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See you later, honey 《Spideypool》

—No está bien que salgamos solos los dos.— dijo Peter atrayendo la atención del rubio.

Wade se decepciono al oír esas palabras salir de los finos labios del menor. Él sabía que era cierto, no era correcto por muchos factores de la sociedad.

—Tienes razón Peter...

Ambos detuvieron su andar, ese día el parqué parecía compartir su silencio. Eran capaces de oír el lamento de sus corazones enamorados.

—Aun así, quiero que sepas la verdad Wade .Sé que soy un mocoso al cuál ves como un amigo pero no puedo seguir evitando lo que siento por ti.— Peter lo miró con seriedad y miedo, sostuvo su propio suéter con fuerza.— Me gustas.

Wilson no se sorprendió por la confesión, él pensaba que era lo más obvio pues sentía lo mismo que el castaño. Tal vez no había sido capaz de expresar correctamente sus sentimientos y sus palabras no salían de su garganta.

Lo que estaba por decir fue silenciado por el dedo índice de Peter quien sonreía con tristeza en su mirar.

—No digas nada, solo...— suspiró pesadamente, no quería continuar con esa platica.— Mañana me ire de intercambio, quería que lo supieras antes de mi vuelo.

El mayor tomó la mano con la que fue callada para depositar un beso en el torso, sabía lo que estaba por venir.

Estaba más que claro que algún día el chico se iría de su lado pero ¿era necesario en ese momento?

—¿Qué tiempo?

El lugar a dónde iría no importaba, al final lo separarían varios kilómetros para poder verse de nuevo.

—Cuatro años. London es un lugar frío ¿no lo crees?— sin exigir respuesta, Peter dio su próximo paradero.

Sentía felicidad por el chico, por fin iría a estudiar a una de las mejores escuelas y su sueño se haría realidad.

—Serás un excelentes reportero, Peter.

A pesar de la sonrisa que le regalaba Wade no era sincera. ¿Realmente tenía que irse por tanto tiempo?

Vio el cuerpo del mayor que comenzaba a retomar su camino, sintió como si una barrera se construyera entre los dos.

No se perdonaría perder a un verdadero hombre como Wilson, ni volviendo a nacer podría enamorarse tan profundamente de alguien más.

Corrió alcanzando al mayor, sus finos brazos atraparon por detrás al rubio, Peter lo sujeto con fuerzas al igual que cerraba sus ojos soltando por fin unas cuantas lágrimas de nostalgia.

—Lo siento tanto Wade, no quiero irme y dejarte. No pensé que fuera a ser tan pronto, quisiera quedarme contigo hasta el final.— confesaba el menor mientras sus lágrimas mojaban la gabardina que cubría al hombre enfrente de él.— No me olvides, por favor.— pidió con temor.

Wade estabas siendo egoísta, querer retenerlo a su lado. Él ya era un hombre mayor y Peter, un joven que empezaba un largo camino en la vida. No podía arrastrarlo a un destino tan nómada, el chico necesitaba explorar, conocer, experimentar.

Sostuvo las manos que posaban en su abdomen al ser abrazado, tampoco quería dejarlo ir tan pronto. Se giró y jalo más el cuerpo del castaño queriendo sentirse más unidos.

Reposo su cabeza en la de Peter, la diferencias de estatura era agradable, siempre sería su niño, pasara lo que pasara.

El movimiento que haría sería peligroso para él y para su propio corazón. Limpio con suavidad las gotas de agua que caían sobre las rosadas mejillas del menor, tomó con cariño su barbilla para alzarla y así, poder cortar la horrible distancia que los separaba.