Treinta y tres.

6.6K 547 18
                                    

Para: El chico que no me quiere.

De: Hoyuelos, marrón.

Ayer que me invitaste a la fiesta creí que solo lo hacías porque te lo había pedido tu amigo, me alegra saber que no fue así, que en realidad tú querías conocerme.

Mi chico llegó a mi casa y nos llevó a mi mejor amiga y a mí a tu fiesta, cuando estuve en su coche no tarareé canciones como de costumbre, ni cambié de estación cada minuto, estaba nerviosa, lo sabía porque mis manos se enfriaron y mis piernas no podían dejar de temblar, quería que me aceptaras, esta era mi oportunidad de ser tu amiga y no podía desperdiciarla.

Cuando llegué a la fiesta me sorprendió, no era una "fiesta", era más bien como una reunión de unas 20 o 25 personas, cada quien estaba enfocado en algo, como bebiendo, otros en la música, uno que otro platicando en tu comedor, tu estabas sentado en la sala, al verte sentí como mi pulso se aceleró, el chico de ojos verdes tomo mi mano por primera vez y eso me aceleró aún más, sentía... La verdad no sé qué sentía, fue algo confuso, una mezcla de miedo y seguridad, no lo sé, no puedo explicarlo con palabras.

Caminamos hacia ti, mi amiga se fue, tus ojos se posaron en mí y te sonreí ¡Yo te sonreí! Me agarre a ese gesto solo para hacerme creer que ya no estaba intimidada por ti y funcionó, te levantaste y la persona con la que hablabas se fue, saludaste a tu amigo y a mí, me dijiste gracias por venir y los ojos esmeralda de mi chico desaparecieron unos momentos cuando tu mirada se clavó en mí, nada se compara con tu mirada, jamás.

Tal vez no notaste que mis manos temblaban un poco pero no era por ti, era porque el chico de ojos verdes no quitaba su brazo de mis hombros y eso me ponía algo nerviosa, no era mi novio y me estaba tocando como si lo fuera, no quería que tuvieras la imagen equivocada de mí y tampoco quería sentirme atada a él.

Gracias al cielo él se fue como unos cinco minutos después, dejándome contigo.

"¿Estás bien?" Me preguntaste, dijiste que parecía mareada y yo te dije que solo tenía frío lo cual era verdad, no sabía de qué hablar contigo, no estaba segura si ya habías dejado de odiarme o si aún no llegábamos a eso, me mirabas fijamente como buscando algo que decir, esta vez te sostuve la mirada y me sentí en control.

No dijimos casi nada más que cosas como "Y ¿Cómo conociste a mi amigo?", "En tu fiesta", "Que loco" eso fue casi todo antes de que los hoyuelos coquetos de tu amigo volvieran a mi lado, me dio un beso en la mejilla y solo sonreí aunque lo quería estrangular, no sé cómo sucedió, supongo que fue el alcohol pero más tarde tu y yo estábamos en tu patio hablando de ti, de cómo habías crecido aquí y que jamás habías viajado fuera del país, yo te dije que había ido a París un verano con mi familia, me contaste de tu cicatriz en el abdomen de cuando te quitaron el apéndice y que usaste lentes hasta la secundaria, yo te conté de la vez que me caí estando en bicicleta y que nunca más me subí a una, me dijiste que no sabías que querías estudiar y que solo te quedaban cinco meses al igual que a mí para decidirlo, me dijiste que tus padres se habían separado pero se reconciliaron luego y que deseabas que eso no te pasara a ti, yo te dije que no quería casarme, me preguntaste por qué y yo te dije que no creía en el matrimonio, sé que en el fondo si creo en el matrimonio pero jamás lo aceptaría en voz alta, me dijiste que ya llegaría el indicado y pensé "espero que no seas tu", me preguntaste si quería a tu amigo y yo te dije que sí.

No sé por qué te mentí dos veces.

Cartas al chico que no me quiere.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora