El caballo de Brian llegó poco antes de que Charles terminará de cultivar las verduras del huerto.

El caballo corrió a tomar un poco de agua. Charles salió a ver al animal, al verlo completamente sólo y que su padre no venía por ninguna dirección tomó las riendas del caballo -¿donde esta papa? -preguntó -¡llévame con el! -

El exhausto animas tomó un gran trago de agua y llevó al joven doncel por el mismo camino que tomó con su padre. Ahí donde el invierno parecía eterno, Charles pasó junto al pequeño carruaje de su padre destruido.

El corsel lo llevó al castillo, Charles tomó una gran rama y se acercó a la puerta, entró al castillo.

-mira, Steve, un chico -dijo el candelabro. Mirando al joven a la distancia.-perdí mis manos no mis ojos-

-pero ¿si es el indicado? -le preguntó. -el que romperá el hechizo-

Charles se giro, buscando a alguien -¿quien dijo eso? -miró solamente un reloj y un candelabro -¡quién está ahí! - se acercó lentamente, una tos fuerte lo hizo girar hacia unas escaleras, tomó el candelabro y subió rápidamente.

Subió por una escalera de caracol, siguiendo el sonido -¡papá ¿eres tu?! -preguntó llegando al final de la Torre, donde vio a su padre tras unas rejas.

-¡Charles! -Brian tomó las manos de su hijo -¿como diste conmigo? -

El doncel tocó las manos de su padre -están heladas -dijo preocupado -¡voy a llevarte a casa! -quiso buscar algo para abrir la celda pero su padre lo detuvo.

-Charles, tienes que irte, este castillo tiene vida-le confesó -ahora escapa o va a atraparte-

-¿quién?

Un rugido hizo que Charles volviera a tomar la grueza rama que tenía consiguió -¿quién está ahí? -busco de donde venía -¡¿quién eres tú?! -grito buscando a alguien.

-¡Quién eres tú! -escucho un rugido de la oscuridad.

-¡he venido por mi padre!

Una sombra bajaba por las escaleras lejanas -¡tu padre es un ladrón! -

-¡no lo es! -declaró.

La gran figura sin salir de la escuridad se acercó mucho más -robo una rosa-

-¡yo quería la rosa! -intentó ver quien era pero la oscuridad era muy densa -castigarme a mi-

Brian negó -¡no, su castigo es para siempre! -Charles giro a ver a su padre -parece que esto recibes en este lugar por cortar una flor-

-¿cadena perpetua, por una rosa? -preguntó Charles.

La gran figura dio un salto, casi revelando lo que era, ahora estaba a tan poco del doncel.

-¡recibí una condena eterna por una! -gruñó -¡yo voy a encerrarlo solamente ! - se inclino un poco la figura -ahora... ¿Quieres tomar el lugar de tu padre? -

Charles contuvo un poco el aire -camina a la luz-ordenó al no poder identificar bien con quien negociaba.

Al ver que la figura no cooperaba tomó el candelabro y lo acercó. Aterrado, casi hecho piedra, no sabía que hacer al ver aquella bestia, con pelo por su rostro y grandes cuernos en su cabeza.

-escoge-lo reto.

-Charles ¡no dejate que hagas esto! -advirtió Brian -perdí a tu madre, no voy a perderte también! -Charles lo miro, casi llorando -vete ¡ya! -ordenó, pero la tos le ganó.

-claro papa, así lo haré -volvió a mirar a la bestia -quiero un minuto a solas con el-

La bestia gruñó, negando.

La Bella y la Bestia Where stories live. Discover now