Carlotta Gonzaga Malatesta era una pequeña niña veneciana de 4 años cuando llegó al harén otomano, rápidamente se hizo amiga de la sultana de sol y la luna y la protegida de la Sultana Hurrem, luego se convirtió en el pequeño amor del sehzade Mehmed...
El Sultán Suleyman estaba mal, les había llegado la carta de que mañana a primera hora fueran a Estambul. La mañana siguiente salieron directo a la capital, la noche anterior habían dado la orden de que todo estuviera preparado en la mañana para partir. En el camino apenas conversaron solo se abrazaron y estaban en sus pensamientos los cuales no eran muy agradables.
Al llegar entraron rápido y se fueron a los aposentos del Sultán donde habían un montón de doctores y Hurren afuera con su hija Mihrimah ambas abrazadas y llorando, se entraron de que ella llego hoy a primera hora. Después de unas horas los doctores salieron y no dieron palabras alentadoras, les dijeron que se estaba mal y que la enfermedad que tenia iba a empeorar poco a poco. Tiempo después llegaron sus hermanos,
Todos estaban en la capital, ocho meses atrás estaban hay, en los cuales las noticias no eran alentadoras, Mustafa también estaba hay, con la pequeña Elizabeth, el cual había llegado hacia un mes. El Sultán si se levantaba de la cama, caminaba y mando hacer un cuadro de él y Hurren, la cual en esos meses había envejecido bastante.
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Un mes después el Sultán no se volvió a despertar. Todos lloraron su perdida, hasta las muchachas del harem, pues el Sultán había sido bueno con ellas, su sueldo aumento y mando a traer telas para que ellas mismas hicieran sus vestidos, así se mantenían entretenidas en sus ratos libres. Todo Estambul estuvo de luto su Sultán Suleiman, el justo murió.
Hurren sufrió mucho, pero al menos comía gracias a su fiel sirviente Sumbul Aga, quien había estado con la sultana desde el primer momento que se convirtió en una favorita.
