38. De nuevo solo.

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El sonido del movil me sacó de mis pensamientos, miré el reloj y justo era medianoche, ¿quién podría llamarme a esa hora?, sonreí feliz al darme cuenta que era Hobi, pero, ¿qué hacía despierto tan temprano?, en Londres eran las cinco de la mañana

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El sonido del movil me sacó de mis pensamientos, miré el reloj y justo era medianoche, ¿quién podría llamarme a esa hora?, sonreí feliz al darme cuenta que era Hobi, pero, ¿qué hacía despierto tan temprano?, en Londres eran las cinco de la mañana.

-Hola mi amor -respondí sonriente.

-¡Feliz cumpleaños corazón! No pensaste que se me olvidaría, ¿verdad?

-No, pero tampoco esperaba que me felicitarás tan temprano.

-Quería ser el primero, te amo y te deseo lo mejor del mundo.

-Ya lo tengo, justo hace un año lo encontré.

-Ah, ¿sí? -preguntó fingiendo una voz de sorprendido.

-Sí, fue el mejor regalo de cumpleaños que había recibido hasta ese momento.

-Uy, creo que tengo problemas entonces, para superarlo.

-No tienes nada que superar, el que estés conmigo es más que suficiente, aunque ahorita te encuentres en Londres.

-Sabes muy bien que a mi regreso festejaremos en grande, así que ve tomando vitaminas, mi vida.

-Claro, es lo que hago desde que me diste tu tip.

-Tengo que colgar cariño, me siento muy cansado, feliz cumpleaños y te veo después, recuerda que te amo.

-Gracias por la felicitación, yo también te amo y mucho, te mando miles de besos.

-Yo te mando millones.

Me dormí abrazado a Fufu, el oso que me regaló, era lo que siempre hacía cuando Hoseokie no estaba conmigo, de esa manera lo sentía junto a mí.

Me levanté después que sonó el despertador y me metí al baño, me miré al espejo después de terminar de bañarme, quité el vapor con la mano y sonreí ante mi reflejo, mi vida había cambiado significativamente el último año, tenía un hombre maravilloso a mi lado, prácticamente vivíamos juntos, me habían promovido en mi trabajo y estaba estudiando una maestría, me quedaba poco tiempo libre y lo disfrutaba al máximo con Hoseok, aunque al parecer mi mala suerte no había terminado del todo porque este cumpleaños volvería a pasarlo solo, quizá llamaría a Jimin para que cenáramos juntos.

Al salir del baño me quedé boquiabierto. Al ver varios globos flotando por la habitación, unos decían Feliz Cumpleaños y otros Te Amo, me llevé las manos al pecho, conmovido por ese gesto, volteé hacia la puerta y ahí estaba él, con otro enorme oso blanco con moños lilas en las orejas.

-¡Feliz Cumpleaños amor mío! No habrías creído que te iba a dejar solo este día, ¿verdad?

-No... bueno, me dijiste que volvías pasado mañana.

-Te quería sorprender, mira, encontré la pareja para Fufu -señaló mostrándome a la osa de peluche.- ya no estará más solo, ya siempre tendrá compañía, como tú, mi vida - agregó dejando el regalo sobre la cama.

Yo corrí a abrazarlo y nos besamos apasionadamente, lo tumbé sobre la cama y me senté sobre él con mis piernas a sus costados, me quité la toalla lentamente mientras él me miraba y sonreía, después empecé a besarle el cuello, emitió un suave gemido y subí hasta su oreja, exhalé sobre ella y luego mordisqueé el lóbulo.

-Tae, bebé, el cumpleaños es tuyo, a mí me corresponde darte tu regalo, no tú a mí -exclamó de repente obligándome a bajar de él y se levantó de la cama.

-Tú eres el regalo que quiero -objeté haciendo un puchero -hace una semana que no te tengo y me haces mucha falta.

-Yo también te necesito y te deseo, pero ahora no tenemos tiempo para eso, ya llegará la noche, ten paciencia -aseguró guiñándome un ojo.

-Cierto, tengo que ir a trabajar -recordé y me puse de pie desanimado.

-No, hoy no irás, hablé con tu jefe y te dio el día.

-¿Cómo lo convenciste? -pregunté sorprendido, nadie era más estricto que Chanyeol.

-Soy muy persuasivo, tú no te preocupes, cámbiate para ir a desayunar, hice una reservación para dentro de una hora.

-¿En dónde?

-Ya verás, date prisa, este día sólo estaremos tú y yo.

Me acerqué y le di un pequeño beso en los labios, después me vestí rápidamente y salimos del departamento, manejó a toda prisa al aeropuerto, yo lo miré sorprendido cuando vi que nos dirigíamos ahí y que entraba al estacionamiento, me acarició la mejilla y después se bajó y me abrió la puerta del auto. Subimos a un helicóptero pero no me dijo adónde nos dirigíamos, insistía en que era una sorpresa.


 Subimos a un helicóptero pero no me dijo adónde nos dirigíamos, insistía en que era una sorpresa

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dulce tentación ✦ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora