El horario no era más que una tontería. No era un horario común en el que dijera que debo hacer en todo el día, al contrario, sólo eran algunas cuántas cosas que tenía el deber de cumplir y el resto del tiempo podía pasarlo simplemente en la habitación o estar en la sala de juegos o en la biblioteca.
Los lunes por la mañana tenía por obligación ir al salón de "Juntos podemos" para charlar con otros pacientes, por las tardes no tenía nada importante por hacer más que ir a presentarme con un Doctor que me haría un chequeo de como va todo con mi enfermedad y el resto del día podía hacer lo que quisiera.
Los martes en la mañana no había actividad alguna, en la tarde debía hacer deporte pero estaba enmarcada la palabra "Fútbol" entre paréntesis en el horario y en la noche debía ir a la Biblioteca a una especie de reunión.
Los miércoles había sólo una actividad y esa era socializar todo el día con un paciente que te sería asignado.
Los jueves sólo debía hacer deporte en la tarde y la palabra "Volley" estaba escrita entre paréntesis en el horario.
Los días viernes debía ir nuevamente al salón del grupo "Juntos Podemos"
Los sabados debía pasar todo el día socializando con algun otro paciente nuevamente.
Y por último estaba el día domingo en la cual la única actividad que figuraba era el ver una película en la noche.
El horario era muy simple pero lo que no entendía era porqué razón había horas enmarcadas en cada actividad cuando no tenía reloj alguno para saber cuando sería el momento de asistir.
Luego de un rato de pensarlo decidí ir a preguntarle a Jenny así que salí de mi habitación y caminé por el pasillo con miedo a no encontrarme con algun otro paciente. Luego de bajar las escaleras llegue al mostrador donde Jenny se encontraba y está se sorprendió al verme.
-Hola Crishtopher ¿Qué haces aquí?
Su pregunta me pareció mas un regaño pero no sabía el porqué hasta que ella siguió hablando y me explicó que ninguno de los pacientes debe llegar a la sala principal porqué ahí estaba la salida y podían irse del lugar cuya cosa no teníamos permitida.
-Lo siento, es que necesito preguntarte algo -dije y añadí -: No sé como cumplir mi horario si no poseo un reloj para saber cuando ir a mis actividades diarias ¿Que debo hacer para saber?
Jenny me sonrió y luego empezó a buscar algo debajo de su escritorio
-Dame un minuto -dijo mientras se agachaba a buscar.
Supuse que estaba buscando un reloj de esos que se ponen en la pared o algo así pero mi sorpresa fue otra al ver que al levantarse nuevamente tenía en sus mano una especie de brazalete de color negro el cual tenía una pequeña pantalla.
-Lo siento pero olvidado explicarte esto. -dijo ella mientras señalaba con su dedo el brazalete -esto que vez aqui te va ayudar a saber cuando deberas asistir a casa una de tus actividades diarias. ¿Recuerdas bien tu horario?
-Si, los lunes debo... -empecé a explicarle pero en ese mismo instante ella me interrumpió.
-No, me refiero a que si le echaste un buen vistazo. ¿Viste los pequeños números que hay en cada una de las actividades?
Fue ahí cuando recordé y era verdad. Al lado de cada actividad había un número que la acompañaba pero en el momento que los vi no pude entender a que hacía referencia.
-Si, lo recuerdo. ¿Para que son?
-Bueno, debes llevar puesto este brazalate. Cuando sea la hora de ir a una de tus actividades el va a sonar y vibrar dos veces y en esta pequeña pantalla aparecerá el número de la actividad que debes cumplir. ¿Lo entiendes? Es como una especie de reloj.
Era moderno pero lo consideré tonto. ¿Por qué no simplemente poner un reloj en cada habitación de los pacientes? Pero luego recordé que estaba en un hospital psiquiátrico y que algunos pacientes no lo entenderían tan fácilmente y más aún cuando Jenny me había mencionando que hay personas aquí que no sabían siquiera leer. Los números serían mas fácil de identificar.
-Entiendo -dije al momento en que Jenny tomaba mi brazo derecho.
-¿Te importaría si lo pones en mi brazo izquierdo?
-Por supuesto -dijo ella.
Luego de ponerme el brazalete se dirigió nuevamente a ponerse detrás de su escritorio y me dijo:
-No te asustes, voy a probarlo a ver si funciona correctamente.
Empecé a sentir como mi muñeca vibraba y luego dos pequeños pitidos empezaron a escucharse. Al ver la pequeña pantalla del brazalete vi que el número "01" titilaba en color amarillo.
-Si, funciona -le dije.
-Bueno, ya el brazalate está configurado para que suene acorde con tu horario. Por cierto -dijo ella señalando mi mano - en la parte izquierda tienes un botón que al ser presionado me aparecerá en la pantalla de mi computadora que necesitas de mi ayuda y también sonará mi dispositivo móvil. De cualquier forma podré saber que necesitas de mi ayuda así que cuando tengas una emergencia o alguna duda presionalo y ahí estaré.
Era interesante ese dato pero ¿Que emergencia podría tener? No quería imaginar que algún otro paciente me ataque y mi vida esté corriendo riesgos.
-Entiendo, señorita Jenny. ¿No hay oficiales de seguridad en este lugar?
-Por supuesto que si sólo que hoy están en una reunión pero pronto los verás caminando en los pasillos y para identificarlo es fácil: Están vestidos con trajes negros y poseen un radio transmisor en su cintura. Ellos también pueden ayudarte cuando tengas alguna duda.
La seguridad en un hospital psiquiátrico me parece algo fundamental, sin importar que sea juvenil ya que a veces algunas personas actúan de forma agresiva.
-Bueno, me voy de nuevo a mi habitación -le dije y añadí: - Gracias por la ayuda, Jenny
-Tranquilo, estoy para ayudar. También quería decirte que en el brazalete aparecerán letras cuando sea hora de ir al comedor. Cuando aparezca la letra "D" es porqué debes ir al comedor a desayunar, cuando aparezca la letra "A" es porqué debes ir a almorzar y por último aparecerá una letra "C" es que...
-Que significa que debo ir a cenar, son iniciales, lo entiendo -le dije cuando estaba por terminar de hablar.
-Exacto, ahora por favor regresa a tu habitación y no olvides cumplir tus actividades.
Asentí con la cabeza y me despedí de Jenny. Empecé a caminar en dirección hacia las escaleras pero me detuve al recordar lo que tenía escrito en mi barriga, debía borrar eso antes de que alguien más lo viera así que decidí ir al baño a echarme un poco de agua y así hacer desaparecer eso.
Para llegar a los baños tenia que cruzar el comedor y sentí escalofríos al ver que varios pacientes ya se encontraban sentados, supuse que la hora de almorzar estaba por llegar.
Caminé rápidamente y noté como varias miradas se enfocaban en mi, tal vez por ver una cara nueva pero no oía a nadie decir nada, sólo susurros que no podía entender así que los ignoré por completo y abrí la puerta de los baños. Al entrar noté que era más grande de lo que creía.
Me acerqué rápidamente a uno de los lavamanos y empecé a echarme agua en mi barriga y pasar mi mano en ella para tratar de borrar aquella palabra pero sin importar la fuerza que aplicaba la tinta no se borraba.
Fue en ese momento cuando la voz de un chico retumbó en las paredes de donde estaba.
-¿Qué crees que estas haciendo? preguntó en voz alta aquel chico que se encontraba detrás de mi y añadió: - ¿Acaso quieres que te maté ahora mismo?
Mi piel se empezó a erizar y el miedo invadió todo mi cuerpo hasta el punto de sentir que iba a desmayarme.
Tenía miedo porqué no queria morir tan pronto pero lo que en ese instante había olvidado era que estaba rodeado de gente con problemas mentales.
