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El chileno no estaba enfadado con su esposo, pero le sería difícil cuidar a un niño por primera vez, y lo más difícil, que no quería estar con ellos, en esos momentos había entrado en uno de los dos cuartos que había, justo en el cuarto de invitados, le había dado tiempo a escaparse mientras su padre contaba la historia.

–¿Donde se habrá metido Nazi?– Preguntó el chileno mientras buscaba al menor por toda la casa, hasta entrar al cuarto de invitados, viendo que este lloraba en la cama que había, abrazando a su peluche con fuerza.

El chileno supuso que su hijastro había ido a algún lugar no muy visitado de la casa, el cuarto de invitados, y sí, ahí lo encontró, llorando en el suelo.

–Pequeño.. no tengas miedo, somos tu nueva familia y te queremos mucho..– Dijo con una voz dulce y calmada.

Esto al menor no lo convenció por lo que el chileno decidió cantarle una nana que le cantaba su madre.

Haga tuto guagua que pario la gata– Cantaba dulcemente mientras se acercaba hasta el menor, viendo cómo llamaba su atención– Cinco borreguitos y una garrapata dormite niñito que viene la vaca– Volvió a hacer una pauda al ver que el pequeño Nazi paraba de llorar– Con los cachos de oro y la uña e' plata –Abrió sus brazos sintiendo como el menor desconfiadamente se acercaba– dormite guaguita que viene la sierva a saltos y brincos por entre las piedras..–

El pequeño alemán abrazó a su "madre" mientras cerraba sus ojitos, acurrucándose en el pecho de este.

Haga tuto guagua que pario la gata cinco borreguitos y una garrapata –Volvió a cantar mientras comenzaba a acariciar la cabeza de su "hijo"– Dormite niñito que viene la vaca con los cachos de oro y la uña e' plata– Seguía cantando el chileno mientras cerraba sus ojos.

Notó como el menor se quedaba dormido poco a poco, acurrucado en el pecho de su ahora progenitor, estando muy tranquilo.

–Dormite guaguita que viene la sierva a saltos y brincos por entre las piedras, haga tuto guagua que pario la gata cinco borreguitos y una garrapata– Terminó el Chileno cargando al menor y tumbándolo en una de las camas.

Se notaba que el austroalemán estaba algo cansado, el llorar tanto podía ser la respuesta, obviamente extrañaría a su padre, el imperio austrohúngaro, lo había acompañado los primeros años, los más importantes de su vida.

Mein Chile...?Where stories live. Discover now