Capítulo 6

15 0 0
                                    

26 de septiembre

 Querido diario: 

Lamento que haya pasado tanto tiempo, y en realidad no puedoexplicar por qué no he escrito: excepto que hay muchísimas cosas de lasque me da miedo hablar, incluso a ti. 

Primero sucedió algo totalmente espantoso. El día que Bonnie, Meredithy yo estuvimos en el cementerio, atacaron a un anciano alli y casi lomatan. La policía todavía no ha encontrado a la persona que lo hizo, y lagente cree que el anciano estaba loco, porque cuando despertó empezó adelirar sobre «ojos en la oscuridad» y robles y cosas. Pero recuerdo lo quenos sucedió a nosotras esa noche y me hago preguntas. Me asusta. 

Todo el mundo estuvo aterrorizado durante un tiempo, y todos los niñostuvieron que permanecer dentro de casa después de oscurecer o salir engrupos. Pero han pasado casi tres semanas ya sin más ataques, de modoque toda la conmoción va apagándose gradualmente. Tía Judith no puedeentender el ataque. El padre de Tyler Smallwood incluso sugirió que elanciano podría habérselo hecho él mismo; aunque me gustaría ver cómoalguien se muerde a sí mismo en la garganta. 

Pero con lo que he estado ocupada sobre todo es con el Plan B. Por elmomento va bien. He recibido varias cartas y un ramo de rosas rojas de«Jean-Claude» (el tío de Meredith es florista), y todo el mundo parecehaber olvidado que me sentí interesada en algún momento por Stefan. Asíque mi posición social está segura. Ni siquiera Caroline ha causadoproblemas. 

De hecho, no sé qué hace Caroline estos días, y no me importa. Yanunca la veo a la hora del almuerzo ni después de clases; parece habersedistanciado por completo de su antiguo grupo.

Sólo hay una cosa que me importa en estos momentos, Stefan. 

Ni siquiera Bonnie y Meredith se dan cuenta de lo vital que es para mí, yme da miedo decírselo; me temo que pensarían que estoy loca. En laescuela muestro una máscara de calma y autocontrol, perointeriormente..., bueno, sencillamente, cada día empeora. 

Tía Judith ha empezado a preocuparse por mí. Dice que no comosuficiente estos días, y tiene razón. Parezco incapaz de concentrarme enmis clases, ni en nada divertido, como lo de la Casa Encantada pararecaudar fondos. No puedo concentrarme en nada que no sea él. Y nisiquiera comprendo el motivo. 

No me ha dirigido la palabra desde aquella tarde horrible. Pero tecontaré algo extraño. La semana pasada, durante la clase de historia alcélos ojos un momento y le pesqué mirándome. Estábamos sentados a unoscuantos asientos de distancia, y él estaba totalmente vuelto de lado en supupitre, mirando. Por un momento me sentí casi asustada y mi corazónempezó a latir con fuerza, y simplemente nos quedamos mirándonosfijamente el uno al otro..., y luego él desvió la mirada. Pero desdeentonces ha sucedido otras dos veces, y cada vez noté sus ojos puestosen mí antes de verlos. Es literalmente cierto. Sé que no es mi imaginación. 

No se parece a ningún chico que haya conocido. 

Parece tan aislado, tan solo... Aunque sea elección propia. Ha causadoun gran impacto en el equipo de rugby, pero no anda por ahí con ningunode los chicos, excepto tal vez con Matt. Matt es el único con el que habla.Tampoco sale con ninguna chica, que yo sepa, de modo que quizá elrumor de que es un agente de estupefacientes está funcionando. Pero esmás probable que esté evitando a otras personas que no que ellas leeviten a él. Desaparece entre clases y tras los entrenamientos, y ni unasola vez le he visto en la cantina. Jamás ha invitado a nadie a suhabitación en la casa de huéspedes. Nunca visita la cafetería después delas clases. 

Así pues, ¿cómo voy a pescarle en algún lugar donde no pueda huir demí? Éste es el auténtico problema que tiene el Plan B. Bonnie dice: «¿Porqué no quedarte atrapada con él en medio de una tormenta eléctrica, demodo que tengáis que acurrucaros juntos para mantener el calorcorporal?». Y Meredith sugirió que mi coche se estropeara frente a la casade huéspedes. Pero ninguna de esas ideas es práctica, y me estoyvolviendo loca intentando pensar en algo mejor.

Despertar, Cronicas VampiricasWhere stories live. Discover now