradas, Kuroo estaba de la misma forma haciendo que las plantas de nuestros pies hicieran contacto. Los brazos de Kuroo estaba en mis manos, jalaba levemente de ellas. En un momento al otro estábamos con las piernas cruzadas en el piso, esta vez estábamos más cercas el uno al otro mientras jugábamos a varios juegos de manos.

Pero a terminar los juegos, Kuroo me ayudo con las estadísticas como había dicho.