Capitulo 10: Ángel no es Buen Niñero

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Cuando desperté vi que eran las 8:30 AM, lo cual significaba que había dormido durante todo el día… Dios, que floja soy, aunque en todo caso estoy de vacaciones y en las vacaciones se descansa así que en cierto modo, estoy en todo mi derecho de ser una perezosa. Tenía un hambre horrible así que decidí despertarlos a todos para que también comieran, ya que ayer no nos habíamos servido nada de comida. A cada uno lo desperté de diferente manera, a Ignacio le tire un cojín en la cara y como no se despertó, me tire encima de él, claro que lo hice suavemente para no quebrarle todos los huesos, a Ángel lo empecé a mover despacio, le hable en el oído y me puse a saltar sentada sobre él, pero no reacciono así que le mordí el brazo como buena amiga que soy, y claro, ahí se despertó rápidamente por el dolor. Y a Lucy, bueno Lucy es una pequeña cosita tierna, así que le moví despacito su brazo y le toque la nariz dulcemente para despertarla. Una vez despiertos todos, escribí en el diario la palabra comida, y esta vez a Ángel, Ignacio y a mí nos dieron un puré de papas que estaba algo duro, una pedazo de carne algo cruda, una botella con agua y una pera para cada uno. Sin duda, el menú de hoy estaba más rico que el de días anteriores. Pero sin embargo la mejor comida la recibió Lucy, ella estaba comiendo un gran plato de lasaña, y le habían dado de postre pudín, de refresco un jugo y un plátano bien amarillo sin manchas negras para disfrutar de alguna fruta. Ni yo comía así de bien, cuando estaba afuera de esta casa. Pero da igual, nos sentamos los 4 en el suelo y nos pusimos a devorarnos toda la comida, mientras hablábamos de una y que otra cosa, cuando estábamos a punto de acabar de comer, veo que Lucy pareciera escuchar algo y empieza a guardar la comida

-Lucy, pequeña ¿Qué haces con la comida? ¿La guardas para más tarde?

-Nopi, se la quiero dar a Raúl, dice que tiene mucha hambre y necesita a alguien

-¿Quién es raúl? –Pregunta Igna un poco extrañado

-Es un niño que también esta acá en el laberinto –Dice sin preocupaciones Lucy

-¡¿¡Qué!?! ¿Cuántos niños más hay? ¿Cómo conoces a Raúl? -Pregunto Ángel asustado

-En verdad, no lo sé… y lo conocí porque él me hablo en mi sueño pidiendo ayuda y comida

-Pero fue en tu sueño, ¿Cómo sabes que es verdad?

-Porque pude escuchar su voz hace unos minutos así que si existe

-Emm y ¿De dónde venía su voz? –Le pregunte con curiosidad

-Yo los llevo, pero primero terminen de comerse todo, para que no les de hambre ya que puede que nos demoremos

-Bueno, entonces a comer –Dijo Igna que ya estaba terminando de comerse su plato

Cuando terminamos de comer, Lucy abrió la puerta de la habitación y de los 6 caminos que había esta vez, eligió el quinto, entramos todos a la primera sala y Lucy nos dijo que escuchaba la voz del niño en la última sala del camino

-Lucy ¿Estas bromeando? –Dijo Ángel un poco molesto

-No, ¿Por qué?

-Nos demoraremos todo el día o quizás más en completar solo este camino! –respondió Igna

-Pero… ¿Y Raúl? –Dijo con preocupación

-Él estará bien, además ni si quiera sabemos si de verdad existe –Dijo Ángel

-Él si existe! Yo lo se! Lo vi en mi sueño! –Le empezaron a correr lagrimitas por los ojos

-Ya pequeñita, no llores, mejor esperemos a la noche para que se vuelvan a cambiar las piezas y Raúl quede más cerca de nosotros –La tome en brazos

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