11. Capítulo once.

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❝ MAYO VS. SPARTA... TAMBIÉN MIKE Y TIMBA ❞
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Es curioso notar cómo un túnel de tonalidades grises acabó convirtiéndose en una garrafal cúpula esférica pixeleada de color morado y algunas luces neón. Este mismo parecía transformarse desde afuera hacia adentro. Temblaba, se bugeaba, hasta hacía el efecto de glitch. Se escuchaban aún gritos escandalosos de los tres jóvenes que se encontraban adentro, asimismo, los gruñidos agudos y robóticos del Mayo Evolucionado. Incluso las luces neón parpadeaban de vez en cuando, haciendo que se oscurezca el interior de esta esfera.

Si entramos en esta bola morada, observaremos a la especia Perrinus Amarillus Diamantitus, un can que corría en círculos con los brazos extendidos hacia arriba; en una esquina, al Humanus Vagus Siestus, conocido como TimbaVK, aquél chico de cabello celeste que yacía en su esquina, en posición fetal, y chupándose el dedo; finalmente, vemos al conocido Kentucky Fried Chicken, o Sparta para los amigos, quien era el único valiente que luchaba contra el cyberzombie mayor.

— ¡¿Queréis ayudarme?! —les gritaba mientras esquiva un ataque de Mayo.

— Mike ha dejado de funcionar —dice el can aún corriendo y actuando una voz robótica—, vuelva más tarde.

— ¡Os necesito ahora, tontos! —vuelve a gritar—. ¡Timba, haz algo!

— . . . —Timba estaba muy ocupado con sus flashbacks de Vietnam.

— Joder, estoy solo —gruñe buscando el más mínimo escombro para atacar a Mayo, encontrando una roca.

Corrió un poco en dirección contraria al robot, tratando de alejarlo de sus amigos. Al tenerlo lejos, y con varias piedras pequeñas recolectadas, apuntó hacia este para tirarle algunas. Un par cayeron en su pecho; otras, en sus extremidades; otras, fallaron; sin embargo, una piedra parece ser que dio en un punto débil: el visor.

Sparta se sorprendió por este descubrimiento. Al fin sabía cómo poder derrotar a Mayo, o al menos noquearlo hasta ser rescatado. Pero su misión se complicaría al tener que defender a un perro inútil y a un cobarde dormilón, a pesar de ello, los defendería a más no poder.

— Chicos, reunid varias piedras o cualquier cosa que podáis usar como proyectil —ordena el chico—. Ya sé cómo podemos enfrentar a ese pedazo de hojalata zombie.

— Má' respeto, niño —regaña Timba.

— ¡Pero ayúdenme! —replica.

Entonces Mike y Timba se levantaron de sus lugares para tomar todo aquello que pueda ser lanzado, además de ser cosas ligeras pero fuertes al mismo tiempo. Deben tener cuidado de sus municiones, pues, como Mayo puede desintegrar todo lo que toque, sus municiones son muy limitadas. Asimismo, deben evitar ante todo que Mayo se les acerce o los toque, de lo contrario, podrían ser desintegrados también.

Sparta volvió al ataque, lanzando un par de piedras a la cabeza de Mayo, atinó a darle en el visor un par de veces, haciendo que este fallara un poco. Sin embargo, este efecto duraba un par de segundos, pues el visor no era algo tan vital en el androide.

A continuación, Mike se dignó a atacar por la espalda, disparando piedritas a esta zona. Algunas, o, mejor dicho, casi todas, fueron chuecas, pero una en específico dio en un minúsculo punto de su espalda, una especie de hueco que desprendía luz morada: la fuente de energía. Cuando el virus poseyó a Mayo, esta se había convertido principalmente. Si podían destruir esa fuente...

❝Brillo Lunar❞, Mikelex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora