O1

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Taehyung suspiró. Había sido un mal día y no se sentía con ánimos de hacer algo.
Ya habían pasado meses desde que conoció a Jungkook, y sus visitas eran frecuentes. Pero últimamente se sentía incluso peor, ¡y ni siquiera sabía por qué! ¿Qué tan estúpido era eso?

Dio vueltas en su cama, intentando conciliar el sueño y suspirando frustrado, mas este desapareció por completo al sentir una fuerte corriente de aire, viniendo de su ventana. Al instante supo de quién se trataba. Había venido a visitarle. Eso lo tranquilizaba un poco.

-Hola, Jungkook.—saludó desanimado a su ángel guardián.

-¿Qué sucede, Tae? ¿Por qué esa cara?—preguntó el pelinegro, como ya le era costumbre. El cambio de humor en su custodiado durante los últimos días no había pasado inadversible, era perfectamente consciente de ello.

-No lo sé... No me ha ido muy bien en el instituto. Bueno, en realidad me ha ido fatal. Estuve muy distraído y creo que tengo alguna mala calificación en al menos todas las clases. ¿Ya para qué voy? Extraño mucho a Jimin, no ha intentado hablarme ni nada. Creo que me ha abandonado... No lo culpo. Me estoy volviendo un desastre. Soy tan patético.

-No, Tae. No eres patético.

-¿Cómo que no? La única persona con la que hablo es con un Ángel que solo yo puedo ver. Todos deben creer que estoy loco.

-Tae, basta. Lo estás haciendo de nuevo.

-¿Hacer qué? Solo estoy diciendo la verdad.

-Nuevamente estás pensando en que tu vida no tiene sentido.

-Quizás lo tiene, pero al menos yo no se lo encuentro.

-Hey, ya.—lo tomó de los hombros, forzándolo a mirarle— Taehyung, ¿Sabes lo especial que eres al poder verme? No puedes pensar en que tu vida no tiene sentido si estoy yo en ella.

-Eso es algo ególatra, ¿No crees?—rió— Aunque tienes razón. Gracias a ti he mejorado un poco, supongo. En verdad haces un buen trabajo protegiéndome, Kookie.

-Lo sé.—sonrió— ¿Te sientes mejor, ángel?

Por alguna razón, era Jungkook el que le llamaba Ángel. Ni siquiera sabía por qué, él no tenía nada de especial.

-Kook, yo solo soy una persona común y corriente, tú eres el ángel acá.

-No respondiste mi pregunta.

Taehyung suspiró divertido.—Sí, me siento mejor. Es increíble como logras calmarme solo con palabras.

-Es un don.—sonrió— ¿Estarás bien si te dejo solo?

-¿Tan pronto? Apenas llegaste... No quiero que te vayas.—dijo mientras hacía un puchero—

"Me encantaría quedarme, ángel, pero no sé si pueda seguir ocultándolo" pensó.

-Solo un rato más, ¿Sí?

Taehyung sonrió y se hizo a un lado en su cama, dejando que aquel bello ángel lo envolviera con sus alas.

-Tus alas son muy suaves.—dijo a la vez que las acariciaba.

-Ya duérmete, Tae.—dijo con una sonrisa.

-¿Estarás aquí cuando despierte?

-Te lo prometo

El menor sonrió y cerró sus ojos, durmiéndose casi al instante.
Jungkook lo observó en silencio, suspirando al ver como sus alas se volvían a un color gris casi imperceptible, por suerte seguían pareciendo blancas, y aun podía ocultarlo.

Dios, ser un Ángel podía ser difícil a veces.

Fallen Angel [TAEKOOK]Onde histórias criam vida. Descubra agora