Δ9Δ

1.2K 159 14
                                    

—¿Por qué no te llevaste tu auto?

—No lo vi absolutamente necesario, además solo fui a comer a un centro comercial, está bien—. Youngjae responde observando a otro lugar claramente nervioso.

Jackson, su pareja de hace más de un año se muestra un poco decepcionado de que su novio haya decidido por su cuenta ir a almorzar en un local de comida rápida sin siquiera preguntarle antes, Jackson espera que lo tome en cuenta para realizar actividades simples pero significativas.

—¿Por qué no me llamaste para que te acompañe?—. Inquiere.

—Supuse que estabas ocupado y no quise molestarte—.

—¿Cómo vas a saber que estoy ocupado si no me preguntas nada? Sabes muy bien que es peligroso que vayas por la vida solo, soy tu pareja y debes entender que quiero que me incluyas en tus planes o al menos que intentes tomarme en cuenta un poco—. Manifiesta un poco molesto—. Si no vas a usar el auto, ¡Véndelo! habrá alguien que si le dé el uso adecuado.

Le menciona y se marcha en dirección contraria, Youngjae se aproxima para alcanzarlo tomándolo del brazo, suspira y comienza a hablar.

—Lamento haberte hecho preocupar, y no te dije porque en serio pensé que estabas ocupado, como es el primer día de clases y hay padres por todos lados, realmente creí que no podrías venir, además fue solo un KFC  y a ti no te gustan las cosas fritas, por eso no te dije, no te enojes por favor—.

Lo mira a los ojos y le sonríe esperando que de alguna forma su sonrisa calme a su molesto novio.

—¡Ahg! ¿Cómo haces que se me pase el enojo tan rápido?—. Lo abraza y se ríe— Pero de verdad debes hacer algo con tu auto, sino véndelo.

—¿Cómo voy a vender algo que me obsequiaste, tonto?

—Entonces ¿por qué no lo usas? 

Youngjae se mantiene pensatuvo, ya hace más de seis meses que tiene su auto y está prácticamente nuevo, máximo lo ha sacado tres veces y ha sido por puras emergencias.

—Es que no quiero estrellarlo en algún poste de luz, aún me cuesta poder manejarlo a la perfección.

La verdad era que su auto es muy ostentoso, tanto que cuando sale a la calle siempre lo miran como si fuera un presumido de primera, odia esas miradas que le dedican cuando está de espaldas, por eso prefiere pasar desapercibido viajando en autobús.

—Estas loco, manejas muy bien y si lo estrellas con algún poste lo reemplazamos, no hay problema, ven acá niño llorón.

Jackson lo abraza impregnándo sus fosas nasales de aquel olor que caracteriza a Youngjae, disfruta tenerlo cerca y pasar tiempo con él, pero su trabajo hace que esos momentos sean limitados, después de todo ser el director de la escuela le ha costado innumerables citas canceladas.

Youngjae se siente feliz, no hubo pelea alguna.

Martes en la mañana Jaebeom despierta mucho más temprano de lo que está acostumbrado, hace el desayuno para Yugyeom y alista su ropa al pie de la cama, hoy no le tocaba baño porque Yugyeom fue un niño obediente y se dejó bañar el día anterior sin queja alguna, no como en otros días que deben recurrir a la manguera para asear al pequeño infante.

Su madre sale de su habitación dando un ligeros bostezos y restregando sus ojos, lo mira y se sorprende.

—¿Qué haces despierto?—. Pregunta intrigada.

—Voy a buscar trabajo—. Dice rápidamente sin titubear.

—No, en serio. ¿Qué haces despierto tan temprano?—.

¡Ops! [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora