Esta cuarentena está siendo como una montaña rusa.
Ayer estaba feliz por haber hablado por fin con el chico del balcón, solo para llevarme el chasco apenas un par de horas después. Y, encima, antes de dormir me dio el bajón, así que acabé por escribirle otra vez a Kai. Por supuesto, no ha contestado. Miro otra vez mis mensajes, que ya empiezan a acumularse. Aún no ha abierto los últimos.
Yo:
Holi
Has visto lo de la cuarentena?
Qué putada... A ver si se acaba pronto.
Oye, estás bien?
Estoy preocupado 😢
Qué pasa?
Ya no me hablas?
Y hoy, como no podía ser de otra manera, no he empezado con buen pie. Este día llevaba ya meses apuntado en mi calendario: después de meses de retraso, hoy era el día del lanzamiento del nuevo Animal Crossing. Y, como mi padre me lo tenía reservado desde hacía meses como regalo adelantado de cumpleaños, pensaba que iba a poder levantarme y ponerme a jugar.
Pero no.
—Lo siento, Jack —me dijo cuando salí de mi habitación con cara de alegría—. No va a llegar hoy.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Han mandado un correo para avisar de que no lo han podido enviar todavía. Va a tardar unos días.
—Pues vaya mierda.
Y, sin decir más, volví a encerrarme en mi habitación.
Si tuviera la consola, al menos podríamos comprarlo en digital y ya está. Pero no la tengo: el regalo era la consola con el juego incluido, así que no hay nada que hacer. Y, aunque soy consciente de que en una situación como la actual un juego no es lo más importante precisamente, eso no significa que no me fastidie.
Entre unas cosa y otras, hoy no tengo ganas de hacer nada ni de ver a nadie.
Solo salgo de mi habitación para comer y para cenar cuando mis padres me llaman, y para ir un par de veces al baño. No salgo a sacar a Aquiles; es mi padre quien se encarga. Paso de ducharme. Y, por supuesto, paso de salir al balcón. ¿Para qué?
Mañana será otro día, supongo.
¡CONTINUARÁ!
Ni confirmo ni desmiento que el dramita con el Animal Crossing tenga su parte autobiográfica :(
ESTÁS LEYENDO
Amor en cuarentena [GAY]
RomanceDurante la cuarentena en prevención de la epidemia de COVID-19 que asola el mundo, Jack está encerrado en su casa sin gran cosa que hacer, salvo ver películas, leer algún libro... y mirar por la ventana. La única constante en su vida son las clases...