Ahora no quiero golpes.

Asher no dijo nada y me dejaron en mi habitación.

Me seque rápido y me vestí con toda la ropa que tenía para luego peinar mi cabello y envolverme en la fina manta que tenía.

[...]

Amanecí estornudando, tenía mucho frío y mi nariz estaba muy roja.

- es tarde - entró Asher.

- me encuentro muy mal - susurré.

- no me importa - dijo - llegarás tarde -

Me levanté como pude y fui al baño.

Me mire y tenía un aspecto horroroso...como siempre en realidad. Pálida,ojeras, la nariz colorada y labios lilas.

Me vestí con todo lo que tenía dándome igual el estilo y aún así tenía frío.

Para colmo fuera estaba lloviendo.

¿Como íbamos a ir en moto?

Baje y Asher me esperaba. Me miró y aguanto la risa...me daba igual.

Salimos y había un pequeño coche

- es mio, lo tenía perdido -dijo.

Menos mal que no volveré a subir en esa odiosa moto.

Ya dentro le pedí que si podía encender el calefactor pero el dijo que no secamente.

Encerrados en el coche ya entre en calor y cerré un poco los ojos.

[...]

Desperté y mis ojos intentaba acostumbrarse a la luz.

Seguía en el coche, miré hacia mi lado izquierdo y ahí estaba Asher comiéndose una empanada.

- ¿Que hora es? - pregunté desesperada.

- las doce -

- ¿¡Que?! ¡Tengo que estar en el instituto! - grité.

Empecé a mirar hacia alrededor y estábamos en un aparcamiento.

- relájate Alisa -

- ¡No, debería estar en clases, tengo examen en unos días y encima mis hermanas se darán cuenta! -

- te voy a decir la realidad de todo esto - dijo y me miró - te empeñas en estudiar para que Frederic te encierre o te tenga retenida en casa y no puedas salir de ahí ni para trabajar -

Era muy cruel.

- si saldré de ahí - dije.

Comenzó a reírse.

- ¿De que te ríes? -

- de las esperanzas que tienes - dijo bebiendo de su zumo.

Subí mis hombros.

- parece que no conoces a Frederic -

Tenía razón.

- te traje esto -

Me ofreció un pequeño bizcocho de chocolate y un zumo.

Negué.

- ¿Enserio lo rechazas? Como si comiese todos los días -

- el me matará como se entere -

- el no se enterará niña - dijo serio - ¿Tienes hambre? -

Asentí y me lanzo la comida a mis muslos.

Empecé a comer lentamente y el estaba con su teléfono.

Ya había acabado y su teléfono empezó a sonar.

MI GUARDIÁNWhere stories live. Discover now