Capítulo 8

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Las mayores lecciones de la vida son aprendidas en las peores de las circunstancias, en esos pequeños e inesperados momentos en los que de pronto corres a mucha velocidad, tanta es la velocidad que empiezas a sentir que tus pies se están elevando del piso así que decides correr mas fuerte para poder volar y tocar las hermosas nubes pero lo que no sabes es que es necesaria una simple colilla de cigarrilo para hacerte desestabilizar y de esa forma caer fuertemente contra el duro asfalto ¿Saben por qué les digo esto? Porqué al fin de cuentas la velocidad es el equivalente a tus decisiones y fue tanta esa necesidad de ir más de prisa que no te permitió pensar ni analizar situaciones y poco a poco fuiste guiando tus pasos hacia la pequeña e inofensiva colilla de cigarrillo. Peor aún cuando desde la distancia viste la colilla pero la creiste tan insignificante que decidiste ignorarla por completo y obtienes el resultado antes contado.
Tristemente nos encotramos en una sociedad donde buscar culpables se ha vuelto en la opción favorita porqué lo ven como la forma más veloz de zafarse de los problemas pero... ¿De quién es la culpa? ¿De la colilla de cigarrillo o tuya? ¿Quién era que iba de prisa? La colilla siempre estuvo ahí esperándote con los brazos abiertos.

La mayoría de las veces no entendemos que la velocidad no es únicamente lo que importa para alcanzar las nubes sino también la perseverancia y constancia para poder llegar a ellas.
Cabe destacar que hay personas que son colillas de cigarrillos y otros en vez de caer contra el asfalto prefieren darse fuertemente contra un muro pero ya eso es otra historia.

Mientras caminaba con Enderson en dirección hacia el comedor, él no paraba de contarme acerca de Ronald, de lo horrenda que era la comida en este hospital y de la nueva amiga que había hecho pero que a su amigo no le agradaba.

Mira, ahí está -dijo Enderson apenas entramos al comedor y señaló hacía una de las mesas.

El comedor estaba repleto y el caos auditivo reinaba. Se escuchaban murmullos, gritos, tatarareos, llantos y todo a la vez hacia parecer que era una orquesta sinfónica muy ruidosa y nada agradable.

-Ella está sola ¿Por qué?

-Es así, algunas veces dice amar estar sola pero en otras ocasiones la he visto intentar hablar con otros de los pacientes.

-¿Trastorno bipolar? -pensé mientras estábamos recogiendo una especie de bandeja con comida en el mostrador del comedor.

-Haz intentado preguntarle porqué ella está aquí -le dije a Enderson en voz baja cuando ya estábamos en dirección hacía la mesa.

-No, pero cuando la conozcas podrás sacar tus propias conclusiones, créeme.

Luego de eso seguimos caminando hasta llegar a la mesa y nos sentamos junto a ella. Era una chica de unos dieciséis años y su cabello era de color negro pero con algunos mechones blancos.

- Hola ¿Qué tal está la comida, Laura? -preguntó Enderson casi riendo.

Laura no levantó la mirada para responder, sólo se quedó viendo su bandeja en todo momento.

-Es un total asco, lo mismo de siempre -dijo ella de forma muy fría y dándole un golpe a la mesa con su mano izquierda.

Laura aún no nos veía y eso tenía un poco incómodo a Enderson quién parecía estar ansioso porqué ella me conociera.

-Si, es eso lo que estaba por explicarle a Christopher. Es un nuevo amigo que conocí hoy cuando discutía en el baño con, ya sabes.

-Ya te lo he dicho, Ender. No creas en las idioteces que tu mente quiere hacerte creer. -dijo Laura mientras ponía sus ojos en blanco.

Su frase rebotó por todo mi cerebro dejándome una incógnita como resultado: ¿Laura es una persona totalmente cuerda? No pude quedarme callado al oír eso.

-¿Como lo sabes? -le refuté pero luego sentí miedo.

En ese momento Laura levantó su mirada en dirección hacía mí y susurró: ¿Y tú que sabes, mocoso?

Sus ojos eran tan profundos y podía sentir que detrás de ellos se ocultaba mucho odio. Enderson no decía nada y sólo se limitaba a escucharnos.

-Solo digo que tal vez exista la posibilidad de que no sea la mente quien quiere hacerle creer cosas, pueden existir otros factores que..

-¿Un mocoso de nueve años diciendo "Factores? Interesante. -me interrumpió Laura con tono sarcástico y eso me hizo enojar mucho.

-Lo que quiero decir es que tal vez no sea Enderson quién quiera ver esas cosas, sino que tal vez sea induci...

-Y bla bla bla, sólo escucho a un enano queriendo meterse en la conversación de los grandes para sentirse incluido. -dijo ella interrumpiendome por segunda vez.

La tensión entre nosotros cada vez iba más en aumento y fue Enderson quién decidió acabar con todo eso.

-Bueno, ya es momento de cambiar de tema. Ambos no pueden hablar de mi enfermedad cuando ustedes también son pacientes.

Laura asintió con la cabeza y yo decidí hacer lo mismo en señal de que estábamos de acuerdo con su argumento.

-Si, tienes razón, Ender. - dijo ella sonando muy tranquila y pacífica pero de pronto dijo: Capaz el enano está acá por problemas de conducta con blancanieves y nosotros aqui corriendo riesgos -dijo laura y todos empezamos a reír de su broma.

-Debo admitir que fui yo quién le dió la manzana envenenada y no la vieja bruja ¿En serio creen que blancanieves iba a comer una manzana que una desconocida le dió? Por supuesto que no, rompí el sistema ese día -dije entre risas y ellos no pudieron contener las carcajadas.

-Básicamente eres un pequeño problema para la justicia -dijo Enderson pero Laura y yo sólo nos quedamos callados viendolo y el añadió: ¿Entienden? Un pe que ño problema.

El chiste era obvio pero el hecho de que lo explicara hacía que nos diera risa.

-No, no sé que quieres decir con eso- añadió Laura de forma muy fría.

-En lo absoluto no entiendo -dije casi al mismo tiempo.

Un pequeño silencio invadió la situación y luego de Laura y yo vernos un segundo... explotamos entre carcajadas.

-¿Así que era una broma colectiva, no? Entiendo, ahora hacen equipo para burlarse de mi -dijo Enderson cruzando los brazos pero luego empezó a reír también.

Y así pasamos un largo rato riendo mientras comíamos y nos hacíamos bromas unos a otros. Por un momento llegué a sentirme muy cómodo e incluso olvidé que me encontraba en un hospital psiquiátrico repleto de "locos" o al menos así les suelen llamar.




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⏰ Huling update: May 13, 2020 ⏰

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