– pues por eso ahora iremos a almorzar para que no tengas que joderme en casa con que tienes hambre o que me jodas para ir a recogerte antes cuando estoy haciendo otras cosas –

Dijo algo enfadado.

– ¿A almorzar? – pregunté – no me fío, seguro Frederic nos pillara y yo pagaré por eso  –

– tu sólo callate y deja ya de hablar, no solucionas nada –

En realidad tengo miedo de ser golpeada de nuevo por mi padre, pero mejor no digo nada, supongo que el lo tendrá todo controlado.

Agarrada a el empezó a correr.

Llegamos a un lugar bastante raro, solo era campo y había un mini restaurante con el logo de una gran hamburguesa.

Entramos y solo había hombres mayores bebiendo alcohol, jóvenes llenos de tatuajes y con sus mentes perdidas.

Nos sentamos y Asher me miraba sin parar.

– puedes pedir lo que quieras, aprovecha – dijo y lo mire, pero rápidamente baje la mirada.

– no tengo como pagar – susurré.

– si te dije que pidas lo que quieras tú solo lo haces y te callas – me ordenó entre dientes.

Asentí.

Pedí un menú de una gran hamburguesa, patatas y bebida. Todo era muy excesivo y creo que esto es poco para el hambre que paso.

Empecé a devorarlo todo hasta que lo deje vacío.

El se levantó para pagar y luego se acercó para acercarme un cucurucho.

– ¿Para mi? –

– si, te dije que aprovecharas –

Fuimos de camino a la moto mientras yo me comía el helado.

– creo que jamás volveré a comer así, gracias – dije.

En realidad estaba contenta.

– comete el helado rápido que tenemos que llegar a tiempo –

Me lo comí rápido y nos montamos a la moto.

Llegamos a casa y entramos.

Mis hermanas aún no llegaron y di las gracias por eso porque si no ya me habrían pillado.

– haz la comida – me ordenó mi padre.

Deje mis cosas en mi habitación, me lave las manos y fui a hacer la comida.

[...]

Cuando acabe me fui a mi habitación y todos comían menos Asher y yo.

– hoy viene una amiga con sus dos hijas a tomar café, bajarás y harás el café para luego estar con nosotras –

Solo asentí y ella luego recorrió la habitación con la mirada para irse.

Dormí un poco y luego me levante para hacer la merienda.

Empecé a sacar los ingredientes para hacer un bizcocho de chocolate, me salen muy ricos. Por último empecé a hacer el café y leche con cacao por si a alguien no le gusta el café.

Ya llegaron y todos estaban en el salón.

Traje la merienda y todos cogieron su plato y vaso.

– cocinas muy bien cariño – dijo la amiga de mamá.

Solo sonreí.

– si, ella suele hacernos las ricas meriendas – respondió mi madre acariciándome la cabeza.

MI GUARDIÁNUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum