Capítulo 41-¿Dudas?

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--Se ve feliz, creó que pocas veces la vi sonreír tanto.--Decía  la mujer de los cabellos plateados mientras terminaba de poner la mesa.

Ya no era aquella joven triste y melancólica, algo en ella había cambiado.<<El amor>>. Era otra totalmente diferente a la de meses atrás, tenía luz en su mirada ya no estaba apagada y eso la reconfortaba. Nadie más que ella sabía por todo lo que había tenido que pasar, las humillaciones por parte de su padre por el simple hecho de haberse enamorado de Diego y todo empeoro cuando se negó a casarse con Federico, todo un desastre, tan solo recordarlo le apretujaba el corazón.

Cristina la miró y le sonrió, concordaba con ella, pocas veces se había sentido tan feliz consigo misma, se sentía...¿diferente?.

--Y lo estoy.--Suspiró con pesadez.--creo que durante muchos años me prive de muchas cosas y no sabes como me arrepiento de ello, Federico me hace feliz.--Le confesó sin más a la dulce mujer que durante toda su vida había velado por ella.

--Algún día tenías que aceptarlo, usted lo quiere, solo que se negaba a verlo.--Se encogio de hombros.--Siempre fue así, se que desde un principio las cosas fueron... Complicadas, pero a diferencia de ti Federico velaba por tu bienestar siempre, no es un mal hombre.

Cristina aceptaba en que si, Federico nunca la había hecho a un lado y a pesar de todos los desplantes que le hacia él siempre había estado ahí, firme y adelante. Sintió vergüenza al recordar todo.

Flash Back


--¿Cristina?.

--Que quieres...--Cortante.

Federico la miró por unos cortos segundos y suspiro, valla mujer mas difícil, justamente tenía que ser ella...la que se adueñara de su atormentado corazón.

--¿Siempre tienes que ser así?.--cansado.--Vamos Cristina, pareces una niña malcriada.

Cristina lo miro enojada casi que con...¿odio?

--Entonces que Demonios haces aquí si tan malcriada te parezco, para que te casaste.--Siseo.

--Lo mismo me preguntó yo, creeme que todos los dias me hago la misma pregunta, no se qué es lo que quieres, todo te enoja todo lo que hago te parece mal, ¿Que es lo que quieres? ¡con un demonio cristina! madura, ya estas bastante grandecita como para que estemos con este tipo de cosas.--Exclamó enojado con toda esa situación, era lo mismo de siempre, caos.

--Quiero que te vallas y me dejes en paz, eso quiero.--No mostraba ninguna emoción, como siempre, estaba decidida a no dejarse domar no señor, sentía cosas...muy profundas y se negaba a permitirselo, no con él.

Federico mascullo una maldición mientras se pasaba una mano por la cara, se sentía frustrado, no sabía por cuanto tiempo podría seguir soportandolo, era tan complicada, la noche anterior habían hecho el amor salvajemente, no había hecho objeción alguna al respecto, ella lo deseaba no era necesario escucharlo de sus labios para estar seguro de ello, solo que Cristina era tan orgullosa que nunca lo admitiria.

--¿Sabes que? Perfecto.

Una pequeña muñequita de bonitos ojos café, los miraba con curiosidad desde la puerta.

--¿Papi mamá irá con nosotros?.

--Princesa.--Miró a Cristina y tomó a la pequeña en brazos y le depositaba un beso en la bonita cabellera.--Tú mami no se siente muy bien, para otra ocasión nos acompaña ¿si?.--La pequeña solo asintió.--Adios Cristina nos vemos más tarde.--Quería darle una lección, todos los buenos ánimos de hace unos momentos se habían esfumado, gracias a ella.

¿Porque Debo Quedarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora