Tranquilidad

69 14 0
                                    

Al oír aquella voz no pude evitar sonrojarme y apartar a SoonYoung de un empujón, mis ojos estaban como platos al ver a Seungcheol sonriéndome de aquella manera.

—Yo es que... Veras... Y es que...—

Intenté explicarme pero, entre el alcohol que tome y los nervios, era incapaz de hacerlo.

—No tenéis que explicarme nada, pero ya me contarás qué ha pasado.—

Me guiñó un ojo y después se fue siguiendo su camino dándole una palmada a SoonYoung y haciéndole un gesto de aprobación, este aún estaba sorprendido y no entendía muy bien que pasaba.

—Lo siento SoonYoung... es solo que no me esperaba encontrarme a mí amigo aquí y menos haciendo lo que estaba pasando.—

Este me miró sonriente para luego negar con la cabeza restando importancia.

—No pasa nada, mientras podamos seguir por donde lo dejamos, creo que estaba besando a un chico guapo. —

Dijo acercándose a mi de nuevo para tomar mi barbilla y dejar un beso leve pero tierno sobre mis labios.

—Tengo una idea.—

Añadió el rubio cogiendo mi mano y llevándome hasta un edificio cerca de donde estábamos.

—¿Dónde estamos?—

Dije aún ebrio y algo confundido, aquella zona de la ciudad no me sonaba, mucho menos de noche y yo estoy bajo los efectos del alcohol.

—Mi casa, tú estás muy mal para ir solo y yo no lo suficientemente bien como para acompañar te y volver.—

Respondió sonriente mientras terminaba de abrir la puerta, pulsó un botón y unas puertas metálicas se abrieron de par en par, luego hizo un gesto para invitarme a pasar dentro y luego subir hasta la planta donde se encontraba su piso. Metió la combinación de la entrada y la puerta se abrió.

—Bienvenido a mí dulce morada.—

Una vez dijo aquello, me llevó, cerró la puerta detrás de mí y me llevó hasta su habitación en silencio, mientras tanto yo le seguía, sin saber muy bien que decir.

—Nos tocará dormir juntos, lo siento no tengo más camas. Y en el sofá, si no quieres despertarte con la columna parecída a un circuito de Fórmula 1.—

Dijo el rubio una vez en la habitación, yo asentí sin saber muy bien que decir.

—Una cosa SoonYoung...—

El se giró de espaldas a mí mientras se quitaba la sudadera e hizo un gesto con la barbilla, debajo no llevaba ninguna camiseta ni nada así que no pude evitar tragar saliva por los nervios.

—El beso de antes... ¿por qué ha sido?—

Continué mientras jugaba con mis dedos índices, este sonrió. se acercó a mí solo con los pantalones puestos y me abrazó por la cintura, dejando una pequeña distancia entre nuestros rostros, yo solo podía ver sus ojos pequeños, parecía que estaba viendo dentro de mi.

—Es un secreto, pero si quieres podemos seguir.—

Dijo con una sonrisa ladina, algo había en el que me hipnotizada y me atraía más, no pude responder si quiera.

—¿Jihoonie como lo consigues?—

Yo murmuré un "que?" preguntando sin siquiera poder apartar mis ojos de su mirada tan intensa, realmente no se parecía al chico tierno que me había ayudado a levantarme. Entonces comenzó a besarme de forma desesperada mientras metía sus manos dentro de mi sudadera acariciando mi espalda, yo de forma torpe intenté corresponder. Poco después me tumbó en su cama lentamente mientras se ponía sobre mi quitándome la ropa poco a poco y dándome besos, en el cuello y los labios.

—No quiero estropearlo...—

Dije en un momento de lucidez, este me miró sorprendido, me había dado cuenta de que estaba así por culpa del alcohol y si ocurría lo que parecía que iba a ocurrir, si seguíamos, estropearía todo cuando me diera cuenta de lo que habría pasado.

—Si no lo quieres hacer, lo entiendo Jihoon, no pasa nada.—

Dijo susurrando mientras me acariciaba las mejillas, parecía tan tranquilizador.

—¿Podemos dormir?—

Dije aún mirandole a los ojos, este asintió con una sonrisa se apartó de mi dirigiéndose a su armario y me pasó una camiseta blanca y unos pantalones cortos de deporte, mientras el se ponía una camiseta negra, entonces nos metimos dentro de las sábanas y me abrazó poniéndome mi cara cerca de su pecho pudiendo oír sus latidos, aquello termino de relajarme haciendo que cayera rendido al mundo de los sueños.

A la mañana siguiente. La luz del sol se colaba por las cortinas dándome en la cara, despertándome. Abrí poco a poco los ojos, sentía que mis párpados estaban unidos con cemento y la cabeza me dolía horrores, entonces vi que estaba abrazado a SoonYoung, en ese momento me alarmé he intenté moverme pero al mínimo movimiento que hice para apartarme, la cabeza me dolía.

—ay... Duele...—

Dije quejándome, entonces SoonYoung que estaba con su teléfono despierto me miró sonriente y dejó un beso sobre mi frente.

—Ya veo que te has despertado, ¿te encuentras bien? No me has dejado moverme en toda la noche, no había manera de que te separaras de mi Lee Jihoon, voy a tener que llevarte a beber más veces era como si un pequeño gatito estuviera pegado a mí toda la noche —

Dijo riendo leve de vez en cuando, yo solo intente ignorar aquel comentario, me separé de el y me llevé las manos a la cabeza para ver si el dolor cesaba.

—Ahora vengo Jihoon, voy a por algo para tu resaca.—

Añadió, su tono bromista pasó a uno más preocupado. Yo solo asentí y esperé a que llegara con algo de medicación y agua, realmente era insoportable. Una vez llegó con una botella de agua y la pastilla, me la tomé rápido bebiendo bastante agua.

—Por que me hicisteis beber tanto...—

Dije con un tono áspero en la voz y bajito, si hablaba más alto sentía mi cabeza estallar. Este rió leve y yo solo suspiré, entonces me metí debajo de las sabanas.

—¿Quién ha decidido poner el sol ahí?—

Me quejé una vez dentro de las sábanas pero entonces noté como el rubio se metía dentro de estas y me abrazaba, con su mano libre acariciaba mi pelo, yo solo pude ponerme en tensión, no podía con aquella proximidad con la que me trataba, hacía que mi corazón se acelerará.

—Aún que no llegamos a hacer nada anoche, fue genial Jihoon, no se que tienes que me encantas.—

Dijo SoonYoung, entonces toda la noche, o al menos, gran parte de la noche, pasó en un segundo por mi mente.

—¿Anoche nos besamos?—

Respondí nervioso, sorprendido y algo incrédulo. El asintió de forma tranquila para luego girarme la cara y darme un tierno beso.

Change UpWhere stories live. Discover now