—Harry, espera—, me volví hacia ella impacientemente, necesitaba bajar e ir por ella, abrazarla y besarla hasta el cansancio.

—¿Que sucede, Emma?

—Acaban de llamar a médico, es para ella, Harry... me temo que algo sucedió y por eso Brad a llamado a alguien, así que sube y ordena la cama para que pueda recostarse, yo estaré aquí para avisarte cuando estén aquí.

No recuerdo el cómo llegué arriba, ni cómo había tenido la fuerza para poder concertarme sin tener ninguna quebradura mental, y poder componerme para apoyar a mi novia en cualquier cosa que se necesitara, estaba desesperado por tocarla y tenerla entre mis brazos, y el saber que ella se encontraba mal no me estaba haciendo ningún bien.

—Harry, está aquí.

Luego sentí como si mi mundo corriera todo en cámara lenta.

Por la puerta entró mi guardaespaldas, con mi novia en brazos, sus ojos cerrados y cuerpo inmóvil, un médico detrás de los dos.

Rápidamente la colocaron en la cama y yo me acerqué, y me di cuenta de que su ropa estaba empapada.

—Bien, necesito que salgan todos y que una persona se quede a ayudarme a quitarle esta ropa. Si necesito algo más o a alguien les dejaré saber.

No esperé a que todos salieran, y rápidamente fui por su pijama más cómoda y un jumper mío para colocarle.

Cuando llegué a su lado vi como el médico me daba espacio para poder desvestirla y colocarle la ropa.

Me senté y la tomé en mis brazos, ella arriba de mi con cada una de sus piernas al lado de mis caderas, y tomándola de la fría cintura la detuve, mientras con la otra levantaba la playera que estaba usando.

Unas cuantas lágrimas se me estaban escapando por el alivio de que estuviera aquí conmigo, y la tristeza de que yo le hubiera causado esto, porque Hannia, sin duda alguna, era la persona que menos lo merecía y me sentía un total imbecil en este instante.

Luego la pegué a mi torso y su cara se recargó en mi cuello, bajé mis manos por su espalda y desabrochando su brassiere, rápidamente la cubrí conmigo mismo para que no sintiera frío... y para cubrirla del médico, aunque no hubiera razón de ocultarla al doctor, porque, bueno, es un doctor y ellos se encargan de cuerpos en general.

Rápidamente le coloqué la blusa de mangas largas y mi jumper de TPWK, ya que este le quedaba un poco grande, la volví a colocar en la cama, pero antes de moverme, sus labios se abrieron y mi nombre salió de ellos.

—¿H-harry?

Dejé salir un pequeño llanto lastimero y le sonreí levemente mientras besaba su frente.

—Si, amor. Estás bien, ya estás conmigo de nuevo.

Asentí y acaricié su bello rostro, dejando otro beso en su mejilla y dejé un pequeño rastro de lágrimas por el dolor que me causaba verla así de vulnerable, así de triste.

Una vez lista, le coloqué las mantas arriba de su cuerpo y me senté al otro lado, mientras el doctor comenzaba a examinarla.

Sostuve su mano todo el tiempo, rogándole a Dios que nada le hubiera pasado, porque no lo soportaría, jamás.

Hannia era el amor de mi vida, mi mejor amiga, y verla así por mi culpa me estaba comiendo las entrañas.

—Vas a estar bien, amor. Te amo muchísimo, ¿okay?
Lo siento, lo siento por todo.

Luego de un rato, el doctor guardó sus cosas.

—Bien, la señorita tuvo un ataque de ansiedad severo, podría ser debido a una pelea o síntoma de estrés, por esa razón los mareos y el desmayo—, me tendió una hoja con algo escrito y supuse que era uña tipo de receta médica. —Que descanse y tome algunos electrolitos para recuperar la energía, gracias a la lluvia podría presentar síntomas de gripe en los siguientes días, nada malo, si las molestias continúa, vuelvan al hospital o a su médico de cabecera, eso sería todo.

Lo miré con ojos llorosos y le sonreí, dándole la mano y agradeciendo su ayuda, iba a acompañarlo y negó, alegando que me quedara con ella y acepté, no me apetecía dejarla, nunca.

No de nuevo.

his fame | harry stylesWhere stories live. Discover now