CAPÍTULO 3 : CANDELIS

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Cuando el hombre termino de hablar, Louis, sin siquiera imaginar la sentencia de muerte que en realidad eran las palabras del desconocido, sin saber que conocer a ese hombre sería el comienzo de la cuenta regresiva para su inevitable y triste final, se encontraba asustado y confundido.

Pero estaba aún más enojado.

–"¿Cómo?... ¡¿cómo se atreve!?"- jadeo el niño desolado –"¡Devuélveme mi muñeca, señor!, ¡le voy a decir a mi mamá!"–

Harry nunca se había sentido tan entretenido antes. Ni cuando escuchaba los susurros llegarle por el oído izquierdo, cada vez más altos, más desesperados. Aquellos eran los hombres y mujeres ofreciéndole ofrendas, cabras, gallinas o sus propios hijos. En cambio, por el derecho, escuchaba aquellos que pedían ayuda, los que no les importaba venderle su integridad para llegar a un fin, algunos que querían ser ricos y otros que querían salvar a alguien. Pero Harry nunca fue conocido por ser misericordioso, por eso, pegado fielmente al truco de "las letras pequeñas del contrato" que nunca son mencionadas, 'ayudaba' a todo aquel del que podía sacar provecho.

La mayoría de ellos ahora le pertenecían.

–"Pero, Ángelus Salutis, si esta es la muñequita de Charlotte"– Harry agarro del cuello a la muñeca que parecía deshacerse entre sus dedos de lo antigua que era –"¿Por qué eres tan desobediente querido ángel?"–

Louis estaba cerca de un punto de quiebra, su razonamiento de niño de diez años no le daba ninguna solución para la situación, lo único que tenía en la cabeza era que su mamá se enfadaría tanto. Su hermana nunca volvería a jugar con él, Dios lo castigaría y no lo dejaría entrar al cielo con los angelitos y el Ángelus Satulis no lo protegería por ser un niño malo.

Espera.

¿Por qué ese hombre sabía el nombre de su hermana?

–"¡E-el Ángelus Satulis no lo protegerá señor!"- las lágrimas corrían como cascada por las mejillas de Louis –"lo castigara por ser malo!"–

Harry, aún agarrando la muñeca por el cuello hizo un pequeño puchero bajando la mirada, pero manteniendo el contacto visual con el niño –"¿no vas a protegerme Louis? ¿De verdad?"– Harry fingió estar arrepentido –"¿me castigarás por lo que voy a hacerte?"- Louis parecía tan confundido que causaba risa –"La eternidad no va a alcanzarte para castigarme por las cosas que voy a hacerte, ¿Cómo lo harás Ángelus Salutis?, ¿podrías decírmelo?"–

–"¡Yo no, hombre tonto!...¡lo hará nuestro ángel salvador!"– Grito el niño.

 –"oh, mi Louis ¿de verdad no entiendes?"– Pausa –"TÚ eres el Ángelus Salutis"– El mayor tiro la muñeca al suelo, camino despacio hacia el ángel y se puso a su altura, Louis por alguna razón no podía moverse. Harry miro hacia una pequeña flor roja solitaria en el corto césped, la arranco y la puso entre los mechones del cabello brilloso del niño –"Y yo soy el Diablo"–

Harry tomo la garganta de Louis entre sus manos y apretó.

El pequeño despertó sobre su manta entre los girasoles.

Se mantuvo petrificado en el lugar hasta que reacciono y se sentó completamente sudado. ¿Había sido un sueño?, o más bien ¿había sido una pesadilla?.

En frente suyo estaba la leche, las galletas y la muñeca de Charlotte justo como las había dejado. Rápidamente agarro la muñeca y la estrujo contra su pecho con un reconfortante alivio, su madre no lo castigaría, su hermana aún lo amaría, Dios le daría el cielo y el Ángelus Salutis aún lo protegería.

TÚ eres el Ángelus Salutis.

Louis se puso de pie y trato de mirar por encima de los girasoles volteando hacía todas direcciones sin ver a ningún hombre, sin perder tiempo recogió sus cosas y salió corriendo a casa, ya no quería estar más ahí.

𝑨𝑵𝑮𝑬𝑳𝑼𝑺 𝑺𝑨𝑳𝑼𝑻𝑰𝑺Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora