🌸 Drabbles Borusara 🌸 [ +18 ]

iii. "apartamento 216"

—Si me necesitas sabes sonde encontrarme... —Me guiñó el ojo y me entregó las llaves de su departamento.

—Sarada... Yo no necesito esto ¿bien?

A paso lento se acercó hasta mi oreja, lamiendo levemente el lóbulo logrando estremecerme. —Solo en caso de que me necesites.

Se apartó de mí y tomó sus maletas, alejándose mientras movía su trasero. Despertando deseo en quien sea que la viera.

—¿Boruto-kun?

Desperté del trance y dirigí mi mirada a Sumire. Me tomé un momento para observar sus facciones.

—¿Sí?

—¿Me estás prestando atención? —Su rostro se apagó claramente, me fastidiaba que reaccione de esa manera. No quería compararla con ella, pero era inevitable.

—Por supuesto, solo que pensaba que tal vez deberíamos intentar algo diferente... Ya sabes para no entrar en rutina —A pesar de que le urgía ir tras Sarada, no debía abandonar a Sumire.

Con ella tenía una relación estable, no debía abandonar su felicidad.

• • •

Intentaba con desespero excitar a Boruto, lo había tocado a lo largo y ancho, pero me estresaba que su cara solo pareciera intentar de aparentar que le gusta. Incluso pensaba que le fastidiaba.

—T-Tú dijiste que te gustaba lo rudo... Algo así como cuando lo hacías con Sarada.

—Pero no eres Sarada ¿correcto? Yo te quiero por quién eres, no espero que seas como ella. —Sus palabras parecían solo tratar de convencerme, ni siquiera fue capaz de mirarme a los ojos.

—Estuve pensando que deberíamos planear una cena con Sarada, sé que fue alguien importante en tu vida y... tal vez si le explicamos que ahora nosotros somos felices.

—Me parece una buena idea. —Se levantó de la cama para vestirse.

—¿A dónde vas?

—Quiero tomar aire fresco, es todo.

• • •

—Entonces, ¿ustedes cómo se conocieron? —Preguntó Sarada mirando con falsa atención a Sumire. Mientras que por debajo de la maesa su mano recorría mi muslo.

—Bueno, fue hace algunos meses, todo ocurrió muy rápido ¿sabes? —Sumire continuó hablándole de cosas que no entendía. Pese a que había intentado apartarle la mano en más de una ocasión, ahora la tenía a lo largo de mi miembro acariciándolo sin pena.

Estaba casi por correrme cuando ella quitó du mano de mí. La miré furioso, mientras que ella me dedicó una socarrona.

—¿Sucede algo Boruto-kun?

—No, para nada ¿Qué decías? —Sumire nada contenta con mi respuesta intentó acercarse. Deteniéndose ante el comentario de Sarada.

—¡Oh! Lo lamento chicos, ya debo irme. Tengo un asunto pendiente, pero me ha encantado cenar con ustedes.

—Uh bueno, supongo que la charla quedará para otro día...