xxi.

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Jeongin iba muy feliz ese día al colegio donde su primo y Christopher trabajaban. Tras el buen sábado que pasó con el mayor y que ese le prestara su libro, había logrado leer a medias el segundo capítulo de ''El Principito''. Ya quería  decírselo a Christopher para que viera que sus esfuerzos estaban dando frutos.

Pero a mitad de camino en el primer piso, cuando estaba por llegar al salón, se encontró con Felix, quien lo miraba al haberse topado casi por sorpresa. Jeongin podía jurar que el alfa no se veía muy bien, en su mirada podía detectar algo de tristeza a pesar de que le sonreía  amablemente.

— Jeonginnie, ¿vienes a clases con Chan?

— Oh, sí... — iba a agregar algo cuando vió que el mayor le guiñó el ojo y se cohibió.

— Bien, él espera en el salón, pensé en hacerle compañía pero recordé que tengo que estudiar — afianzó  más su bolso —. Adiós Jeonginnie.

— Sí, adiós...

Retomando su camino, siguió hasta el aula donde vió al alfa acomodando las cosas para sus clases particulares.

— Jeongin, que bueno que llegas.

— Chan Hyung, tengo algo bueno que contarle — dijo el menor sonriendo animadamente.

— ¿Algo bueno? Dime Jeo... — Christopher detuvo sus palabras y su mirada se dirigió a alguien que cruzaba por la puerta del salón — ¿Dahyunie? ¿Pasa algo, pequeña?

Jeongin volteó su vista hacia la puerta, viendo a una joven omega, aproximadamente de su edad, con una bonita sonrisa entrar con un libro en mano.

— Nada realmente, solamente venía a verte. Hace un tiempo no hablábamos más que de cosas de trabajo y extrañaba compartir contigo una charla informal.

El pelinegro observaba la escena con un malestar interior que comenzaba a fastidiarle. Ver a la chica tan cerca de Christopher le molestaba, no quería entender la razón pero estaba seguro que era por celos. Aunque no debía sentir nada similar, después de todo él y Christopher no eran nada más que amigos. Aún  así, el malestar por verlos juntos y sonriendo seguía ahí a pesar de saber que no había motivo alguno por el cual sentirse así. Al menos no un motivo que el quisiera reconocer.

— Dahyunie, yo también extraño esas pláticas pero ahora mismo no puedo, tengo clases con Jeongin, el cual está  aquí presente.

— Oh... — la chica volteó a verlo — lo siento mucho pequeño, no era mi intención ser grosera. Dios, que mala primera impresión de mí tienes, pero es que suelo ser despistada y algo torpe — sonrió de forma amigable mientras acomodaba sus anteojos —. Soy Kim Dahyun, trabajo en la parte administrativa por si algún  día necesitas ayuda en algo no dudes en venir a buscarme.

— Ah, gracias. Soy Yang Jeongin — dijo de alguna manera seca y desinteresada.

— Bien, entonces, ¿qué dices si después de tus clases con Jeongin-shi vamos a tomar un café y nos ponemos al día, Channie?

— Oh claro, suena bien. Ven por mí en una hora — dijo Christopher demasiado animado para el gusto de Jeongin.

— Okay. Nos vemos, Channie, nos vemos Jeongin-shi — Y dando media vuelta, Dahyun se fue dejándolos solos.

El alfa sacó sus cosas, olvidando lo bueno que le había comentado Jeongin para sacar algunas hojas punteadas y practicar con el menor. El omega simplemente dejó que la clase se diera, ya podría comentarle lo del libro en cuanto se cansara y perdieran su tiempo hablando.

Veinte minutos más tarde, Jeongin dejó la hoja con la misma excusa de siempre. Christopher sonrió pero a diferencia de otras veces tomó su celular y comenzó a escribir un mensaje que Jeongin quiso ver pero le fue imposible. La pantalla del celular estaba en negro por lo que sospechaba que era algo especial por su condición.

— ¿Hace cuanto conoces a Dahyun? — se aventuró el menor a preguntar ate el silencio prolongado.

Christopher terminó de escribir algo antes de guardar su móvil.

— Hace años, por cierto Jeongin, si no te molesta, ¿podemos continuar con nuestra clase mañana?

— Ah, claro Hyung, ¿puedo saber por qué? — guardó sus cosas viendo como el mayor hacía lo mismo que él pero a mayor velocidad.

— Bueno, Dahyunie tiene cosas que hacer y quería saber si nos podíamos ver antes. Y ya que generalmente nuestras clases no duran mucho creí que era lo mejor. Nos vemos mañana, Jeongin.

— Ah, claro... — el mayor pasó a su lado a paso veloz y Jeongin sintió ese malestar nuevamente —. ¡Hyung!

Ante su grito, el mayor se detuvo y su alfa se removió inquieto al percibir una pizca de tristeza y molestia en la voz de su omega.

— ¿Jeongin?

— Yo... no, no es nada, Hyung.

— ¿Seguro? Parecías...

— Seguro, Hyung — interrumpió sin atreverse a verlo — solo quería despedirme... Nos vemos mañana, Hyung.

— Claro... nos vemos, Jeongin.

Inseguro de la actitud de Jeongin, retomó su camino y se fue al encuentro con Dahyun.

Mientras que Jeongin peleaba internamente con él mismo para no reconocer que estaba celoso.

siénteme ー chanin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora