Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng son dos adolescentes con una vida más o menos normal.
Pero hay algo de ellos que nadie sabía. Son Ladybug y Chat Noir... los héroes de París.
La situación en la que se encontraban parecía que no iba a dejarlos...
Yo pensaba que no podía ser más feliz en mi vida, y pasa esto... ¡Vamos a casarnos! ¡Apenas si he terminado mis estudios y ya hemos empezado a organizar nuestro futuro juntos!
Esa misma noche que me lo pidió, se lo contamos a mis padres, los cuales llegaron incluso a dar saltos de alegría que me parecieron demasiados embarazosos de ver en presencia de Adrien, por muy acostumbrado ya que estuviese. Evidentemente, nos dijeron también que contábamos con todo su apoyo.
Sin embargo, unos días después, fuimos a la mansión. Al parecer, el señor Agreste se alegraba mucho por nosotros, y como regalo de boda, quería...
¡Darnos dinero para poder crear mi propia marca de diseño de moda... y ofrecernos su mansión para que nos quedásemos a vivir después!
Tengo que decir que Adrien y yo nos quedamos estufactos. Sabíamos que siendo la boda de su hijo querría tomarse molestias, ¿pero tantas?
Sin embargo, cuando comenzó a explicarse, lo entendí. Nos dijo que esto le parecía la mejor forma de pedirnos perdón a ambos por guardar el secreto de la señora Agreste. Nos reconoció que, se había obsesionado tanto por proteger a Adrien, que no quería que tuviera esa última imagen de su madre. Por eso, quería darnos ahora las mejores oportunidades con esos dos grandes regalos.
Por eso, y aunque Adrien casi no podía ni hablar de la emoción, terminamos aceptando.
Una vez dicho esto, creo que será mejor que dejar los dramas.
Después de eso, descubrí que, prácticamente todos nuestros amigos ya sabían de nuestro compromiso. Al parecer, Adrien lo había preparado todo con Nino, y él se lo contó a Alya, ella al resto de mis amigas, Juleka a Luka, él a Kagami... y así sucesivamente. Parece que por primera vez, fui la última en enterarme de algo importante.
Sin embargo, en lo que a la fecha de la boda se refiere, tanto yo como Adrien decidimos retrasarla unos meses. No queríamos quitarle protagonismo a nuestros amigos.
Pues, Nino se lo había pedido a Alya apenas un mes antes, y no veía bien anteponer mi felicidad a la de mi mejor amiga. Quería ayudarla en todo lo posible para su gran día.
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Casi al mismo tiempo, sucedió lo de Luka y Kagami. Y es que justo después de la boda de Nino y Alya, se anticiparon y lo hicieron oficial a todos antes que a nosotros. Por suerte, tenían casi todo muy preparado ya, y no tardaron apenas unas semanas en celebrarlo.
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