vi.

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Esta es una segunda actualización, asegurense de haber leído la anterior.

;;🍰

Jeongin caminaba sin rumbo por las calles de Daegu, buscando un bar donde poder almorzar.

Tenía algunas opciones pero su estómago parecía no decidirse a que sitio ir. Por lo que caminaba sin cesar, con su estómago gruñendo y su mente intentando decidirse entre sus opciones.

-¡Jeonginnie!

El omega no sabía si el alfa tenía un radar en él para espiarlo o qué. Había dado por hecho que al ser Daegu un lugar grande no se encontraría con el mayor. Pero debió sospechar que estaba cerca cuando sintió a unas cuadras atrás el olor a eucalipto y frambuesas.

—Chan hyung, ¿Cómo me encontró?-preguntó intentando sonar amable y curioso.

—Tu aroma me guió hasta ti, había salido a caminar cuando lo sentí, por cierto ¿Qué hacías, Jeonginnie?

—Buscando un buen lugar para comer, pero no sé cual.

—Oh, en ese caso dime en que calle estamos— cuando se lo dijo sonrió —ven, sigueme, sé de un buen lugar que prepara el mejor kimchi del mundo.

Jeongin pensó en negarse pero un gruñido de su estómago le hizo desistir y seguir al mayor en silencio.

Pasaron por tres calles más antes de terminar en un pequeño pero acogedor lugar donde Christopher entró con confianza, haciendo que la campanilla de encima de la puerta sonara.

Siguió al alfa hasta una mesa del fondo donde había tres sillas. Apenas se acomodaron el mesero se acercó para pedir sus órdenes y el menor dejó que pidiera por él, confiaba en que conociera el menú y se sintió satisfecho al escuchar pedir bulgogi para él y ver como el mesero se alejaba.

—¿Cómo te viene tratando Daegu, pequeño?

—Bien, me gusta. Por cierto ¿No viniste con Felix a ver unos familiares?

—Oh, sí, pero me gusta salir a caminar solo en ocasiones. Me alegra encontrarte en el camino, me caes bien.

—Oh, yo... supongo que también.

Christopher rió ante su respuesta.

—No tienes que mentirme pequeño.

—No yo...

—Ya, sólo bromeaba.— su sonrisa se desvaneció un poco —Tengo curiosidad en algo, y espero no te moleste que pregunte.

—Hasta que no preguntes no sabré si me molestaré o no.

—Bien... Honey me dijo que no quieres casarte porque consideras a los alfas seres egocéntricos y mandones, ¿puedo saber por qué? ¿alguna mala experiencia?

—No, simplemente es lo que veo constantemente. Es como si los alfas trataran a los omegas como objetos, criaturas que mantendrán limpia su casa y cuidarán a sus cachorros. Y a decir verdad, los que mis padres me presentaron eran así, por eso me niego a casarme. No quiero estar con un alfa así.

—¿No has considerado que puede haber alfas distintos?

—No he conocido a uno que me haga cambiar de opinión.

—Conoces a uno ya.

—¿Quién?

—Honey, él no es el tipo de alfa que tú odias.

—No conmigo, no sé con su pareja.

—Creo que eres demasiado terco, Jeonfinnie. Y siento que hay una razón mayor por la cual pienses testarudamente de los alfas de esa forma.

—Da lo mismo si no me crees, ya te expliqué mis razones.

Christopher notó que el menor no quería seguir hablando del tema así que decidió no decir más hasta que les llevaron la comida. Incluso los primeros minutos lo pasaron en silencio hasta que nuevamente el mayor habló.

—Felix dice que le caes bien. Le agradas.— comentó con una pequeña sonrisa.

—Lo noté— dijo recordando al alfa guiñándole el ojo.

Christopher notó que el omega no parecía muy cómodo al estar con él ante el tono casi cortante que había usado para hablarle, por lo que torció los labios en tristeza antes de levantarse de su asiento.

—Lo siento, recordé que le prometí a LixLix que cenaríamos afuera esta noche.— de su billetera tanteó un par de billetes antes de sacarlos y ponerlos en la mesa —esto debe ser suficiente para pagar todo. Adiós, Jeongin.

El menor no tuvo tiempo de decirle nada al alfa cuando lo vio salir a toda prisa un poco nervioso y con una mueca triste. Se preguntó que le pasaba o qué había hecho para que reaccionara de esa forma.

Por algún motivo, algo en su interior se removió haciéndolo sentir solo y como una pequeña presión se instalaba en su corazón.

siénteme ー chanin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora