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Silencio, incomodo y perturbador silencio se apoderó de la recamara del Chunnin tras haber dejado en claro sus sentimientos hacia Naruto

Sin duda, Shikamaru se había quitado un enorme peso de encima al decir aquellas palabras, pese a no saber si era o no correspondido, el alivio inundó su cuerpo. Por vez primera y posiblemente única, permitió que sus emociones salieran a flote, por escasos e ínfimos segundos que consideró eternidades

Y es que no había dicho lo que pensaba, mucho menos pensó lo que dijo. Tan simple y llanamente expresó lo que sentía, lo que consideraba producto de meditaciones sin sentido y un acelerado ritmo cardiaco al disponer de la sola presencia de Naruto

Ridículamente, su cuerpo vibraba ante el mínimo roce con la piel trigueña, tan suave y tan cálida que en más de una ocasión se permitió el lujo de imaginar obscenidades nada propias de un Shinobi

Shikamaru podía ser un experto en idear estrategias contra sus adversarios, era completamente capaz de discernir en los pensamientos de sus compañeros de equipo, de sus padres, de Naruto. Perfectamente ágil al momento de esquivar ataques, astuto en la resolución de problemas, inmerso en un mundo de pantomima en compañía de su Jutsu de parálisis de sombras y atado a una monotonía excesiva que incluso a él llegaba a fastidiarle

Era tan malditamente predecible su rutina que en momentos llegaba a exasperarse, y justo ahí entraba Naruto, con su sonrisa radiante, capaz de iluminar hasta la más profunda y recóndita oscuridad humana, con sus resplandecientes zafiros azules que reflejaban desde el más efímero sentimiento resguardado en él, soledad, dolor, tristeza pero sobretodo…determinación

Era cuando veía a Naruto que una luz aun mas cegadora que la del mismo astro solar lograba encandilarlo, aunado a la inminente atracción similar a la fuerza generada por los dos polos opuestos de imanes, entonces Shikamaru se daba cuenta que sus barreras si tenían un punto débil después de todo, tan fatídico haber sopesado el hecho de ser inmune a los agravios que conllevan un amorío, y sin embargo ahí estaba, sintiendo como una poderosa grieta empezaba a expandirse por las murallas de indiferencia y apatía que él mismo habia creado

Le estaba doliendo, usualmente estaba más que acostumbrado a escuchar las quejas de Naruto respecto a su desempeño como gennin, se sabía de memoria cada acontecimiento en la vida del rubio y, aunque en silencio fuera, sufría con él, reía con él, lloraba con él

Naruto era perfectamente capaz de transmitirle sus sentimientos con una sola mirada, una expresión forzada, una sonrisa fingida de la que, en contadas ocasiones, era el espectador numero uno

Pero si había algo de Naruto con lo que el Chunnin no estuviera familiarizado era precisamente su silencio, tan abstractas eran sus suposiciones en ese momento que no se atrevió a exponerlas verbalmente, lo ideal era conservarlas en su interior, lidiar con un rotundo rechazo no le mataría ¿o sí?

Y justo cuando creyó estar más tranquilo ante el suplicio que representaba su órgano vital, una suave vibración en el colchón le forzó a abrir los ojos

-¿Lo…lo dices en serio Shikamaru?- y el aludido no pudo menos que fastidiarse un poco ante aquella interrogante. A punto de responder, separó los labios, sin prever que Naruto se subiría a su cuerpo, con ambas piernas a los costados de su cadera y un rostro que denotaba aflicción y alegría en partes iguales

Shikamaru enmudeció, analizando una y otra vez la expresión zorruna que lo miraba atento sobre él, no había duda alguna y por más cursi y trascendental que pudiera sonar…Naruto era más radiante y cautivador que todo el firmamento en conjunto

-¿Por qué iba a bromear?- inquirió alzando una ceja. Naruto acercó despacio su rostro hasta quedar a escasos centímetros de distancia. Shikamaru meditó dos teorías mientras se disponía a observar los resplandecientes ojos celestes, la primera giraba en torno a un posible golpe por proferir semejante barbarie a un camarada, la segunda y más codiciada e improbable, un beso…

Troublemaker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora