xiii. "necesitar"

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Eran alrededor de las cuatro de la tarde cuando Sarada regresó a la habitación vistiendo solo uno de mis hoddies.

Se sentó a mi lado y solo tomó un libro de lo que sea que siempre lee.

—Saradaaa...

—¿Hm?

—Hazme caso. —Suspiré. Me acurruqué a su lado y la abracé por la cintura.

Sentía como el calor de su piel atravesando la mía. Casi como la tranquilidad de un bebé que era acunado por su madre.

—¿Quiere el bebé que le hagan caso?—Me dijo en un tono burlón pero a la vez creo que ¿serio?

—Sí.

Levanté mi cabeza para observarla un momento.

Ella me miró un par de segundos y tomó entre sus manos mi cara y me acercó a sus labios.

Fueron unos minutos de besarse bastante largos y buenos, pero hoy quería un poco más así que me situé entre sus piernas. Sentándome de tal manera que ella quedaba a mi merced.

Terminé el beso y junto con eso sus brazos me encerraron. Creando un espacio solo para los dos.

Con las manos inquietas, empecé con el juego previo. Colándose mis manos por sus senos, presionando el pezon hacia adentro.

—Boruto...

Eso era una advertencia, pero aún quería juguetear con su cuerpo.

—Oye, ya deja mis tetas en paz. —Reí y deslicé mis manos directamente por debajo de las bragas.

—¿Traes pastillas?

—Suficiente. ¿Sabes? Hoy quiero estar arriba. —Sin agregar nada más con el uso de su gran fuerza, me volteó la jugado y ahora yo estaba abajo.

—Saradaaaa —Chillé.

Una de sus manos me abofeteó y la otra fue directamente a mi cuello. Sorprendido me toqué la mejilla, pero al fijarme en su expresión no dije nada más.

—Silencio. —Sentenció.

Habían días que sacaba a relucir su lado de millonario secuestrador que le gustan los juegos de tortura.

No diré que me desagradan, pero creo que ambos nos gusta tener el control y deberíamos turnarnos.

Ella aumentó presión en mi garganta. —Dime, Boruto. ¿quién tiene el control hoy?

—Tú.

—No te escuché, bastardo. —Sus labios rozaron mi pecho a medida que se restregaba en el mío. Y con aquella mano que antes me había abofeteado, la llevó a mi boca y la introdució.

Movió su dedo dentro de mi boca con un movimiento donde presionaba y adentraba. —¿Así que no quieres responder?

La realidad era que a pesar de que me gustara dominar, ser domado también era bueno. Le gustaba ser castigado.

Ella se levantó junto con eso mi mentón también.

Luego solo se sentó sobre mi ingle, sacudiendo lentamente pero con severidad.

—¿Qué sucede Bolt? —Susurró a mi oído al ver que estaba excitándome como la mierda.

Tragué duro sin decir una palabra. A ella le gustaba que la retaran.

—Así que hoy serás un mal chico... Ya veo.

Su cabeza bajó hacia mi pantalón y con una habilidad tremenda, logró desabrocharlo con la boca.

Cuando sacó mi miembro para lamerlo, solo podía mirar hacia arriba mordiendo mi labio inferior.

Su cabeza subía y bajaba. Acelerando mi respiración sentía que ya me iba a venir. Era ese sentimiento de querer llegar pero también desear que ese placer fuera eterno.

Cuando la podía sentir que iba a venirme, ella de repente sujetó mi pene duro y lo sostuvo ahí. Haciendo que sintiera ese desesperar.

Levantó su mirada, posándose poderosa sobre mí. Me sentía tan caliente que ni si quiera podría mirarla porque probablemente me correría con solo su imagen.

—Vamos. Solo tienes que pedirlo si lo deseas, Bolt. Sencillo.

—Y-yo... —Su pulgar nuevamente se había colado en mi boca, presionando fuertemente.

—Dilo. —Exigió, altanera. Con su rodilla rozando suave pero insistentemente mi miembro.

—T-tú estás al mando. —Dije tropezando las palabras gracias a la presión de su dedo.

Ella enterneció su mirada y parecía satisfecha. —Correcto, amor.

—Dámelo, como si me necesitaras.

Se deshizo de sus bragas y solo me montó. Se tomó un momento para disfrutar de el contacto.

Luego como si de otra persona se tratara me abrazó fuertemente.

Correspondí al abrazo, transmitiendo lo bien que me hacía sentir siempre.

—Puedo dejártelo ahora. —Sonrió haciendo contacto visual.

Ahora conmigo al mando, aunque solo fuera el final, daría todo lo que tenía acumulando desde hace rato.

La presioné con fuerza contra la pared y primero embestí lento, luego rápido pero bajando por momentos el ritmo. Alargando el orgasmo para ambos.

—B-boruto... —Se aferró y me moví un poco más para que ambos llegáramos al mismo tiempo.

Ella se vino manchando sus piernas con el líquido que salía de entre sus piernas, mientras que yo sentía el placer que viajaba desde mi ingle a todo el cuerpo. Luchando por mantenernos a los dos en pie.

Como pude acosté a Sarada y me acurruqué a su lado como al comienzo. Sintiéndome aún agitado, me vi calmado por su presencia y las caricias que me estaba proporcionando.

—Tengo sueño... —Me dijo mientras peinaba mi cabello.

—Te amo, mucho. —Dije sintiendo cada palabra grabada en el corazón.

—Yo te amo más, mucho más...

Con eso ella solo cerró los ojos, estando aferrada a mí mientras quedaba inconsciente.

Hoy era un día qué peculiarmente ella también lo hacía feliz.

Quizás todos necesitaban una Sarada que les alegrara los días.

🌸🌸🌸

holaaa! ahora si me demore ☹ perdón

si tienen slguna duda(?me dicen

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⏰ Last updated: Jul 12, 2020 ⏰

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