✔ᴠᴜᴇʟᴛᴀ ᴀ ʟᴀ ᴀʀᴇɴᴀ✔

03;

Capítulo 3:

Ya habían pasado tres días desde el anuncio de la cosecha. Y todos ya estaban en el tren camino al Capitolio cada vez que llegaban a un distrito paraban y recogian a los vencedores junto a sus hijos y a los alcaldes con sus hijos también.

Dentro del tren iban Katniss y Peeta quien iban en silencio abrazando a sus hijos fuertemente porque sabían que uno de ellos iría a la arena seguramente y querían estar los más cerca posible los unos de los otros, Haymitch abrazaba a Effie dulcemente y Effie lloraba desconsoladamente cuando sus sollozos cesaron levemente:

- Chicos me han llamado y me han dicho que voy tener que ser yo quien coja las tarjetas.... Yo no quiero hacerlo... pero...

Y volvio a llorar aún con más desesperación. En el tren tambien estaba Johanna. Quien intentaba no llorar pero en sus ojos se veian pequeñas lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos marrones mientras abrazaba a un niño de unos doce años de pelo castaño oscuro tirando a negro y unos ojos con un girasol alrededor de la pupila y le susurraba al oído mientras le daba algún que otro beso en la sien:

- Todo va a ir bien Ryan... Todo irá bien...(Ryan! Es el segundo nombre de Josh )

Annie le cogía fuertemente la mano a un niño bueno más bien dicho un joven de diecisiete años de pelo rubio oro y ojos verdes como el mar en plena tormenta como Finnick y piel blanca como ella. Y él le apretó la mano a modo de decirle "Estoy aquí contigo todo saldrá bien, no te dejaré sola" pero ella centraba su mirada a lo lejos. Estaba

perdida por algún lugar del inmenso vagón del tren. Al otro lado de Annie había una niña pequeña de cinco años de pelo pelirrojo y ojos marrones como el chocolate y la cara llena de pecas.

La señora Everdeen quien acababa de entrar en el tren estaba sentada junto Peeta mirando a sus nietos y a su hija y a Peeta. Los cuatro se abrazaban mutuamente y vio que habían montado un escudo para sentirse protegidos y que ahora que uno de ellos desaparecería ese escudo se rompería.

Beetee por su lado se encontraba solo pensando y dijo para romper el hielo:

- Annie... ¿Quien es esa niña?

Annie salió de su pequeño trance y miró a Beetee y contestó:

- Ella... Es Mags me la encontré abandonada en medio de la playa hace tres años...

Y el silencio reinó otra vez solo se escuchaban los sollozos de Effie. El rostro de Beetee ensombreció y dijo con pesar:

- Chicos... debeis odiarme con razón... Lo siento no debí jubilarme...

Peeta le miro y dijo sonriendole:

- Beetee no te culpamos sabemos que nunca quisiste que pasara esto pero ha pasado y solo nos queda aguantarlo y tener esperanza que es lo último que se pierde...

Entonces el tren paró en seco, habían llegado al Capitolio...

Estaban en una plaza todos los hijos de alcaldes y vencedores estaban en una tarima había n mas o menos 35 tributos junto a Effie

.

Todos los ciutadanos del Capitolio estaban allí bajo la tarima; también los padres y familiares de los niños que tenían una alta probabilidad de salir "cosechados".

Katniss y Peeta estaban en primera fila y se abrazaban mutuamente, Johanna y Annie estaban cogidas de la mano y al lado de Annie abrazada a su cintura estaba la pequeña Mags. Beetee se encontraba junto a la señora Everdeen estaban con sus brazos entrelazados. Ambos habían empezado a llevar una relación en secreto desde hacía poco más de un mes justo cuando Beetee volvió al distrito 3 después de su dimisión como presidente. Ella estaba allí ayudando en el hospital y empezaron a quedar y sin darse cuenta se enamoraron.

En la tarima Effie puso una sonrisa falsa y dijo con "alegria" mientras leía unas tarjetas:

- Bienvenidos... En estos juegos del hambre tan especiales... Dentro de una semana y media se celebraran dieciocho años de la derrota contra el Capitolio... Y en estos juegos tan especiales no habrá distrito y no serán veinticuatro tributos sino solamente doce y los tributos serán hijos y hijas de alcaldes, que eran familia de gente del antiguo Capitolio ...Y de tributos vencedores... Y en estos juegos del hambre tan especiales los tributos serán de diez a los dieciocho años... Y además iran de dos en dos ya sabes los dos primeros juntos, el tercero y el cuarto también....(etc)

La ceremonia pasaba con calma y no nombraba el nombre de ninguno de los hijos de los vencedores cosa que hizo que se relajaran y entonces pasaban por el tributo que sería en número diez:

- Elijah Hadley (el hijo de Enobaria)

Entonces una sonrisa se dibujó en el rostro de Gale mientras Effie se dirigía a la urna femenina y sacaba un papel, al abrirlo soltó un gemido de sorpresa y dijo con voz desesperada:

- Oh dios mío... Primrose Annie Mellark

Katniss se derrumbó y empezó a llorar en el pecho de Peeta mientras en dejaba que unas lágrimas silenciosas cayeran por sus mejillas. Entonces Effie se acercó a la urna masculina y cogió el papel con calma y leyó en voz alta mientras un sollozo ahogado escapó de sus labios:

- Cinna Haymitch Mellark...

Prim empezó a llorar y miró su hermano quién se encontraba temblando de miedo, Katniss sollozaba sin parar junto a Peeta quien ya perdió el control y se derrumbó allí mismo, a Haymitch le empezaron a caer unas lágrimas silenciosas y la señora Everdeen se derrumbó en brazos de Beetee.

Finn al ver tal desesperación miró a su madre quien lo miraba fijamente y le dijo su mirada bailó a Mags su hermanita adoptiva y sin darse cuenta fue hacia Prim quien se encontraba llorando en la tarima y sus delgados brazos alrededor de su cuerpo y volvió lentamente a su madre y le dio una mirada de disculpa, y Annie supo lo que iba a hacer y empezó a gritar desesperadamente:

- ¡¡¡No!!! ¡FINN NO! ¡No!

Finn dio un paso hacia delante dio una respiración profunda y dijo voz serena y profunda:

- Me presento voluntario, voluntario como tributo.

Toda la plaza se quedó en silencio y Cinna bajó de la tarima y corrió a brazos de sus padres quienes aún lloraban.

Effie aún anonadada dijo:

- Bueno daos la mano...

Ambos se dieron la mano y se la estrecharon con fuerza y cuando la dejaron ir sus dedos se quedaron rozandose unos segundos más antes de separarse y dirigirse a un edificio con doce habitaciones, una para cada tributo donde se despedirian de sus seres queridos seguramente para siempre...