Debe ser el destino

Capítulo 4

Arthit rodó los ojos una vez más mientras trataba de frenar su marcha para que coincida con la de su novia. Maldiciéndose por centésima vez por aceptar seguir su plan obviamente diabólico. ¿Cuándo aprenderá que un viaje rápido al centro comercial es una aventura de todo el día? Lo peor es que sus amigas pronto caerán sobre ellos, y por alguna razón, Dee y sus amigas básicamente significaban bolsillos vacíos para Arthit. Por el amor de Dios, ¿no tenían sus propios novios para llevar a la quiebra? Por alguna razón, estos viajes de "pasar el rato" con su grupo se estaban volviendo demasiado frecuentes. Idealmente, no estaría refunfuñando tanto, pero había estado ahorrando para el regalo de aniversario de sus padres, y aunque su asignación no era en absoluto pequeña, Dee definitivamente sabía cómo hacer mella cada mes.

Afortunadamente, hoy sus demandas eran al menos manejables. De hecho, para ser sincero, incluso él estaba ansioso por probar la nueva heladería que había abierto a la vuelta de la esquina. Aparentemente, en los primeros meses de su apertura había estallado en popularidad, por lo que cuando Dee sugirió reunirse con sus amigos allí, no se opuso por completo a la idea. Todavía sus niveles de sospecha habían llegado al techo, porque ¿desde cuándo sus amigas "siempre a dieta" pasan el rato en lugares de postres?

Sin embargo, no tuvo que adivinar por mucho tiempo, porque no dos segundos después de que él y la horda de diez chicas tropezaron en el agujero en la heladería de la pared oyó que todas las chicas comenzaban a hablar sobre el chico lindo detrás del mostrador.

Arthit se preguntó por un momento si sus ojos podrían quedar atrapados en alguna posición extraña con la cantidad de vueltas que estaban haciendo. ¡Simplemente genial! Ahora estaba atrapado pagando por ellas para ver su juguete, un chico. Puedes apostar a que Arthit iba a comprar una monstruosidad de helado para sí mismo, y absolutamente nada para compartir, para superar otra prueba de una noche. En tiempos como estos, Arthit se preguntaba por qué estaba saliendo con Dee. ¿Realmente ya se gustaban?

Probablemente era una conversación mucho más profunda que necesitaba tener consigo mismo, y definitivamente no debía estar sentado aquí rodeado de diez chicas risueñas. Entonces, al menos por hoy, lo dejó pasar y esperó pacientemente a que la pandilla terminara de ordenar antes de caminar hasta el mostrador para liquidar la cuenta, pero no antes de ordenar el helado de la triple porción más grande que existía. ¡Mmm!

Arthit incluso tenía la sonrisa más amplia en su rostro ante la idea de la delicia cuando levantó los ojos del menú en la mano cuando su corazón se detuvo por completo.

De pie justo en frente estaba ... estaba él.

La sorpresa total de verlo después de más de dos años de su ... ummm ... noche juntos no era algo que Arthit supiera exactamente qué hacer. Su boca se abrió por completo en estado de shock, reflejando perfectamente las expresiones en la cara del niño frente a él. Y si su pulso no latía violentamente en sus oídos actualmente, incluso podría haber tenido suficientes células cerebrales izquierdas para estar de acuerdo con las chicas en que el chico detrás del mostrador era definitivamente lindo. Mucho más que lindo. Y ni siquiera lo apocaba el delantal ridículamente rosado alrededor de su cintura o el sombrero del chef en su cabeza.

Arthit no pudo evitar simplemente mirarlo boquiabierto. El joven tímido de hace dos años, la primera persona con la que se había acostado, demonios, el único hombre con el que se había acostado, apareciendo repentinamente frente a él de la nada. Y mientras la boca de Arthit todavía estaba abierta, un rubor muy claro se extendió por la cara del niño. Su tez coincidía casi perfectamente con su delantal, mientras sus dientes se asomaban para morderse el labio inferior con timidez. Absolutamente no tiene sentido adivinar lo que estaba pasando por su cabeza. Por supuesto que Arthit lo sabría, los destellos de esa noche era casi todo lo que llenaba su mente en este momento.