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•────────CAPÍTULO I────────• ⊰⋞ El comienzo ⋟⊱ •─────❃◦❃◦❃─────•
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AURADON, EL REINO DE LA FELICIDAD ENDONDE VILLANOS Y HÉROES CONVIVÍAN desde hace poco tiempo, felices y en armonía sin necesidad de una barrera ni de vigilancia extrema. Estaban en una plena celebración, donde los pájaros cantaban, el olor a rosas y pasteles se hacían presentes y la emoción de que por fin Auradon podría tener una reina se sentía en todo el lugar.
Si, la boda de el Rey Ben y Lady Mal, era justo ese día. Por detrás del lugar salió el joven monarca de Auradon mostrándose sumamente nervioso y torpe a la vez. Evie se acercó a él con el fin de poder ayudarlo a calmarlo, y Ben por un momento agradeció de tener una amiga y consejera como ella.
Todos los jóvenes chicos estaban sentados detrás de los ex Reyes y una silla en específico donde estaba una gran pecera que contenía una muy pequeña lagartija morada, si, Mal había insistido en que llevaran a Maléfica.
—¿No te sientes feliz por tu hija?—-Preguntó bella a la lagartija que estaba a su lado, recibiendo como respuesta un leve chillido dando a entender que no se sentía nada feliz en esos momentos.
Las puertas se abrieron y la música empezó a sonar al ver a cierta chica de ojos verdes con un gran vestido blanco y acompañada de el dios del inframundo, quien llevaba por primera vez un traje negro elegante. Celia, quién había sido básicamente obligada por Evie, lanzaba pétalos de rosas por medio del pasillo para darle paso a la novia, Mal avanzó abrazando el brazo de su padre y miraba atentamente con una sonrisa a cada uno de los invitados hasta llegar al medio donde dirigió su ojos ya cristalinos a dónde estaba su futuro esposo.
Los dos compartieron miradas de alegría hasta que Ben rompió en llanto, obviamente de alegría, Mal lo veía con ternura cuando ya se habían acercado a dónde contraerían matrimonio, Hades soltó a su hija con algo de dificultad para después ir a sentarse a un lado de Maléfica, quién chilló de molestia y fue sacudida por Hades. Las princesas miraban con algo de envidia a quien sería su futura reina al ver como su Rey lloraba de alegría, lágrimas que fueron paradas por el ex Rey Adam que le había hecho señas al castaño, señas que solo ellos dos entendían.
