19. Capítulo diecinueve.

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❝ LOS DOS O NINGUNO ❞
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Cuando abrir los ojos ya era seguro, ambos se miraron entre ellos, intercambiando miradas que expresaban tanto incredulidad por lo sucedido como alegría de haber superado dicho reto. Para Flex fue el primer enemigo fuerte que enfrentó; para Mike, el segundo. Lo más curioso es que, en ambos casos, el enemigo en cuestión era intocable. Mayo te pixeleaba si te tocaba; Raptor, seguramente te incineraba. Algo que ninguno de los dos quería averiguar.

- ¡¿Estás bien?! -gritó Mike desde su lugar.

- ¡Nunca he estado mejor! -exclamó Flex con cierta emoción en su voz, pues aquella batalla le pareció realmente épica-. ¡¿Y qué hay de ti?!

- ¡Mi pierna es la única quemada, así que sí, estoy bien también! -responde él soltando un par de risas.

Ambos rieron por unos segundos, hasta que acordaron que lo mejor sería reconectar el puente. La idea fue de ambos, pero el pobre can amarillo temía que Raptor apareciera nuevamente, pues no tenían idea de a dónde se habría esfumado.

Los dos recorrieron sus territorios para buscar rocas con las que construir. Después de recolectar las suficientes, se colocaron en los bordes para comenzar a construir en silencio. No hablaban, y no porque no quisieran, sino porque ambos compartían esa peculiaridad de que no pueden realizar una construcción mientras comentan o conversan.

Flex, quien era el que más luchaba en partidas de Skywars, solía quedarse callado cuando se grababa construir, para después realizar ataques sorpresa a sus enemigos; Mike, en cambio, cuando realizaba batallas de construcción, o Build Battle, solía hacer algo de silencio cuando hacía una parte importante, o cuando tantos materiales puestos lo confundía.

Al cabo de un rato, ambos lograron conectar sus puentes, y algo más. Cuando vieron la mano del otro frente a ellos, levantaron las miradas para corroborar que realmente hayan llegado al otro lado, provocando que sus narices se tocaran ligeramente. Se sobresaltaron por ello, lanzando un pequeño grito y retrocediendo al instante.

- ¡Que asustas, tío! -exclamaba Mike.

- ¡Tú fuiste el que se cruzó primero! -regaña Flex.

Se miraron nuevamente, hasta estallar de risa por dicho accidente. Se levantaron al mismo tiempo, aunque Flex casi se cae por la gravedad de sus heridas. Mike le ayudó a encaminarse por su puente, cojeando un poco.

Al llegar, Mike procuró sentar a su amigo, con las piernas estiradas. Miró su cuerpo con bastante preocupación, sobre todo su cara, estaba con un ojo morado y la sangre aún parecía brotar ligeramente de su labio inferior. Sus piernas poseían moratones y algunos rasguños provocados por las rocas que chocó al caer. Su pecho de igual forma, moratones y rasguños.

- Jo-der, Flex, luces terrible -comentó el can.

- ¿Cuándo no? -bromeó el alien.

- Es cierto, ¡eres horrendo! -mofó el mayor mientras le tomaba del cuello para colocarlo contra su pecho, y hacer un puño con su otra mano para rascarle la cabeza, riendo entre sus palabras-. ¡Ven acá!

- ¡Mike, basta! -quejaba entre risas hasta ser liberado.

Al cabo de un rato de risas y bromas, Mike tomó algo de seriedad, observando cada herida, raspón y mililitro de sangre que brotaba de su cuerpo. Le ordenó que se acostara, mientras que él vería la forma de tratarle. Fue con una cubeta a recolectar agua y volver adonde su amigo, se arrodilló a su lado y tomó su capa verde para mojarla un poco.

Pasó su capa mojada por las heridas de sus piernas, para limpiar aquellas zonas con un poco de sangre y suciedad por la fuerte caída. Después, pasó a sus brazos, pecho y, finalmente, su rostro, aunque su capa estaba bastante húmeda y manchada como para pasarla por sus labios, por lo que se mojó el dedo pulgar y le pidió sentarse.

❝Brillo Lunar❞, Mikelex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora