No todo lo que brilla es oro

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Anteriormemte...

Y se fue dejando a Iris quien se quedó con un nudo en la garganta sin poder emitir una palabra,pensando para sus adentros.."Este solo es el inicio de mi tormento"..

Iris pasó el resto del día tratando de evitar a César, no iba al comedor, no pasaba por las consultas, ni siquiera pasó a ver a Jorge a la sala de Oncología porque tenía que pasar por la suya.Todo esfuerzo era poco con tal de no cruzarse con aquel médico que la sacaba de sus casillas y mientras se escondía por los pasillos, se preguntaba por qué César ocasionaba en ella tanta emociones. Iba sumida en sus pensamientos cuando de repente chocó con algo...

I: Perdón...(alzando la mirada) Tenías que ser tú.

C: ( mirándola fijamente a los ojos ) Buenos días doctora, la educación ante todo, por qué no se fija por donde va?? Puede lastimar a alguien.

I: Si, tenía que haberte matado, al final le voy a hacer un favor a la humanidad, a mí y seguramente a tu familia.

Iris vió como la cara de César cambiaba de un momento a otro y entonces parecía ser otra persona.Algo pasaba, algo de lo que había dicho estuvo mal, y en vez de causarle alegría por verlo así, sentía una gran angustia.Y decidió atreverse a preguntarle...

I: (muy apenada) Qué pasa?? Dije algo mal?? Pasa algo con tu familia??

César reaccionó rápido sabiendo que Iris se había dado cuenta de su expresión y con voz atacante le dijo...

C: Nada, por qué tendría que pasar algo? Además a ti que te importa, solo venía a decirte que el especialista me dejó un trabajo para mañana y que obviamente lo vas a hacer tú...

Le dió la espalda y se fue pensando en que acababa de descargar toda su frustración en una persona que apenas conocía, pero la cuál despertaba en él un sentimiento que nunca había experimentado y que por lo tanto no sabía explicar.

Iris por su parte tragó en seco y decidió seguirlo, no podía permitir que César le hablara así, pero fue demasiado tarde, ya César se había ido...

Casa de Iris:

I: (sentada frente a la computadora) No puedo creer que le esté haciendo el trabajo a César, en serio, que no lo puedo creer.

J: (agarrándola por la cintura,  besándola salvajemente en el cuello y susurrándole al oído)...Deja eso, te quiero hacer el amor...(tomándole la boca con sus manos y mordiéndosela hasta el cansancio).

I: (apartándose) No puedo, tengo que terminar el trabajo.

Jorge dió un golpe en la mesa que paralizó a Iris, no podía creerlo, de nuevo se había puesto violento, no era muy a menudo, pero el día que lo hacía, infundía en Iris un miedo terrorífico que la paralizaba por completo..

I: (nerviosa) por qué te pones así?? No he dicho nada malo.Te juro que no puedo...
Iris, nunca puedes y aunque yo también estoy estresado, necesito de ti, me entiendes?? A ver, qué estás haciendo, qué trabajo es ese? Se supone que no tienes nada hasta dentro de dos semanas..

I: (temerosa) Es que no es mío, es para César...

J: (molesto) Qué César? El que entró nuevo?? Pero eres tonta o te haces (cerrándole la computadora abruptamente) Ese es un idiota que no se va a graduar (la agarró por el brazo y la levantó bruscamente) Anda para el cuarto, quiero hacerte el amor...

Jorge fue empujando a Iris hacia al cuarto a pesar del esfuerzo de ella por resistirse, una vez en el cuarto la arrojó en la cama y cual si fuera una bestia empezó a desgarrarle la ropa.

Iris: (gritándo desesperadamente) Jorge por favor, no, no quiero, suéltame, por favor.

Aquellos ruegos hacían que Jorge se volviera más salvaje y, sin piedad alguna  introdujo tres dedos en la vagina de Iris.

I: Ayyyy, no por favor (mirándolo a los ojos) Jorge me duele, para, paraaaa...

Los quejidos de Iris lo excitaban más y decidió amordazarla y amarrar sus manos a la cama para tenerla completamente a su merced.Empezó a marcarle todo el cuerpo, primero el cuello, luego los pezones, el abdomen, apretaba con demasiada fuerza sus nalgas, le daba cachetadas, mientras sus dedos hacían presión en su vagina y la miraba fijamente a los ojos diciéndole...Dime mi amor te gusta?...

Iris no podía más, los intentos frustres por desatarse la habían agotado, nunca Jorge se había comportado así, nunca Jorge la había violado.Solamente cerró los ojos rezando a que se acabace pronto.

Pero la agonía apenas comenzaba, Jorge fue a la cocina y buscó un rodillo, cuando Iris lo vió, lo único que pudo hacer fue a abrir grandemente los ojos y hacer movimientos negativos con su cabeza, se revolcaba en la cama como podía, pero todo fue en vano. Jorge mirándola como un típico psicópata, empezó a introducirle aquel utenzilio y mirando a su novia que lo único que hacía era retorcerse del dolor.Fue entonces que Iris sintió algo que le corría por las piernas, era sangre, lo cual hizo que aumentara su desesperación.

J: (con cara de fascinación) Tranquila mi amor, es para que disfrutes tanto como yo...

Cómo iba a disfrutar si la estaba violando,aquella experiencia era traumática para ella.Y sin darle tiempo a reponerse del dolor le introdujo su pene con tanta fuerza que Iris desvanecía...

J: Te voy a quitar la mordaza,quiero ver como gritas cuando te hago mía y quiero que me veas a los ojos y me digas que te gusta...

Aquella especie de sadismo aterrorizó a Iris,quien, apenas le quitaron la mordaza empezó a gritar pidiendo auxilio...

J: (dándole una cachetada)Cállate y mirame mientras te follo, no quiero que apartes tu vista..

Y empezó a envestirla tan salvajemente que Iris sentía que le faltaba la respiración.Jorge le apretaba los pechos, le mordía los pezones, le masajeaba fuertemente el clítoris, en un momento determinado paró de hacerlo y mirando la vagina de Iris le preguntó...

J: Por qué no estás mojada??Qué, acaso no te gusta??

Iris temblaba de miedo, obviamente no le gustaba, pero qué podía decir, si le comentaba algo era capaz de empeorar aún más la furia de Jorge, y ya no quería seguir sufriendo.

I: No es eso, es solo que no me siento bien...afirmó asustada.

J: No te preocupes mi amor si ya estoy terminando...Y comenzó a envestirla con más fuerza que la vez anterior, hasta que por fin eyaculó fuera de ella y regó su semen por toda la cara de Iris que seguía inmóvil, como si fuera una forma de neutralizar el dolor.

Se levantó satisfecho de la cama, se le acercó al oído a ella y le dijo:

J: Eso es para que la próxima vez no me digas que no quieres hacer el amor.

Y la dejó allí, en aquel cuarto donde tantos momentos lindos habían tenido, allí quedó Iris toda adolorida, moreteada y ultrajada, pese a eso se paró a duras penas de la cama se dirijió a la sala, abrió su computadora y culminó lo que estaba haciendo: el trabajo de César.

Buenos chicos hasta aquí este cápitulo,un poco fuerte pero que sé que les va a gustar...un beso depredador para todos...

Amar es de locosWhere stories live. Discover now