Soldado Universal

La intervención de Albert primera parte

Rita: papa, pero ¿qué haces aquí? (exclamo Rita sumamente nerviosa).

Albert: jajaja acaso no es obvio, vengo al cumpleaños de mi nieto por su puesto, y bien en donde está el cumpleañero, ¿en dónde está Lincoln?

Tras escuchar aquella pregunta la señora Loud se quedó petrificada de miedo, ya que no savia que decir, no savia como responder a aquella pregunta, o, mejor dicho, no quería responder aquella pregunta, como podría decirle a su padre que Lincoln no era su nieto y que muy probablemente no lo volvería a ver, los minutos pasaron y ambiente comenzó a ponerse tenso, pero mientras la señora Loud se quedaba petrificada Albert comenzaba a impacientarse.

Albert: Rita ¿pasa algo? (pregunto Albert, inquieto por la actitud extraña de su hija).

Rita: ¿Qué?, no (suspiro)

Pronto la señora Loud se encontró en un dilema, por un lado, no quería decirle la verdad y romperle el corazón a su padre, pero por otro lado comprendía que él se enteraría tarde o temprano por lo que no valía la pena esconder la verdad, así que tras analizar la situación Rita tomo una decisión, decirle la verdad a su padre, pensado que quizá podría suavizar el golpe si se enteraba de la verdad por medio de ella.

Rita: papá, ¿podrías pasar por favor?

Albert: por supuesto cariño.

Albert atendió la petición de su hija e ingreso al interior de la casa con calma, pero tan pronto como entro le inquieto que no hubiera ningún elemento festivo en la casa, después de todo era el cumpleaños de Lincoln.

Mientras que Rita, pensando en lo que iba a decir, guio a su confundido padre a sala y le pidió que esperar ahí un momento, después de eso fue por su esposo y le conto lo que estaba pasando y lo que iba a hacer, prontamente Lynn sr y Rita se dirigieron a la sala de la casa en donde se encontraba Albert.

Una vez en la sala los señores Loud se sentaron en un sillón frente a Albert y sin saber exactamente como revelarle la gran verdad no hicieron más que quedarse callados mientras que una expresión de Angustia se grababa en sus rostros, algo de lo que Albert pudo percatarse rápidamente, y que lo motivo a realizar dos preguntas cruciales.

Albert: Rita, Lynn ¿Qué es lo que está pasando? Y a propósito ¿dónde está Lincoln? (pregunto Albert un poco preocupado).

Rita: papá ¿recuerdas el día que nación Lincoln?

Tras escuchar aquella pregunta la expresión de preocupación de Albert cambio por una expresión de alegría por recordar aquel día tan especial –Albert: ¡claro que sí!, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, yo me encontraba esta casa cuidando a Lori, Leni, Luna, Luan y Lynn, cuando de un momento a otro unas camionetas negras salieron de la nada, rodearon la casa y de ellas salieron unos tipos con trajes oscuros y gafas de sol quienes, rodearon la casa y comenzaron a hablar con sus relojes.

Recuerdo también que poco después apareció una limosina frente a la casa, de la cual saliste tú, Lynn y un extraño sujeto con bata de laboratorio que al poco tiempo de bajar te entrego a Lincoln envuelto en una manta azul.

Sin poder creer lo que vi recuerdo también recuerdo que traté de preguntarte que es lo que había pasado, pero ni tú ni Lynn no quisieron responder nada al respecto.

Rita: (suspiro) papá sé que esto sonara un poco descabellado, pero lo que estoy a punto de decirte es la verdad, Lincoln no es mi hijo sino una especie de ser artificial creado por científicos y que me fue entregado de manos de la propia primera dama.

Albert: ¡¿Qué es lo que has dicho?! (pregunto Albert sumamente confundido).

Rita: bueno... veras... am, resulta que di a luz a una niña y no a un niño, (sollozos) que hubo un intercambio de bebes, (mas sollozos) que nos quietaron a nuestra niña (sollozos) y en su lugar nos entregaron a un niño de mechones blancos. (exclamo Rita mientras estallaba en llanto).