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Me acerco al cartel con mi nombre, corriendo, y por lo visto voy demasiado rápido, y casi me como a un señor que pasaba por delante... genial Delia, tu primer día en EEUU y ya casi te caes delante de un montón de gente; bueno dejando de lado este pequeño incidente me acerco a la familia y la primera que me ve es una chica de mi altura y como me dijeron de mi edad, su cabello es de un color que no había visto nunca y tiene unos ojos preciosos.

Cuando he conseguido llegar hasta ellos del todo me acerco a la chica y ella me regala la sonrisa más grande que he visto jamás, y eso la verdad es que me tranquiliza ya que se ve una chica muy simpática.

- ¡Hola! tú debes de ser Delia ¿no? – Me pregunta aún con una sonrisa

-Esa soy yo- le respondo sonriendo yo también

-Perfecto, nosotros somos los Clark, ellos son mis padres, y yo soy Annabelle, pero prefiero que me llamen Ann-

-Encantada- me acerco a ella y le doy dos besos en las mejillas, acto que la deja paralizada al instante, y yo tardo unos segundos en darme cuenta que ya no estoy en España, así que muy avergonzada, con la cara toda roja y soltando una risita nerviosa, me excuso:

- ¡Lo siento mucho!... e-en España nos saludamos así y se me había olvidado...-

-No te preocupes- Dice riendo un poco -solo recuerda no hacer lo mismo cuando vayamos al instituto ¿de acuerdo? Sería un poco raro –

-Si, si, no te preocupes que me acordaré- digo mientras me hago una nota mental sobre el asunto

- ¿Vamos hacia el coche chicas? -pregunta la madre de Ann

-Claro mamá, vamos Delia síguenos- y dicho esto me dispongo a coger mis maletas, pero una ha desaparecido, y al darme la vuelta, veo que la tiene el padre de Ann, y yo le dedico una sonrisa de agradecimiento.

Una vez todo en el coche, me siento en la parte de atrás junto a Ann y nos pasamos todo el camino hablando, sobre todo sobre mi ya que los tres me hacen preguntas sobre mi vida, mi familia, mis aficiones, como es España... y yo les explico algunas de las tradiciones que hay allí, la comida, como es el colegio; también le preguntó a Ann como es la gente que vive por aquí, y como es el instituto y ella encantada, me explica que la mayoría de gente es genial, pero que siempre hay excepciones, me explica todo lo que se puede hacer en el instituto...

Cuando ya hemos llegado a su casa, y ya me la ha enseñado toda, me doy cuenta de que las casas aquí, o al menos en su barrio, son mucho más grandes y bonitas que en España, y que la habitación que me ha asignado es mucho más grande que el comedor de mi casa, y mira que yo consideraba que no era pequeña.

Una vez ella me ha ayudado a colocarlo todo en mi nuevo armario y habitación, nos dirigimos a la suya para acabar de conocernos.

-A ver, dime ¿tenías muchos amigos en España? -

-La verdad es que de cercanos no tenía muchos, pero tengo una mejor amiga que se llama Carla, a la que conozco desde que soy pequeña- contesto sonriendo mientras me viene a la mente la cara de Carla.

-Yo también tengo una mejor amiga desde pequeña, que por cierto está esperando conocerte, pero hasta el primer día de instituto no la podremos ver- dice algo apenada

-No te preocupes... -

-Bueno cambiemos de tema, ¿te gusta algún deporte? –

-En España no era muy fan de él, pero he escuchado que aquí tenéis muy buenos equipos y que hacéis mucho deporte, así que había pensado apuntarme a algo-

-Deberías venirte conmigo a atletismo, a mi mejor amiga le va más el vóleibol, pero a ti te veo corriendo-me dice muy animada

-Puede ser, además no me vendría nada mal-digo tocando mi barriga mientras me río, cosa que hace que ella también se ría.

Y así nos pasamos las horas hasta que nos llaman a cenar.

TIME SKIP

Mañana empieza el curso, y estoy cada vez más nerviosa, espero que todo sea como he esperado; eso de ser la chica nueva me da también un poco de miedo, pero al menos conozco a alguien, y mañana Ann me presentará a su mejor amiga así que supongo que al menos no estaré tan sola.

Estos últimos días, Ann me ha estado enseñando la zona, y al principio cuando me lo propuso, no quería ir ya que se me había olvidado que en Estados Unidos ya pueden conducir a los dieciséis, y no quería que los padres de Ann se molestaran en llevarnos a ningún sitio, ya que ya han hecho mucho por mí, pero cundo Ann me llevó al garaje y me dijo que me subiera al coche y se puso a conducir, mi cabeza se iluminó y me acordé de golpe. ¿Delia de verdad que te pasa? Antes de llegar aquí lo sabía todo sobre este país, y ahora se me olvida todo.

Bueno mejor me voy a dormir que mañana me espera un día muy largo, y que quiero empezar con buen pie. 

¿Qué voy a hacer contigo?Where stories live. Discover now