Prólogo

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"La instalación del consumo como deseo principal, como eje de un proyecto existencial implica un vaciamiento de otros sentidos que orientan la acción humana hacia proyectos artísticos, religiosos, intelectuales, políticos o emanciparnos..." (Tomás Moulian)

Algunos lo llaman "el nuevo amanecer", otros "el orden mundial", yo prefiero referirme a él como "la mayor mentira de la historia". Para comprender la razón de por qué le he dado ese nombre a esta época lo primero que debes saber es que todo lo que te han dicho es falso o al menos, buena parte. Datos históricos, descubrimientos científicos, acontecimientos sociales, así como políticos. Cada aspecto que conforma la historia humana forma parte de un enorme entramado de conspiraciones que tiene como finalidad conducir a la humanidad a este momento, una época donde las condiciones para subyugar a cada persona se encuentran absolutamente al alcance de grupos de poder. Ya sé lo que debes estar pensando. "Este tipo es un loco." "Ha visto demasiadas películas de conspiración." "Debería estar internado en un hospital siquiátrico." Puede que tengas razón, pero eso no quita que esté diciendo la verdad.

Quizás todo se entienda mejor si te aclaro algunos detalles. En primer lugar, debes entender que toda tu vida has estado viviendo en una mentira, dormido en un mundo de quimeras y discursos engañosos. Algo así como la película Matrix, sin embargo, a diferencia de ella, no estás conectado a una súper computadora. Eso daría la posibilidad de sobrevivir a la catástrofe que se avecina. La realidad es mucho peor. Todos y cada uno de nosotros forma parte de lo que algunos llaman el "ganado". Seres humanos a juicio de una élite mundial que nos percibe como una carga para el planeta, en otras palabras, dispensables y reemplazables. En el mejor de los casos, mano de obra que eventualmente puede ser requerida para alguna tarea sumamente específica para después ser desechados.

Lo veo en tu rostro, no te agrada lo que digo. Es lógico, después de todo a quién le gusta escuchar que le digan que es semejante a un animal de granja. A nadie. Aunque, para ser sincero, los animales son más valiosos para la élite que tú y yo. Ellos al menos sirven para la producción de alimentos, nosotros en cambio somos consumidores de recursos que a cada momento se vuelven más y más escasos. Podría darte muchos ejemplos de esto, pero eso lo dejaremos para más adelante. Por ahora basta decir que nuestro valor es meramente circunstancial y que todo apunta a que en poco tiempo comenzará el proceso de "la purga" o como también le dicen "la limpieza de los indeseables".

Pero supongo que nada de lo que te he dicho tendrá sentido para ti a menos que exponga hechos concretos. A mi juicio la forma de hacerlo es mostrarte cómo es el mundo en que vivimos. Pocos tienen mucho y muchos tienen muy poco. Por lo menos, eso es lo que nos han hecho creer durante décadas. La verdad es otra. Muchos consumen en exceso y pocos administran lo que muchos consumen. Tal como la dijo Tomás Moulian en su libro El consumo me consume: "Consumir es una operación cotidiana e imprescindible que está ligada a la reproducción material pero también espiritual (cognitiva, emocional y sensorial) de los individuos. Es un acto ordinario ligado al desarrollo vital y es el objetivo de ese intercambio incesante de los hombres con la naturaleza que llamamos trabajo." Los seres humanos hemos dejado la natural actitud de maravillarnos ante el mundo y sus misterios, abandonamos la disposición a la reflexión y el amor del saber por el saber, desechamos la trascendencia del alma y la reemplazamos por unas vagas indicaciones del horóscopo. La verdad es que enfrentamos un macabro y oscuro fenómeno. La imposición de un estilo de vida que lleva al consumo a trascender los límites de la racionalidad para dar paso a un estilo de vida hedonista. Diariamente se invade con campañas que nos lavan "el cerebro", en donde el consumo desmedido se impone como la única forma de alcanzar la plenitud existencial. No es difícil percatarse de esto; celulares, computadores, programas de televisión y radio, todos nos dicen que debemos consumir. Alguien e incluso tú mismo podrías objetar diciendo que "no hay problema en consumir, después de todo es un derecho". Eso es cierto en parte, pues cuando tu derecho de consumo vulnera la posibilidad de existencia de generaciones futuras, de inmediato desaparece. Pues mi derecho tiene como límite el momento en que comienza a afectar objetivamente el bienestar del otro. De modo que muchos consumimos más de lo que requerimos para vivir. Lo que a su vez implica que muchos otros deben abstenerse para que "nosotros" podamos mantener nuestro estilo de vida y suplir nuestras aparentes necesidades, necesidades creadas y para nada naturales y menos importantes para la subsistencia.

Por otra parte, se encuentra quienes mueren diariamente, pues no logran suplir sus necesidades básicas. Millones de niños en África perecen sin atención médica, de inanición o sencillamente a manos de quienes los perciben como mano de obra esclava. Pero no sólo en África, Corea del Norte, Venezuela, China, entre otros son países en los que los índices de mortandad van en aumento, diezmando a poblaciones enteras sin que nadie haga nada. Supongo que te preguntarás por qué nadie soluciona estos problemas y la respuesta que tú mismo te darás es la que todos se dan. "No hay suficientes recursos para ellos." ¡Mentira! Hay suficiente para todos. Una simple firma podría acabar con la pobreza a nivel global, la entrega oportuna de medicamentos erradicaría las enfermedades y una adecuada administración de los alimentos evitaría la muerte de millones que hoy no tienen qué comer. Debes entender que el problema no es la cantidad de recursos, sino la distribución de los mismos. Una distribución que es manejada por grupos que planifican, calculan y deciden quiénes habrán de vivir y quiénes morirán. Manejan la realidad económica, social y cultural del planeta, de manera que cada acontecimiento, sea la caída de un país, el nombramiento de una autoridad presidencial, la caída del mercado o el quiebre de empresas, es parte de sus proyecciones.

Lo puedo ver en tus ojos, comienzas a comprender la verdad. Estamos atrapados en la "matrix" o en otras palabras en una pesadilla orweliana (término referido al mundo distópico descrito por George Orwell en su famosa novela 1984) Nada ni nadie se escapa de la gran ecuación en la que nos encontramos inmersos. Cuando la gente escucha esto tiende a asumir una actitud de resignación. Después de todo, si esto es verdad, no tenemos nada que hacer, más que conformarnos con lo que nos ha tocado vivir. Bajar la cabeza y buscar pasar desapercibidos. Además, no nos encontramos en África o esos países en que la escasez de recursos es la tónica del día. Esa lógica podría servir siempre y cuando hubiéramos nacido en otro momento de la historia. Lamentablemente, para quienes tienen esa trivial esperanza deben saber que el tiempo ha terminado. El reloj ha marcado las 12 en punto y el plan de dominación mundial ya ha comenzado a ponerse en marcha y es imposible de detener. La humanidad comenzará a ser reducida, los Estados caerán en anarquía, las epidemias diezmarán a la población, la humanidad entera será presa de un caos como nunca antes se ha visto. Los seres humanos dejarán de pensar, buscarán ser guiados por quienes les prometan recuperar el estándar de vida que una vez tuvieron. Todo lo que se viene no es casualidad, sino un plan maestro, orquestado con el propósito de imponer el "Nuevo Orden Mundial."   

La Gran ConspiraciónWhere stories live. Discover now